Minardo, Joseph. Albisola (Italia), p. m. s. XVII – Muel (Zaragoza), s. m. s. XVII. Ceramista.
También llamado Maynardo o Meynardo. Vajillero, de origen italiano (hay ceramistas con este mismo apellido en el alfar ligur de Albisola), que aparece documentado en Muel (Zaragoza). Allí se casó con María Francisca Pugeo (o Puxeo), hija también de alfarero, con la que tuvo varios hijos: Francisco Joseph, que fue bautizado en su iglesia parroquial en 1646, teniendo como padrinos a los hermanos Julián y Gerónima Conrado, de familia oriunda de Albisola (Italia); Jusepa Águeda Polonia, que recibió las aguas bautismales en 1651, siendo apadrinada por Bernardo Odón, asimismo ligur y albisolense, y por su mujer, Ana Aguas; y Bautista, que nació algo más tarde.
Joseph Minardo se integró en el Gremio de Vajilleros de Muel, alfar en el que trabajó el resto de su vida y donde están igualmente documentados otros familiares del mismo apellido que siguieron su oficio: uno de ellos es Francisco Minardo, que era citado, en 1673, con ocasión de la venta de un obrador que se describía como confrontante con otro de Jusepe Pérez menor, que antes había sido de su propiedad; y otro, Baptista Minardo, que era mencionado en 1719, coincidiendo de nuevo con la adquisición de un taller cerámico, lindante con el suyo y con la vía pública (el camino que llevaba a Zaragoza). A lo largo del Setecientos formaron parte del Gremio de Alfareros muelano otros dos descendientes de éste: Antonio y Francisco Minardo, citados en 1734, 1741, 1755 y 1761. Finalmente, en 1818, se reseña a José Minardo, que mantenía la localización de su obrador en “el Camino Real” que llevaba hasta la capital aragonesa, y Antonio Minardo, que estaba instalado en la zona conocida como “el Barrio Bajo y Los Obradores”, en la que se ubicaron un buen número de talleres parcialmente excavados en la ladera (algunos obradores-cueva). El apellido Minardo ha continuado en la villa hasta la actualidad.
Así pues, Joseph Minardo debió de formar parte del grupo de ceramistas italianos (los Conrado, Espotorno, Ferrer, Forzán, Grosso, Isola, Magenta, Michela, Morraglia, Odón y Picón), procedentes de algunos de los centros alfareros de la Liguria (Albisola, Génova y Savona), que se establecieron en Aragón a partir de fines del primer cuarto del Seiscientos, aprovechando la falta de ceramistas en sus obradores por la expulsión de los moriscos que habían monopolizado este oficio hasta 1610. Su instalación en Muel, uno de los principales alfares aragoneses próximo a la capital, al igual que la de algún otro compatriota emigrado (Francisco Picón) y las conexiones que se establecieron entre este centro perteneciente al marquesado de Camarasa y varios mercaderes del mismo origen, contribuirían muy decisivamente en la introducción de las series ornamentales ligures que se desarrollaron en los siglos xvii y xviii (motivos chinescos y temas historiados).
Bibl.: M.ª I. Álvaro Zamora, “Sobre la influencia de la cerámica italiana en la loza decorada aragonesa del siglo XVIII”, en Seminario de Arte Aragonés (Institución Fernando el Católico), XXXVIII (1983), págs. 63-81; F. Marzinot, Ceramica e ceramista di Liguria, Genova, Sagep Editrice, 1987; M.ª I. Álvaro Zamora, “Sobre los modos de irradiación de la cerámica ligur y la presencia de ceramistas de esta procedencia en la Zaragoza del siglo xvii”, en Artigrama (Universidad de Zaragoza, Departamento de Historia del Arte), 4 (1987), págs. 137-156; “La penetración de la moda cerámica ligur en los alfares peninsulares de los siglos xvii y xviii: el caso de Aragón”, en VV. AA., Actas de las XV Jornades d’Estudis Històrics Locals: Transferències i comerç de ceràmica a l’Europa mediterrània (segles xiv-xvii). Palma, 1996, Palma, Gobierno Balear, 1997, págs. 185-213; “La emigración de ceramistas ligures a Aragón (España) en el siglo XVII y la influencia de sus repertorios decorativos en la producción de los alfares locales”, en VV. AA., Atti XXXI Convengo Internazionale della Ceramica, Albisola, 1998, Albisola, Centro Ligure per la Storia della Ceramica, 1999, págs. 151-169; Cerámica aragonesa, vols. I y II, Zaragoza, Ibercaja, 2002, págs. 36-37, 52-53, 161, 122-123, 135, 167-168 (nota 416) y 199-207 y págs. 55-73, respect.
María Isabel Álvaro Zamora