García García, Segundo. Vegapujín (León), 13.V.1874 – León, 27.VI.1931. General de brigada de Caballería (Escala de Reserva), caballero Laureado de la Real y Militar Orden de San Fernando.
Militar que ha sido definido, por algunos autores, como “liberal y constitucionalista” y que recorrió todo el escalafón desde soldado hasta general haciéndose acreedor, en el camino, a la máxima condecoración militar: la Cruz Laureada de San Fernando.
Nacido en Vegapujín, en la comarca leonesa de Omaña, el 13 de mayo de 1874, ingresó en quintas el 9 de diciembre de 1893 y el 7 de marzo de 1894 pasó destinado al Regimiento de Cazadores de Galicia, 25º de Caballería, con sede en La Coruña. El 1 de noviembre fue ascendido a cabo, continuando en su unidad hasta el 30 de octubre de 1895 en que causó baja por haber sido destinado, en concepto de voluntario, al Ejército de Filipinas.
El 15 de noviembre embarcó en el puerto de Barcelona y el 14 de diciembre llegó a Manila, siendo destinado al Regimiento de Caballería de Filipinas, de guarnición en dicha capital. En marzo de 1897 fue ascendido a sargento y el 13 de junio salió con su sección de operaciones en la provincia de Cavite, quedando destacado en Indang para practicar reconocimientos en los pueblos cercanos, regresando a Manila el 1 de octubre. El 13 de diciembre, al mando de nueve hombres, marchó a la provincia de Pampanga formando la escolta del comandante general del centro de Luzón.
Durante la primera mitad de 1898 tomó parte en diversos combates, haciéndose acreedor –por sus actuaciones durante los meses de abril, mayo y junio– a tres cruces del Mérito Militar, con distintivo rojo. Estos hechos se vieron culminados en el combate del 14 de junio por el que fue recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando.
Su actuación en este último combate, según la descripción del Fiscal Militar en su juicio contradictorio, es la siguiente: “(...) al retirarse el General Monet del pueblo de San Fernando de la Pampanga al de Macabebe, con una columna de unos mil hombres y una considerable impedimenta (...) se vio detenido frente a la estación férrea de Santo Tomás por más de 4000 hombres que envolvieron a la columna en un círculo de fuego. Que las fuerzas de la vanguardia que hasta entonces había avanzado lentamente por las dificultades que el terreno encharcado ofrecía, se vio con el paso cortado por unas trincheras. Que [el sargento Segundo García García] recibió la orden de que sin perder un instante y a toda costa cargara contra el enemigo. Que avanzó [con cuatro jinetes] al galope y cargó a poco con tal decisión sobre la trinchera que el enemigo la desalojó y se refugió en un camarín inmediato. Que dueño [Segundo García] de la trinchera, rompió el fuego sobre el camarín, sosteniéndolo hasta que la escolta quedó en su totalidad fuera de combate (...) Que visto el ejemplo de arranque y abnegación de tan corta fuerza de caballería, reaccionó la Infantería y avanzó enérgicamente, penetrando (...)”
En la carga resultó herido el sargento García que, el 22 de julio, era ascendido a 2º teniente de Caballería (Escala de Reserva), por méritos de guerra, con antigüedad del 14 de junio, siendo destinado al Cuadro eventual de reemplazo y agregado al Regimiento de Filipinas, tomando parte en la defensa de la plaza hasta que capituló el 13 de agosto; cesó en su agregación a final de diciembre cuando fue disuelto el regimiento.
El 8 de abril de 1899, en la evacuación del archipiélago filipino, regresó a España y fue destinado al Regimiento de Reserva Palencia, número 14. En enero de 1900 fue destinado al Madrid, número 1, y en la capital de España permaneció los años siguientes ascendiendo a 1er teniente en 1906, capitán en 1910, comandante en 1913 y teniente coronel en 1918. Además, aprovechó su estancia en Madrid para obtener el título de bachiller, en 1908, y la licenciatura en Derecho en 1912.
En 1919 se inició un nuevo período en su vida, al ser nombrado delegado de abastecimiento de la provincia de León; trabajo que también debió desarrollar con esmero porque, a finales de ese mismo año, fue designado inspector de abastecimiento de Navarra y meses después, en agosto de 1920, secretario de la Diputación de esta provincia, cesando en dichos cometidos en abril de 1921. Sus actuaciones en estos campos merecieron varias felicitaciones.
Regresó a Madrid y en septiembre de 1921 ascendió a coronel. Tomó parte en el pronunciamiento contra Primo de Rivera que tuvo lugar el 24 de junio de 1926 (conocido como “la sanjuanada”). De resultas fue condenado por “proposición para la sedición” a la pena de cuatro años de prisión con la accesoria de separación del servicio. En esta situación permaneció hasta la amnistía de febrero de 1930.
Regresó, nuevamente, a Madrid y el 21 de abril de 1931 fue nombrado gobernador de las Prisiones Militares de dicha plaza y en junio del mismo año se le concedió el pase a la segunda reserva y el empleo de general de brigada, cesando en el cargo para el que había sido nombrado en abril y retirándose a León donde falleció a los pocos días.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, Exps. personales.
Antonio Bellido Andréu
