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José Valdés Díaz

Biografía

Valdés Díaz, José. Hospital (Asturias), 25.IX.1854 – Madrid, 11.VII.1916. Director general de Aduanas.

Hijo de propietarios de una casa grande de labranza a orillas del río Narcea, José Valdés Díaz se marchó de Asturias en 1873 al ingresar en el Cuerpo de Aduanas con dieciocho años de edad. Después de su paso por un par de aduanas de Andalucía, fue trasladado a Galicia, afincándose en Ponteceso, una villa de la Costa de la Muerte que surgió en el siglo xix por iniciativa de la familia Pondal, hidalguía rural de origen asturiano. Allí emparentó con esta familia, a la que pertenecían, entre otros, el poeta Eduardo Pondal y su hermano Cesáreo, comerciante de ultramar y prohombre a nivel provincial, al cual sucedió Valdés al frente de la casa familiar.

Compaginó el trabajo de administrador en diferentes aduanas con los estudios de bachillerato y la carrera universitaria, doctorándose en Derecho por la Universidad Central de Madrid en 1893. En 1888 fue destinado a la Dirección General de Aduanas, en Madrid, comenzando su trayectoria ascendente en el escalafón hasta llegar a lo más alto. Al estar bien relacionado con el lobby de los políticos gallegos de Madrid (Ezequiel Ordóñez, Gabino Bugallal, etc.), especialmente con la facción liberal de Eugenio Montero Ríos (Eduardo Vicenti, Juan Fernández Latorre, etc.), pudo gestionar en los despachos de los ministerios importantes infraestructuras que paliaron el atraso de la Galicia rural donde pasó buena parte de su vida.

En 1898 formó parte de la comisión encargada de firmar en París el tratado de paz con los Estados Unidos de América y en el que se plasmó sobre el papel lo que ya se había consumado por la vía militar y el armisticio de Washington: la pérdida de las colonias españolas de ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Fue nombrado director general de Aduanas en 1907, cargo de enorme importancia en los tiempos del proteccionismo económico, siendo el principal responsable de los tratados y convenios de comercio de entonces, como el de Serbia (1908), Noruega (1909) e Italia (1912-1914). Se distinguió como un hábil negociador, sobre todo en aquellos acuerdos más complicados, como la renovación del tratado de comercio con Portugal en 1908 y, con menos fortuna, en 1913, tras el advenimiento de la República en el país vecino. Igualmente, dirigió la Comisión Técnica Financiera del Tratado de Marruecos de 1912, por el que España y Francia se repartieron el territorio marroquí con la creación de los respectivos protectorados. Se convirtió así en el único español que participó en los dos tratados bilaterales más importantes de aquella época y de la historia reciente de España (la Paz de París y el Tratado de Marruecos).

También participó en otras comisiones, como la encargada de la reforma arancelaria de 1890, y la Comisión para el Estudio y Preparación de los Tratados de Comercio (1909-1916), de la que fue vocal y presidente. Durante la Primera Guerra Mundial formó parte de las comisiones encargadas de paliar los efectos negativos de la guerra sobre la economía española y favorecer la exportación de las manufacturas: la Junta de Iniciativas (1914), presidida por Juan de la Cierva, y la Comisión Especial para el estudio de las industrias nacionales (1915), de la que fue presidente. Ante el peligro de que España quedase desabastecida de cereales, como consecuencia de la contienda bélica, el gobierno también le encomendó el abastecimiento e importaciones de trigo y otros cereales a partir de 1915.

El exceso de trabajo y de responsabilidades durante la Primera Guerra Mundial, además de otros problemas, perjudicaron su salud agravando o activando el cáncer que acabó con su vida en 1916. Su repentina muerte interrumpió una destacada carrera profesional como funcionario, que, de no haberse interpuesto el cáncer, habría alcanzado mayores cotas de éxito y prestigio. Prueba de ello son, por ejemplo, las palabras que el político Federico C. Bas y Vasallo pronunció en el Senado cuatro meses después de su muerte: “...el Sr. Valdés, de quien puede decirse, señores senadores, que tanto fue el trabajo y la actividad que desplegó en todas estas cuestiones, que al final ya no pudo resistir más, porque adquirió una enfermedad tan grave que a los pocos meses le llevaba al sepulcro; en aquel hombre que todo su tiempo, toda su actividad, toda su inteligencia que era mucha, toda la práctica que tenía, que era de todos conocida y admirada, las empleó en servir a su país”. Sin embargo, como destacada personalidad de su tiempo, también despertó la antipatía de una minoría encabezada en el Congreso de los Diputados por el republicano Alejandro Lerroux.

Además de doctor en Derecho fue académico de número y profesor de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación (1890-1916). Por su labor al frente de Aduanas fue condecorado en ocho ocasiones: comendador de la Real Ordem Militar de Nosso Senhor Jesus Christo de Portugal (1894), caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia (1906), comendador en placa de la Real Orden de Isabel la Católica (1906), Gran Cruz de San Sava de Serbia (1909), comendador de 1.ª Clase de la Orden Real de San Olaf (1910), caballero Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica (1913), gran oficial de la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia (1913) y caballero del Gran Cordón de Oro y Gran Cruz de la Corona de Italia (1915).

 

Obras de ~: “Informe acerca de las cosechas de trigo en España durante los años 1907 y 1908”, en Boletín Oficial de la Dirección General de Aduanas (BODGA) (1908), anexo; “Informe acerca de las cosechas de trigo en España durante los años 1908 y 1909”, en BODGA (1909), anexo; “Informe acerca de las cosechas de trigo en España durante los años 1909 y 1910”, en BODGA (1910), anexo; “Informe acerca de las cosechas de trigo en España durante los años 1910 y 1911”, en BODGA (1911), anexo; “Informe acerca de las cosechas de trigo en España durante los años 1911 y 1912”, en BODGA (1912), anexo; “El comercio exterior y la agricultura española”, en Boletín de la Asociación de Agricultores de España, 59 (1914), págs. 66-83; Intervención del Estado en el abastecimiento de cereales (con arreglo a las reales órdenes de 27 de Febrero y 13 de Noviembre de 1915), Madrid, Dirección General de Aduanas, 1916.

 

Bibl.: F. Valdés Hansen, El Director General de Aduanas José Valdés Díaz (1854-1916). Del Ponteceso de los Pondal a la Paz de París, Sada-A Coruña, Ediciós do Castro, 2005.

 

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