Herrero y Espinosa de los Monteros, José María. Lebrija (Cádiz), 3.XI.1820 – Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 21.X.1866. Eclesiástico, jurista, fiscal, canónigo.
Fue bautizado el mismo día de su nacimiento, en la parroquia de Nuestra Señora de la Oliva, en Lebrija (Cádiz). Hijo legítimo de Diego Herrero y Moris y Francisca Javiera Espinosa de los Monteros y Aliaga. Era el sexto hijo de este matrimonio y hermano de Sebastián Herrero Espinosa de los Monteros y Aliaga (obispo, arzobispo y cardenal).
Hizo los estudios de bachiller en Jerez de la Frontera (Cádiz) y posteriormente estudió Latinidad en el seminario conciliar de San Bartolomé de Cádiz, como colegial interno pensionado, donde cursó con gran aprovechamiento dos años de Elementos de Filosofía.
Posteriormente pasó a la Universidad Literaria de Sevilla, donde estudió el tercer año de Filosofía y todos los respectivos en la Facultad mayor de Jurisprudencia. En dicha Universidad recibió, el 25 de septiembre de 1840, el grado de bachiller a claustro pleno, habiendo sido aprobado nemine prorsus discrepante y posteriormente, el 27 de junio de 1842, fue graduado como licenciado en Jurisprudencia con la misma distinguida nota de la unánime aprobación de los doctores del claustro.
El 29 de junio de 1842, obtuvo en esa misma Facultad y Universidad el grado de doctor. Previa la formación del oportuno expediente y prestación de juramento, se le concedió el 31 de junio del mismo año la licencia y facultad para ejercer la abogacía en los juzgados y tribunales del reino. Abrió su estudio el 16 de enero de 1843 en Sanlúcar de Barrameda y lo tuvo abierto hasta mediados del año 1845. En esos dos años desempeñó la Fiscalía de Marina de la Comandancia Militar del Departamento de dicha ciudad. Desempeñó asimismo en el instituto de segunda enseñanza, las cátedras de Filosofía Moral, Religión y Literatura, durante la ausencia del catedrático propietario y director del mismo instituto. El 14 de julio de 1845, se incorporó al Ilustre Colegio de Abogados, donde estuvo hasta final del año 1851, donde se dio de baja.
Desde 1845 hasta 1851, desempeñó el cargo de promotor fiscal del juzgado del distrito de Santiago por enfermedad del propietario y posteriormente fue nombrado fiscal sustituto del mismo distrito, pero renunció al cargo. En 1849 fue nombrado por el Cabildo eclesiástico de la iglesia colegial su letrado defensor, cuyo cargo ejerció gratuitamente.
Se hizo sacerdote diocesano con fecha de 19 de noviembre de 1853. En 1855, en el mes de mayo, era canónigo y doctoral de la colegiata de la ciudad de Jerez de la Frontera.
Falleció en Sanlúcar de Barrameda el 21 de octubre de 1866 y fue enterrado el 22, en una sepultura en el suelo, con una lápida muy grande, donde pone su nombre y la fecha de defunción, en la capilla del cementerio de esa localidad.
Fuentes: Archivo Histórico de la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva de Lebrija, Libro de Bautismos, t. 46, fol. 339r.; Archivo Histórico Diocesano de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Certificado sobre su vida profesional expedido por el Sr. Don Manuel García de Acuña, escribano público propietario del número de esta M. N. y M. L. ciudad de Jerez de la Frontera, notario del Arciprestazgo de la misma y mayor castrense de la diócesis de Cádiz y su departamento de Marina, con fecha 27 de octubre de 1853.
María Elena del Río Hijas