Ioannes. Juan. ?, s. IV – p. s. V. Obispo.
Envió delegados que le representasen al Concilio I de Toledo (año 400) para conseguir la conciliación, según las condiciones establecidas por Ambrosio y Silicio, con los priscilianistas. Por medio de estos representantes (cuyos nombres se desconocen), el obispo Ioannes otorgó su asentimiento a la aceptación de los priscilianistas Simposio y su hijo Dictinio como obispos de la Gallaecia. Sin embargo, según se desprende de la tercera epístola del papa Inocencio I, después de este Concilio y antes del 408-409, Ioannes cuestionó dicha aceptación, sumándose a los obispos que habían rechazado la admisión a la comunión y el mantenimiento en su cargo eclesiástico de los galaicos que habían renunciado y condenado a la herejía priscilianista. Según se deduce de las palabras de Inocencio I, a raíz de su cambio de parecer, Ioannes (junto con los otros obispos que mantenían la misma actitud) debía someterse a una investigación (inquisitio), de forma que si se confirmaba su obstinado rechazo a la incorporación a la Iglesia nicena de los prelados galaicos, sería condenado a la excomunión.
Se ignora si Ioannes cedió finalmente ante la amenaza de Inocencio I.
Bibl.: J. Vilella, “El corpus prosopográfico del cristianismo hispano antiguo”, en J. Santos y R. Teja (eds.), El cristianismo. Aspectos históricos de su origen y difusión en Hispania, Vitoria, Universidad del País Vasco, 2000, págs. 150-152; P. Ubric Rabaneda, La Iglesia en la Hispania del siglo V, Granada, Universidad, 2004, págs. 178-179; H. Chadwick, Prisciliano de Ávila. Ocultismo y poderes carismáticos en la Iglesia primitiva, trad. de J. L. López Muñoz, Madrid, Espasa Calpe, 1978 (= Oxford, 1976), pág. 246.
Raúl González Salinero