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Joaquín Montenegro y Guitart

Biografía

Montenegro y Guitart, Joaquín. Talavera de la Reina (Toledo), 11.XII.1817 – Madrid, 30.V.1881. Militar, teniente general, procedente de Ingenieros.

Ingresó en el Colegio General Militar de Segovia en 1829, donde permaneció hasta 1834. En ese mismo año ingresaba en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, saliendo de la misma, una vez completados sus estudios y con el grado de teniente, el 11 de diciembre de 1838.

Destinado a Cataluña en el primer Batallón del Regimiento que operaba contra los carlistas (1ª Guerra Carlista), realizó numerosas fortificaciones (Valsareny, la Biosca, Alenlorús, Igualada, Manresa, Caldés...), tomando parte, además, en gran número de operaciones sobre la Granadella, Camprodon, Berga, Peracamps y Solsona. Destacaba especialmente en la de Peracamps, del 14 al 16 de noviembre de 1839, donde era recompensado con el ascenso a capitán sobre el campo de batalla, y en la batalla del mismo nombre (24 de abril de 1840), en la que atacó y tomó con su compañía una posición defendida por un enemigo mucho más numeroso. Terminada la guerra, permaneció en Cataluña realizando trabajos facultativos.

Ascendido a capitán del cuerpo en 1841, siguió en el entonces único Regimiento de Ingenieros, hasta que en marzo de 1843 se embarcó para Filipinas, con el empleo de comandante en Ultramar (el destino en ultramar llevaba consigo un ascenso en el Cuerpo, únicamente mientras permaneciera en el destino), donde realizaba igualmente numerosos trabajos facultativos (obras civiles y militares), como la reparación de los malecones norte y sur del río Pasig en su desembocadura, un muelle nuevo sobre el mismo río y obras en la catedral de Manila. En 1846, promovido a comandante de Ingenieros, se trasladaba a Cavite, donde dirigió los trabajos de fortificación y obras del puerto. Escribió, además, una memoria sobre el establecimiento inglés de Singapur. A los dos años pasó a la Comandancia de Manila, donde durante algún tiempo dirigió las obras de la catedral de dicha ciudad. Fue miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País de Filipinas. Aprovechando, en 1846, unos días de descanso, reconoció el volcán de Taal, en la isla de Luzón, describiéndolo en una memoria, así como el itinerario que le llevó hasta el cráter. Permaneció en el archipiélago hasta 1849 en que, debido a una enfermedad contraída, era autorizado a volver a la Península.

Destinado primero a Santoña, luego a Ayamonte y después a Sevilla, redactó una memoria sobre las defensas de Huelva, solicitada por la Junta de Defensa General del Reino; proyectó y ejecutó el cuartel que se mandó construir en el castillo de Sanlúcar de Barrameda, para Infantería y Caballería, y en 1852 desempeñó una comisión reservada en el reino de Portugal que le llevó hasta Lisboa, por lo que se le dieron de real orden las gracias por el informe que a consecuencia de ella escribió.

Ascendido a comandante del Cuerpo, con fecha de 14 de diciembre de 1853, era destinado al mando del 2º Batallón del Regimiento de Ingenieros que se encontraba en Menorca, dirigiendo Montenegro los trabajos de construcción del fuerte de Isabel II o de “La Mola”. Al producirse el pronunciamiento del general O'Donnell el 28 de junio de 1854 y la acción de Vicálvaro dos días después, el general gobernador reunió a los jefes militares, les expuso la situación y les propuso que se adhirieran al movimiento que parecía triunfar, como lo había hecho ya Mallorca. Todos se adhirieron, excepto Montenegro, que adujo que las fuerzas de ingenieros sólo obedecían al gobierno constituido y por lo tanto no se adherían al pronunciamiento. El 24 de julio, el general gobernador de Menorca le trasladaba el Real Decreto nombrando un nuevo ministerio y Montenegro y las disciplinadas tropas de su mando reconocieron al nuevo gobierno constituido.

Promovido a teniente coronel de Ingenieros el 26 de febrero de 1856, se le destinaba a la Dirección-Subinspección del Cuerpo en Galicia, donde llevó a cabo numerosas obras, como el cuartel del Príncipe Alfonso y el cuartel de Atocha, ambos en La Coruña, construido éste último, entre 1859 y 1864, y que se aproxima a los cánones del neoclasicismo. Respecto al primero de los cuarteles, por la importancia de la obra, así como por la economía con que se llevó a cabo su construcción, se le dieron las gracias de real orden, en dos ocasiones, mereciendo también que el citado edificio fuese calificado por la superioridad, como un modelo para cuarteles de su clase, en climas análogos al de Galicia.

El 17 de agosto de 1864 ascendía a coronel de Ingenieros, pasando como jefe de estudios a la Academia de Ingenieros de Guadalajara, donde permanecía poco más de un año, hasta que era destinado como director del Museo de Ingenieros y Vocal de la Junta Superior facultativa, en 1866. Permaneció en el mismo destino hasta el 11 de abril de 1868, en que fue nombrado oficial del Ministerio de la Guerra. Durante dicho tiempo desempeñó gran número de comisiones importantes, como la redacción de un nuevo Reglamento para las obras y servicios del Cuerpo, y la propuesta de una nueva organización para las tropas del Arma, cuya comisión presidió.

Como consecuencia de la revolución de 1868 (la “Gloriosa”) el 4 de octubre de dicho año Montenegro cesaba en el Ministerio de la Guerra, pero el 29 del mismo mes tomó el mando del primer Regimiento de Ingenieros, y en 1º de diciembre, se hizo cargo de la Secretaría de la Dirección General del Cuerpo, para la que fue nombrado, al mismo tiempo que vocal de la Junta Superior Facultativa.

El 8 de junio de 1869 ascendió a brigadier director subinspector del Cuerpo, pero continuó, en comisión, desempeñando los mismos cargos y habiendo quedado al mes siguiente en situación de excedente por la reducción de las plantillas estuvo año y medio, a solicitud propia, encargado de los referidos destinos con el sueldo de cuartel, es decir, la mitad del que le correspondía como destinado activo.

En 1870 era nombrado vicepresidente de la Junta Superior Facultativa, conservando la Secretaría de la Dirección General y desempeñando estos cargos permaneció hasta el 9 de julio de 1873, en que, a consecuencia de la supresión de las direcciones generales de las Armas y nueva organización del ministerio de la Guerra, cesó en el destino de secretario y era nombrado presidente de la Junta Superior Facultativa de Ingenieros.

El 30 de mayo de 1872 era destinado en el ejército de operaciones que se formó en las provincias del Norte, a consecuencia de la insurrección carlista, conservando los cargos que desempeñaba. Estuvo constantemente en operaciones con el cuartel general del ejército y el 19 de junio del mismo año regresó a Madrid con el general en jefe, habiendo sido recomendado por éste al gobierno por su brillante comportamiento.

En septiembre de 1873 fue nombrado comandante general de Ingenieros del Ejército del Norte y director subinspector del distrito de las Vascongadas. Con su ejército concurrió el 7 de noviembre a la batalla de Montejurra, recibiendo como premio la Gran Cruz roja del Mérito militar. Posteriormente participó en el levantamiento del bloqueo de Tolosa y en las acciones de Velabieta y otros puntos, que se dieron el 9 de diciembre. Al trasladarse el ejército desde la Rioja a las posiciones de Somorrostro, Montenegro marchaba desde Logroño con algunas compañías de Ingenieros y el tren de puentes, estableciendo más tarde un puente sobre la ría de Guriezo (Castro Urdiales, Cantabria), de modo que pudo ya pasarlo la artillería. Permaneció allí hasta el 17 de febrero de 1874 en que fue replegado y trasportado a la ría de Somorrostro. Asistió a los combates de 23 y 24 de febrero en San Martin de Somorrostro y alturas de Montano, bajo las órdenes del general Morlones, y a los del 21, 26 y 27 de marzo contra las posiciones de San Pedro Abanto. Después de estas últimas acciones quedó el ejército en situación bastante comprometida. Dominadas casi todas las posiciones que había conquistado por las más elevadas de los carlistas, se pensó que se abandonase a Bilbao a su suerte y replegar el ejército a la línea del Ebro. Como el general en jefe halló los consejos de Montenegro muy acertadas, dispuso que se conservasen las posiciones conquistadas, asegurándolas en lo posible de los fuegos enemigos. Gracias a tales medidas el ejército pudo esperar sin retroceder, a que se organizasen otras fuerzas “al mando del capitán general marqués del Duero, las cuales efectuaron el movimiento de flanqueo que, después de los combates del 28, 29 y 30 de abril, salvó a Bilbao, haciendo abandonar al enemigo sus formidables posiciones”.

Por decreto de 30 de abril de 1874 y en consideración a sus servicios en toda la campaña, fue ascendido Montenegro a mariscal de campo, siendo baja en el Cuerpo de Ingenieros.

El 17 de mayo marchó para Valencia, a las órdenes del capitán general del distrito, que le encargó la dirección de las operaciones contra los carlistas. A pesar de la inferioridad de las tropas a su mando, la escasez de dinero y de recursos, batió a los carlistas el 28 de mayo en Domeño y Chelva, dirigiéndose a la ciudad de Castellón a marchas forzadas, ocupándola. Más tarde, se enfrentó a los carlistas resguardados en las formidables posiciones de Alcora y con gran superioridad numérica. El 14 de junio de 1874 reconoció por sí mismo el general Montenegro las posiciones enemigas, derrotando completamente a las facciones, mandadas por el hermano del pretendiente.

El 1º de octubre tomó el mando de la tercera división de operaciones del principado, empezando por fortificar Igualada y otros pueblos, consiguiendo, además, conducir a Berga un convoy con armamento y material, y después consiguió derrotar a un importante contingente carlista a las órdenes de Tristany (18 de diciembre de 1874).

Al producirse la restauración monárquica en la persona de Alfonso XII (29 de diciembre de 1874), era destinado a Barcelona con su división, persiguiendo constantemente al enemigo.

Los días 15y 16 de mayo de 1875 batió a la facción de Álvarez en Cuevas de Vinromá y San Mateo (Castellón), tomando a viva fuerza este pueblo. Poco después, como el general Dorregaray se había situado el 26 de mayo en las formidables posiciones de Alcora, allí fue a buscarle Montenegro, saliendo el mismo día de Castellón, y después de cinco horas de marcha, atacó con menores fuerzas, tomando todas las posiciones enemigas. Pasaba más tarde, a restablecer las comunicaciones de Vinaroz y Castellón con Morella, fortificando fuertemente a San Mateo, a la vista del enemigo, que con tiroteo constante y escaramuzas frecuentes trataba de impedirlo, y sosteniendo además dos acciones entre Chert y San Mateo, que ganó el 12 y 18 de junio. Rendida la plaza de Morella y después de vigilar la ribera del Ebro para impedir el retroceso de las facciones, pasó Montenegro con su división á Cataluña, concurriendo del 21 al 27 de agosto al sitio y rendición de la Seo de Urgel.

Siguió después operando en el valle de Arán, pero sintiéndose poco después enfermo, fue autorizado, el 20 de septiembre, para acudir a Madrid. Promovido al empleo de teniente general el 21 de noviembre de 1875, por sus distinguidos servicios en las operaciones del Centro y Cataluña, fue nombrado capitán general de Castilla la Vieja el uno de abril de 1876, en cuyo destino permaneció hasta 30 de agosto de 1878, fecha en la que pidió el retiro, para atender al restablecimiento de su salud.

Fue nombrado consejero de Estado en 1879 y presidente de la Sección de Guerra y Marina en 1880.

Además de las dos cruces de San Fernando ya citadas, fue condecorado con las grandes cruces de San Hermenegildo, Isabel la Católica, Mérito Militar roja y blanca, Cruz de 3ª de esta misma orden, Encomienda de Carlos III y otras varias por acciones de guerra.

Escribió una Descripción del volcán de Táal y del itinerario formado para visi­tarlo, publicada en 1847 y que constituye la pri­mera descripción científica que se ha hecho del mencionado volcán, célebre por la violencia de sus erupciones.

 

Obras de ~: Descripción del volcán de Taal y del itinerario formado para visitarlo, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1847; Reseña del nuevo establecimiento de los ingleses en Singapore, 1847; Reseña de las obras ejecutadas en 1847, en las Comandancias de Manila y Cavite, 1848; Estudios sobre la Pampanga y otras provincias, 1849.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exps. personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1838-1874; [Redacción], “Necrologías”, en Memorial de Ingenieros y Revista Científico Militar (1881); Índice Analítico del Memorial de Ingenieros (1843-1920), Madrid, 1921; W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Memorial de Ingenieros, Madrid, 1923; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.º 63-66 (2001 y 2002).

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño