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José María Rancés y Villanueva

Biografía

Rancés y Villanueva, José María. Cádiz, 16.III.1842 – 11.VII.1917. Eclesiástico, obispo de Dora y Cádiz.

Miembro de una familia de sólida y reputada posición —padre, gran comerciante y madre aristócrata—, cursó la enseñanza primaria en el prestigioso colegio particular dirigido por el jesuita J. M. de la Vega y luego en el de San Felipe en el que tuvo como profesor al eximio gramático Eduardo Benot. Entre 1857 y l864 transcurrió su carrera sacerdotal seguida en el Seminario gaditano. Poco antes de concluirla, en 1863, el célebre obispo Félix Arriete le nombró su familiar y más tarde, debido a haberse convertido en su más estrecho colaborador, secretario y gobernador eclesiástico de la diócesis. Canónigo en mayo de 1878 y rector del Seminario, se aquistaría fama de celoso pastor de almas y hombre de avenencia y consenso. El 10 de junio de 1886 fue preconizado obispo de Dora y prior de las órdenes militares. Tercero de los prelados que rigiera la flamante sede manchega creada por el Concordato de Bravo Murillo, el decenio en que estuviera a su frente fue muy positivo para su definitivo asentamiento e institucionalización, obra en gran medida del buen trabajo de un prelado prudente, laborioso y rentables amistades y contactos con las esferas gobernantes. Asimismo, el nivel religioso de la mitra ciudarrealeña experimentó durante su pontificado un considerable ascenso, fruto de una tarea apostólica y misional bien planeada y ejecutada, en un clima de notable emulación entre la mayor parte del clero y de armonía con los poderes públicos. Presentado para la mitra gaditana el 28 de noviembre de 1898, tomó posesión de ella el 19 de marzo de 1899, en una mala coyuntura general en el contexto de la capital y provincia. Sus dotes conciliadoras y dialogantes se revalidaron en una sede más compleja social y culturalmente que la manchega en cuya dirección quizá faltarán algo del ímpetu e ilusión tan destacados en la rectoría de la castellana, como, entre otros ejemplos, lo evidenciara su actitud frente al largo litigio de la reivindicación por Ceuta de su carácter episcopal. Su acusado declive físico se traduciría en un acentuado pesimismo acerca de la religiosidad española, en general, y de la gaditana, en particular.

 

Bibl.: J. M.ª León y Domínguez, Recuerdos gaditanos, Cádiz, Tipografía de Cabello y Lozón, 1897; V. Cárcel Ortí, León XIII y los católicos españoles. Informes vaticanos sobre la Iglesia en España. Pamplona, Eunsa, 1988; J. Sánchez Herrero (coord.), Historia de las diócesis españolas. 10. Iglesias de  Sevilla, Huelva, Jerez y Cádiz y Ceuta, Madrid-Córdoba, BAC, 2002. 

 

José Manuel Cuenca Toribio