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Íñigo Jacinto Fernández de Córdoba y Mendoza

Biografía

Fernández de Córdoba y Mendoza, Íñigo Jacinto. Conde de Torralba (I) y vizconde de las Torres (I). Jaén, 27.V.1596 – Madrid, 1661. Veinticuatro de Jaén, corregidor.

Hijo segundo de Gabriel Fernández de Córdoba y Hurtado de Mendoza, VII señor de Torralba y Torrequebradilla, y de Aldonza Manrique y Carrillo de Córdoba. En 1612 compró las alcabalas de Torrequebradilla y Torralba, iniciando su señorialización, toda vez que su enlace, el 1 de marzo de 1620 en Jaén, con su parienta Blanca Messía de Guzmán, señora de Monturque y de la Torre del Maestre, le situaba en una buena posición en la nobleza jiennense.

En 1622 recibió el hábito de la orden de Santiago y, en 1624, se invistió caballero de la orden de Alcántara, toda vez que el 18 de junio de 1627 recibió la merced de veinticuatro perpetuo de Jaén. En 1632 fue procurador jiennense y asistió a las Cortes de Madrid, con objeto de jurar al príncipe Baltasar Carlos. En la villa y corte en 1633 su mujer enfermó, retornando a Jaén, donde en 1634 se enterró en la capilla mayor del convento de san Francisco. Aquel año Íñigo recibió de su esposa el señorío Santo Domingo y del Cañaveral, toda vez que fue designado corregidor de Granada, cargo que ocupó hasta 1637.

En 1640, a la muerte sin sucesión de su hermano Antonio Fernández de Córdoba, VIII señor de Torralba y Torrequebradilla, el 10 se septiembre se convirtió en el IX señor de Torralba y de Torrequebradilla. Su encumbramiento llegó aquel año, pues el 10 de septiembre el rey lo hizo I conde de Torralba. Al año siguiente, en 1641, fue alcalde mayor de Toledo, a cuyo término de mandato, en marzo de 1644, se le designó gentilhombre de cámara de Juan José de Austria para la corte de Bruselas, aunque rechazó este puesto, a pesar de las instancias del conde de Oñate.

Unos años más tarde, sin embargo, sí aceptó ser caballerizo mayor de Juan José, lo que le valió durante su privanza que, el 20 de marzo de 1649, accediese al cargo palatino de caballerizo mayor de la reina y –junto a sus hijos Francisco y Antonio– obtuviese también su designación como gentilhombre de la cámara del rey, con el goce de un millón de maravedíes. En junio de 1649, también al lado de sus vástagos, fue investido caballero de Santiago y –con estos y su hermano Francisco Fernández de Córdoba– acompañó, en noviembre, a don Juan José de Austria a la campaña de Sicilia.

Íñigo Jacinto de Córdoba salió de Palermo el 28 de mayo de 1651, entrando en Barcelona el 13 de octubre de 1652 para liberarla de su cerco. En la Ciudad Condal cayó enfermo, al igual que su hijo Francisco de Córdoba, obteniendo una licencia para recuperarse en Jaén. Aquel año, por fallecimiento de su abuela materna, M.ª Inés Rótulo y Carrillo, heredó su estado, lo que le convirtió en el X señor de Somontín y Fines. Tras retornar a la corte, el 27 de noviembre de 1656 Carlos II le hizo merced de continuar como gentilhombre de cámara, aunque Íñigo Jacinto no volvió a servir hasta su muerte. Al año siguiente, y dado que el mayorazgo almeriense de su abuela impedía agregarse al que ya disfrutaba, el 21 de febrero de 1657 –ratificado el 16 de noviembre–, lo cedió a su tercer hijo, Gonzalo Pedro Fernández de Córdoba Rótulo y Carrillo (Jaén, 1622-Madrid, 1702), por entonces oidor en la Audiencia de Sevilla.

El 10 de septiembre de 1660 Íñigo Jacinto obtuvo el título de I vizconde de las Torres, corona que cedió a su primogénito: Francisco Fernández de Córdoba y Mendoza, quien había enlazado en 1657 con M.ª Ana Grimau y Lupiá, baronesa de Villanova de Buells. Este hijo también sucedería en 1661 en su otra corona, convirtiéndose en el título de II conde de Torralba. Otros hijos fueron: Gabriel Fernández de Córdoba y Messía, muerto joven en Granada; Aldonza Manuela Fernández de Córdoba y Messía (Jaén, 1621-¿?), esposa sucesivamente de Antonio Camporredondo del Río y Zeballos († Madrid, 1648), fiscal del Consejo de Órdenes y gobernador del Consejo de Hacienda en dos ocasiones (1634-1642), y Miguel de Salamanca y Salamanca (Burgos, 1597-¿?), V señor de Canillas y Hortaleza, miembro de los Consejos de Italia y Castilla; María y Ana Fernández de Córdoba y Messía, monjas en Baena; Antonio Fernández de Córdoba y Mendoza (Jaén, ¿?-Panamá, 1673), gobernador de Panamá; Gonzalo Pedro Fernández de Córdoba y Mendoza (Jaén, 1622-Madrid, 1702), XI señor de Somontín y Fines y presidente de la Casa de la Contratación, y Diego Fernández de Córdoba y Messía, caballero de Calatrava, quien falleció en 1651 en aguas de Ibiza durante el asalto a un bajel.

 

Bibl.: V. Sánchez Ramos. “Los Fernández de Córdoba, señores de Fines y Somontín (Almería)”, en F. Toro Ceballos (ed.). Los Fernández de Córdoba. Nobleza, Hegemonía y Fama. Segundo Congreso: Homenaje a Miguel Ángel Ladero Quesada, Alcalá la Real, Ayuntamiento, 2021, págs. 759-774.

 

Valeriano Sánchez Ramos