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Donato de Goicoechea y Aldama

Biografía

Goicoechea y Aldama, Donato de. Bilbao (Vizcaya), 12.XII.1798 – ?, s. xix. Militar y caballero laureado de San Fernando.

Fueron sus padres Francisco Javier de Goicoechea y Francisca Antonia de Aldama. En julio de 1812 comenzó a servir en clase de cadete en el Regimiento de Vizcaya, con el que en ese mismo año luchó contra los franceses en el puente Nuevo de Bilbao, Orduña, Dima y Zornoza, haciéndolo en 1813 en Poza, alturas de Samano y Bilbao, y recibiendo su licencia absoluta a finales del mes de septiembre con el empleo de subteniente. En los años siguientes residió en Francia, completando en diferentes colegios de ese país la educación que había recibido.

Al promulgarse en 1820 la Constitución de 1812 ingresó en la Milicia Nacional de Bilbao, siéndole reconocido su empleo de subteniente.

En 1823 luchó contra las fuerzas realistas y fue derrotado en la acción de Munguía, en la que mandó las fuerzas de vanguardia. Tras la retirada penetró en Bilbao con el fin de liberar a las tropas prisioneras, recibiendo una herida grave en el muslo derecho que le obligó a ser conducido en camilla durante la retirada a Oviedo, donde pudo restablecerse, aunque no por completo. En el mes de mayo recibió el ascenso a teniente de Infantería, tras lo cual se incorporó a la Milicia Nacional de Bilbao, de la que era capitán, con la que se trasladó a la plaza de La Coruña, donde sufrió el sitio puesto por los absolutistas en el mes de junio hasta su capitulación, siendo entonces llevado a Francia en calidad de prisionero, pero al habérsele abierto la herida del muslo tuvo que ingresar en el hospital militar de Loriant, donde permanecería el resto del año, ingresando a continuación en el Depósito de Bourges.

A finales de 1824 recobró la libertad y permaneció separado del Ejército hasta que en mayo de 1835 se enroló en la Milicia de Bilbao para defender la ciudad del sitio puesto por Zumalacárregui, interviniendo en cuantas acciones se dieron durante el mismo. Al año siguiente fue ascendido a capitán de Milicias y destinado al Regimiento Provincial de Cuenca, con el que persiguió a la expedición del general Gómez, a la que se enfrentó en Tomelloso.

Comisionado en 1837 para perseguir a las facciones de La Mancha con la escasa fuerza de setenta infantes del Regimiento Provincial de Córdoba y una mitad de caballería del Escuadrón Franco de Castilla la Nueva, se enfrentó en la provincia de Ciudad Real en el mes de enero a la partida de Orejita en la acción de Aldea del Rey.

El 23 de febrero se adelantó con la citada caballería para inspeccionar el terreno, y habiendo visto que la facción de Orejita y parte de la de Palillos, en número de unos doscientos caballos, iban saliendo del pueblo de La Alameda (Ciudad Real) en varios grupos, creyó llegado el momento de atacarlos, y lo verificó con tal decisión y denuedo, sin esperar a la infantería, que con sólo veinticuatro caballos consiguió derrotar a los carlistas, con tal éxito, que en su desordenada fuga les causó dieciocho bajas, entre ellos el conocido como brigadier Recio del Moral, cogiéndoles también varios prisioneros, así como caballos, armas, monturas y otros efectos. Tan heroica acción sería recompensada con la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase, laureada, concedida por Real Orden de 19 de noviembre de 1842.

En abril volvió a enfrentarse a la partida de Orejita, esta vez en Pardillo de Calatrava —donde sufrió una herida de sable en el hombro—, y en junio, a la de Peñasco en Despeñaperros, evitando en septiembre que Villarrubia de los Ojos fuese ocupada por los carlistas.

En enero de 1838 se le confió la protección de los doscientos kilómetros de carretera entre Ocaña (Toledo) y La Carolina (Jaén), y el mando de todos los destacamentos de los pueblos y puntos fortificados próximos, evitando que en marzo cayese Daimiel en poder del contrario y Manzanares en abril, asediada por las fuerzas del brigadier Basilio García y Palillos, consiguiendo días después liberar al diputado por Alicante Ignacio Puigmoltó, apresado por el cabecilla Archidona y por el que se pedía un cuantioso rescate.

Durante 1839 continuó prestando el anterior servicio, y una vez firmado el Convenio de Vergara solicitó su traslado al Maestrazgo, siendo destinado en enero de 1840 al Regimiento Provincial de Santiago y nombrado gobernador militar del castillo de Onda.

En 1841 fue designado ayudante de campo del general Seoane, capitán general de Valencia, siendo en noviembre del año siguiente enviado al Maestrazgo para combatir al cabecilla Lacoba, confiándosele el mando de una columna.

Al producirse el alzamiento de 1843, se adhirió a él en Valencia, y más tarde fue agregado por el general Narváez a su Estado Mayor y ascendido al empleo de segundo comandante, interviniendo en el mes de julio en la acción de Torrejón de Ardoz, y encomendándosele posteriormente que acompañase al general Seoane en su traslado a Francia. Obtenido el empleo de primer comandante en el mes de agosto, seguidamente pasó a Valencia en situación de reemplazo.

Habiéndose trasladado en noviembre de 1844 al extranjero sin el oportuno permiso, se le dio de baja en el Ejército, regresando a España en 1846 acogido a indulto, siendo absuelto de los cargos que se le imputaban y repuesto en su empleo, pasando a la situación de reemplazo en Aravaca, y posteriormente en Vitoria y Medina del Campo.

Desde Vitoria expuso en 1849 a la superioridad cuál era su penosa situación tras llevar seis años en situación de reemplazo. Al referirse a su experiencia sobre la primera guerra civil se lamentaba así: “Sin más ambición que la de la gloria, su ánimo fue retirarse terminada aquella guerra, pues poseía entonces recursos de que más tarde se vio privado, y por consiguiente se halla hoy atenido al producto de su espada para atender a su subsistencia”.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. G-2171.

J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.

 

José Luis Isabel Sánchez