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Francisco Bru de Sala

Biografía

Bru de Sala, Francisco. Vic (Barcelona), 1800 – ?, s. XIX. Militar y caballero laureado de San Fernando.

Se le concedió en 1815 el ingreso en el Regimiento de Reales Guardias Walonas en clase de cadete y en 1826 promovido al empleo de subteniente.

Intervino en la Guerra Constitucionalista, y se le impuso en 1824 la licencia indefinida y en 1827 la ilimitada. Volvió a la situación de actividad en 1833 y se le destinó en el Regimiento de Borbón, con el que a partir del mes de septiembre tomó parte en el cordón sanitario de Portugal.

También se encontró en la primera Guerra Civil.

Luchó en 1834 en la acción de La Población (Santander) y persiguió posteriormente a la expedición del brigadier Basilio García.

Al ser fortificada Maestu (Álava) en 1834, entró en el mes de marzo a formar parte de su guarnición, compuesta por nueve compañías del Regimiento de Borbón al mando del primer comandante Francisco Álvarez del Manzano; era gobernador de la plaza el coronel Juan José de Caula.

El enemigo puso sitio a la plaza en varias ocasiones, pero su guarnición resistió bravamente. El 30 de enero de 1835 sufrió un primer ataque en presencia de Don Carlos y dirigido por Zumalacárregui al mando de siete batallones de Infantería, caballería y varias piezas de artillería; el asalto fue rechazado.

En el mes de febrero se produjo otro ataque de tres batallones, que se repitió el 7 de marzo. El más duro tuvo lugar el 3 de abril, en el que fueron rechazados los carlistas tras doce horas de combate y después de haber hecho más de doscientos disparos de cañón.

Liberada la plaza el 7 de abril por el general Luis Fernández de Córdoba, en ese mismo día publicaba la siguiente orden general alusiva a los defensores de Maestu: “La guarnición de Maestu se ha hecho digna del aprecio de la Reina nuestra Señora, de la admiración y gratitud de la patria.

”Durante 15 meses de continuo sitio o bloqueo ha visto estrellarse contra sus débiles fortificaciones los perseverantes esfuerzos del enemigo, ha sufrido con heroica constancia las mayores privaciones y fatigas. En completa incomunicación con todas partes, ha sacrificado a su Reina y a su patria todas las afecciones privadas del ciudadano; un solo desertor, un solo hombre débil o cobarde no ha empeñado la gloria de sus brillantes armas: la disciplina se ha conservado en toda su pureza: oficiales, sargentos y soldados, todos han rivalizado en bravura y decisión: todos se han hecho merecedores de que el ejército los conozca como el verdadero modelo de las virtudes que siempre le caracterizaron. Su noble ejemplo no puede dejar de excitar la admiración, y de hallar imitadores entre los militares españoles.

”Para hacer justo homenaje al relevante mérito de dicha guarnición hasta donde alcanza mi autoridad, y mientras imploro de S.M. las debidas recompensas, he resuelto: 1.º.- Dar las gracias en nombre de S.M. y del Excmo. Sr. General en jefe del ejército, al gobernador, señores jefes, oficiales, sargentos y tropa de la benemérita guarnición de Maestu, y que esta orden se publique en la general del ejército que opera en las provincias de mi mando, hasta que el Excmo. Sr.

General en jefe mande hacer extensiva a la de todo el ejército del Norte. 2.º.- Que el gobernador y los jefes de la guarnición me pasen con toda brevedad noticia de las personas y acciones más sobresalientes, para que recaiga sobre ellas la debida recompensa y estímulo. 3.º.- Que el primer día que formen las tropas de aquella guarnición con las que se hallan a mis inmediatas órdenes en la ciudad de Vitoria, y a presencia de su vecindario, pasen formadas en columnas con distancia por delante de todos los cuerpos, y que éstos, con las armas presentadas y banderas desplegadas, saluden a tan bizarros compañeros de armas a la voz de sus respectivos jefes por la aclamación de viva la guarnición de Maestu, honor a sus virtudes”.

Nombrado el general Valdés ministro de la Guerra y comandante general en jefe de los Ejércitos de Operaciones y Reserva, se dirigía a éstos desde Vitoria el 18 de abril de 1835. El artículo 3.º de la orden general de dicho día recoge las siguientes concesiones: “Quedan condecorados con la cruz de S. Fernando de segunda clase todos los oficiales, y con la de Isabel II los demás individuos de las guarniciones de Olazagoitia y Maestu, sin perjuicio de otras recompensas [...]”.

La concesión de la Cruz Laureada de San Fernando a todos los oficiales que participaron en la citada defensa fue muy controvertida, ya que no se realizó el preceptivo juicio contradictorio, no obstante lo cual les sería concedida por Real Orden de 16 de mayo de 1840.

En el mes de junio de 1835 defendió Bru de Sala el puente de Castrejana y estuvo presente en el levantamiento del sitio de Bilbao; posteriormente intervino en las acciones del castillo de Guevara (Álava) y Montejurra (Navarra).

En enero de 1836 fue ascendido a teniente y más tarde luchó en las alturas de Arlabán (Álava) y en Zubiri (Navarra); al año siguiente lo hizo en la provincia de Vizcaya, en Santa Marina y Zornoza, y en la de Guipúzcoa en las líneas de San Sebastián, Irún y Andoain. Más tarde pasó a combatir a la Expedición Real en la provincia de Burgos, en las acciones de Retuerta y Huerta del Rey.

En 1838 se enfrentó a los carlistas en Medianas y Bortedo (Burgos), y contribuyó a la derrota del conde Negri en los campos del Fresno y Piedrahita (Teruel), por lo que fue recompensado con el empleo de capitán.

Intervino seguidamente en la toma de Peñacerrada (Álava). En el mes de mayo fue trasladado al 4.º Regimiento de la Guardia Real de Infantería con el empleo de teniente.

Tras intervenir en el sitio y toma de los fuertes de Ramales y Guardamino (Santander), en el mes de septiembre de 1839 pasó a pertenecer al Ejército del Centro.

 

Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), secc. 1.ª, leg. B-3841.

 

José Luis Isabel Sánchez