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Francisco Javier de Larumbe Rodríguez

Biografía

Larumbe Rodríguez, Francisco Javier de. Santiago de Compostela (La Coruña), 2.II.1730 – Madrid, c. 1796. Comisario ordenador y gobernador del Banco de San Carlos.

Hijo de Ramón de Larumbe y Malli, intendente de ejército, consejero honorífico de Guerra y caballero de Santiago, y de María Rodríguez y Muñoz. Único descendiente de este matrimonio, Francisco Javier de Larumbe fue enviado a estudiar a Salamanca, donde un tío suyo, arcediano de Medina, era canónigo de la catedral. Allí cursó durante tres años Lógica, Física y Matemáticas en el Colegio Real de la Compañía de Jesús. Pasó luego a la universidad, alcanzando el grado de bachiller y luego el de licenciado en la Facultad de Leyes (1754). Fue vicerrector en 1749, diputado en 1756, y miembro de la Academia de Juristas sita en el colegio de Santa Cruz de Cañizares, llegando a opositar a las cátedras de Prima y de Código en esta Universidad y en la de Valladolid. Finalmente, se inclinó por seguir la carrera paterna en el cuerpo político de la Real Hacienda Militar, siendo nombrado comisario de Guerra en 1763.

Residiendo en Sevilla, de donde su padre era asistente, al tiempo que intendente de Andalucía, Francisco Javier de Larumbe fue recibido académico honorario de la Real Academia de Buenas Letras de aquella ciudad (1762). Allí participó en la tertulia de Olavide, con quien trabó amistad, y en los trabajos de la Sociedad Económica Sevillana. Fue Olavide quien le encargó la administración de los gremios de la ciudad, trabajo que desempeñó con reconocida eficacia, tratando de paliar los efectos del desempleo, y redactando para dicha Sociedad un importante informe sobre la reforma industrial. En el mismo hacía ver la necesidad de “fomentar el crédito de las artes y la estimación de los artesanos”, al tiempo que criticaba la postura abstencionista de la nobleza. Siguiendo la línea propuesta por Bernardo Ward en el Proyecto Económico presentado en 1762, pero aún no publicado, insistía Larumbe en el desarrollo de la industria textil, especialmente la de la seda, junto con el cultivo de las moreras, apoyando en este punto a su también amigo Jovellanos, secretario entonces de la Comisión de Industria, Comercio y Navegación de la misma Sociedad Económica de Amigos del País, e impulsor de la creación de escuelas de hilanzas para revitalizar aquella industria.

Prototipo del hombre ilustrado, participó en la vida cultural de la capital andaluza de la mano de Olavide y Jovellanos, haciendo presencia en las tertulias y críticas teatrales, y figurando como suscriptor de la Colección de obras en verso y prosa de Tomás de Iriarte y en las Crónicas de Pérez de Guzmán.

El fallecimiento de su madre y, posteriormente, en 1777 el de su padre y su tío, junto con el encarcelamiento, proceso y condena de Olavide entre 1776 y 1778, y la marcha a Madrid de Jovellanos este último año, le hicieron caer en un cierto abandono, llegando a escribir a este último: “Nada quiero más que comer un puchero en mi casa libre de cuidados y fatigas, pues como no tengo mujer, padres ni hermanos me hallo en la disposición de pensar de este modo”. Sin embargo, su ulterior matrimonio con su parienta María Catalina de Urreta y Larumbe proporcionó nuevas ilusiones a su vida. Después de participar en el asiento de las fábricas de salitre andaluzas, en 1783 pasó destinado a Madrid, y ese mismo año, siendo ya caballero de Santiago, ingresó en la Orden de Carlos III.

Tras la creación en 1782 del Banco de San Carlos, en Junta de 27 de diciembre de 1784 Larumbe fue nombrado director bianual por designación real, teniendo a su cargo durante 1785 y 1786 el control en el ámbito de las dos Castillas, Vizcaya, Navarra, Burgos y Santander del abastecimiento de los víveres y vestuario para el Ejército y la Marina que el Banco había asumido por asiento. En dichas funciones permaneció hasta el 20 de diciembre de 1786. Con ocasión de los ataques dirigidos contra el creador y director del Banco, Cabarrús, Larumbe hizo causa común con otros directores y vocales de renombre como el marqués de las Hormazas, Jovellanos y el duque de Híjar, defendiendo el comportamiento de aquél y su dedicación al banco sin compensación. El Banco de España conserva el retrato de Larumbe pintado por Goya en 1787.

En 1788 fue ascendido al grado de comisario ordenador.

Falleció en Madrid hacia 1796.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Secretaría de Guerra, leg. 463.

R. Santillán, Memoria histórica sobre los Bancos Nacionales de San Carlos, Español de San Fernando, Isabel II, Nuevo de San Fernando y de España, Madrid, T. Fortanet, 1865; Banco de España, El Banco de España. Dos siglos de historia, 1782-1982, Madrid, Exposición Conmemorativa del Banco de San Carlos, 1982; P. Tedde de Lorca, El Banco de San Carlos (1782- 1829), Madrid, Banco de España, 1988; F. Abbad y D. Ozanam, Les intendants espagnols du xviiie siècle, Madrid, Casa de Velázquez, 1992, pág. 117.

 

Juan Miguel Teijeiro de la Rosa