Bertrán Cortezo, Guillermo. Barcelona, 15.III.1907 – Jávea (Alicante), 15.III.1975. Tenista.
Jugador de tenis de segunda clase, aunque fue primera nacional, sin embargo alcanzó fama en los círculos deportivos por su dedicación a la creación de clubes de tenis, vocación que dejó huella profunda en Madrid y Alicante.
Aunque catalán de nacimiento, Guillermo Bertrán pasó buena parte de su vida en la capital de España, desde los primeros años de la década de 1940 hasta su muerte en 1975. En Madrid trabajó y ejerció su afición favorita: el tenis, deporte en el que se inició en Barcelona, pero no sería hasta después de la Guerra Civil cuando se hizo notar. En el tenis madrileño desarrolló una amplia labor, siendo durante muchos años presidente de la Federación de Madrid, el alquiler de cuya sede social en la calle Palafox llegó a pagar de su bolsillo.
Guillermo Bertrán no debutó en el campeonato nacional hasta 1947, es decir, con cuarenta años de edad, algo tarde para lo habitual incluso en aquel tiempo. Por su cabeza no pasaba la idea de ganar laureles, sino la de estar en su ambiente preferido y sacar conclusiones para llevar a la práctica en cuanto fuera posible; tampoco su tenis ofrecía grandes posibilidades para aspirar a grandes metas. Sin embargo, en los tres campeonatos en que participó cumplió con un aprobado. Participó por primera vez en Bilbao, la segunda en Zaragoza y la tercera en Valencia. No jugó nunca los mixtos pero sí en individuales y en dobles.
En la primera prueba jugó cuatro partidos y ganó uno; en la segunda, cinco con tres victorias. Su tenis, pese a estar ya en las puertas de los años cincuenta, era rudimentario: sus amigos decían que empuñaba la raqueta como si fuese una sartén, pero él, con su tesón y fuerza física, se defendía muy bien.
Sin embargo, sus méritos están concentrados en la fundación de clubes. El primero, con amigos como Ernesto Pfeiffer Rottenstein, Armando Muñoz Calero, Francisco Sastre Clemente y Julio Matteini Banchi, entre otros, y al ser clausurado el Club Velázquez, fue el Club Alameda, en una zona residencial madrileña, que consiguieron inaugurar en 1958 para celebrar ya un campeonato de España en octubre de 1959, ganado por Andrés Gimeno. El segundo fue el Club de Tenis Chamartín, uno de los más logrados de España con sus ocho pistas cubiertas, algo impensable en la década de 1960. Era por entonces Guillermo Bertrán delegado de tenis del Real Madrid y en la ciudad deportiva del club desarrollaba una meritoria tarea; a mediados de la década, el Real Madrid se vio obligado a convertir la pista central de tenis en un pabellón deportivo al ser desalojado su equipo de baloncesto de Jai Alai. Guillermo Bertrán aceptó mal el trueque y se dispuso a crear un club, moderno, de tenis en la zona de Chamartín, que logró, con numerosos esfuerzos y sacrificios, inaugurándose en esa misma década, aunque quizás no consiguió dotarlo del clima deportivo y tenístico que él tenía en mente.
Puso Guillermo Bertrán broche a su espíritu creativo con el Club de Jávea, en la localidad alicantina donde él, ya retirado de sus tareas en su pequeña empresa, pasaba largas temporadas. Quiso el destino que allí falleciese en la noche del 15 de marzo de 1975, justo, en día y mes, sesenta y ocho años después de haber nacido.
Bibl.: M. Adrio, 125 años de Tenis en España, t. II, Madrid, 2005, caps. 47-49.
Manuel Adrio Arrojo