Beaufort y Goignies, Anthoine de. Arràs (Francia), 1593 – ?, s. t. s. XVII. Teniente de la Guardia de Arqueros de Corps y gentilhombre de la boca de Felipe III y Felipe IV.
De familia noble, era hijo de Luis de Beaufort, gobernador de Duquesnoy, teniente general de la gente de armas de ordenanza y coronel de una compañía de lanzas en tiempos de Farnesio, y de Antoinette de Goignies, naturales ambos de la villa de Duquesnoy en Hainaut. Este origen hidalgo le facilitó que, siendo muy joven, fuera nombrado paje del rey; y durante su servicio en Aranjuez, hacia 1608, vio alguna cosa indecente del duque de Lerma que, desde ese momento, procuró tenerle contento. Este patronazgo le valió para servir posteriormente en el ejército de Flandes y para, en 1612, ser llamado a la Corte madrileña como teniente de la guarda de archeros de Corps, oficio que llevaba aparejado el de gentilhombre de la boca del rey. Ayudó también a su elección el que Jacques de Croy, marqués de Falces y capitán de la guarda, estuviera emparentado con su familia gracias al matrimonio de su hermano, el conde de Solre, con Anne de Beaufort, familiar de Anthoine. Junto con su nombramiento como teniente de archeros, que se produjo a su llegada a la Corte a comienzos de 1613, se le concedió un hábito de Santiago tras las pruebas y el interrogatorio pertinentes. Fueron éstos realizados por los caballeros Federico de Afflighem y Antonio Carraffa, y no cupo dudas sobre su hidalguía y limpieza de sangre. Prueba de ello fue que Felipe III le dio, el 15 de mayo de 1615, una carta de recomendación para que se concediera a su madre el título de marquesa de Vendegnies, al que aspiraba.
En 1616 solicitó licencia para poder acudir a servir en los ejércitos del Rey católico, y Felipe III ordenó que el gobernador de Milán le proveyese con una compañía de lanzas, y en el intermedio, del sueldo de capitán de ella. Por la jornada de Aragón, sin embargo, el Rey hizo que el asunto se detuviese hasta 1619, momento en que Beaufort reanudó sus peticiones y demandó poder ir a servir al Palatinado. El monarca finalmente atendió su solicitud y Beaufort en 1620 con una pensión de dos mil libras de cuarenta gruesos. Tras fallecer Felipe III, retornó a Castilla y fue acusado de conspirar contra la vida del conde duque de Olivares mediante “artes de hechicería veneno o cualquier otro medio”, con objeto de reponer en el cargo a Lerma, y de traer un hechicero de Flandes y dar muerte a su criado Juan Florens, en Carabanchel, mientras probaban lo que iban a utilizar contra Olivares.
El 27 de julio de 1623 fue condenado a cadena perpetua y a que todos sus bienes fueran requisados, así como a perder su condición de teniente de los archeros.
Aunque apeló, no se le concedió una rebaja de la condena hasta unos años después; entonces partió de Madrid para servir en los ejércitos de la monarquía hasta su fallecimiento.
Fuentes y bibl.: Archivo General del Palacio Real, Madrid, registro 5730; Archivo General de Simancas, Estado, legs. 1760, 1768 y 1775; Secretarías Provinciales, lib. 1444, fols. 16-177; Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Santiago, exp. 925; Inquisición, leg. 3683, caja 1; British Library, additional, mss. 36449, fol. 5.
F. Navarro, C. Morterero y G. de Porras y Rodríguez, Catálogo de la noble guardia de archeros de corps. La prueba nobiliaria en los archeros de la noble guardia de corps, Madrid, Hidalguía, 1962, págs. 25 y 26; J. H. Elliott, El Conde Duque de Olivares, Barcelona, Crítica, 2004, pág. 202.
José Eloy Hortal Muñoz
