Tapia, García. ?, ú. t. s. xi – p. t. s. xii. Hidalgo de Arévalo (Ávila).
Los Tapia procedían del castillo de Tapia, en el valle del río Luna, cerca de León. Las historias familiares cuentan que tomaron ese apellido de un muro con el que defendieron su solar de los musulmanes: “Un ricohonbre de donde deçienden éstos deste linage tenía un lagar en las montañas entre dos balles en tienpo del rei don Rodrigo. Como los moros se estendiesen por toda España, se binieron en las montañas y çercaban aquel lugar de aquel ricohonbre. Y biéndose con los moros en mucha fatiga dijo a sus basallos: ‘dad acá, hermanos, aqueste lugar está en este balle. No nos pueden los moros entrar si no es por esta entrada deste balle de la otra parte. Bien seguros estamos. Agamos aquí una tapia de piedra con que nos defendamos’”.
García Tapia o Gómez García de Tapia participó en la conquista y repoblación de Arévalo hacia 1082 junto a Alfonso VI y los caballeros de las familias Berdugo, Briceño, Montalvo y Sedeño. El linaje eligió la iglesia de San Martín para hacer sus juntas y enterramientos y, según Osorio Altamirano y Montalvo, obtuvieron del Rey los pueblos abulenses de Canales, Fuentes de Año y Reliegos (hoy despoblado en el término de Fuentes de Año). Aunque es posible que García Tapia recibiera allí algunos heredamientos o que se le encargara su repoblación, los tres lugares siguieron perteneciendo al realengo y a la tierra de Arévalo hasta que Francisco de Tapia y su mujer María Velázquez de Lugo se los compraron a Felipe II en 1559; sólo desde esta fecha los Tapia fueron señores jurisdiccionales de Canales, Fuentes de Año y Reliegos, lugares donde administraban justicia, cobraban las rentas jurisdiccionales y las alcabalas y nombraban a los oficiales municipales.
Fuentes y bibl.: F. Osorio Altamirano, Descripción de Arévalo, 1632 (Real Academia de la Historia, colección Salazar, vol. N-15, fols. 1-23).
J. J. de Montalvo, De la Historia de Arévalo y sus sexmos, Valladolid, 1928; N. Ávila Seoane, “El proceso de señorialización del concejo de Arévalo en los siglos xiv y xv”, en En la España medieval, 26 (2003), págs. 97-126.
Nicolás Ávila Seoane
