Ayuda

Francisco de Castellví y Espina

Biografía

Castellví y Espina, Francisco de. ?, 1565 – 1638. Magistrado, regente del Consejo Supremo de la Corona de Aragón, caballero y clavero de la Orden de Montesa.

Su familia formaba parte de una rama colateral de la de los condes de Carlet originarios de Valencia. En 1601 era examinador de Leyes en el Estudi de Valencia, señala Graullera, con Juan Jerónimo Blasco como adjunto. En esa fecha accedió al cargo de asesor del baile general de Valencia (privilegio de 2 de febrero de 1601) y posteriormente al de juez de la Audiencia valenciana, donde aparece en la Sala Civil en 1607 (privilegio de 22 de agosto de 1607), hasta que accedió al Consejo de Aragón como regente por Valencia en septiembre de 1617 (privilegio de 16 de septiembre de 1617) sustituyendo a Felipe Tallada (decidido en consulta de 15 de agosto de 1617). Recibió la habitual ayuda para trasladarse a la Corte, si bien tuvo problemas, tampoco raros, de aposento, que persistían en 1620 (consulta de 5 de marzo de 1620). Al año siguiente ingresó en la Orden de Montesa, de la que fue clavero desde 1634 hasta su muerte. En junio de 1619 se le asignaron 400 ducados de pensión eclesiástica sobre la primera iglesia que vacare por sus meritorios trabajos en la “disposición de los Fueros de Valencia”.

Pidió volver a la Audiencia valenciana en 1625 con sesenta años, pero lo impidió la resistencia puesta por el virrey. En enero de 1625 consiguió una ayuda de mil ducados en concepto de dote para su hija mayor. En esas fechas, y como si se tratara de una primera fase de la difusión de las ideas olivaristas, se desplazó a Valencia, junto con sus colegas valencianos del Consejo de Aragón, el citado Luis Blasco y Jerónimo de León, el gran comentarista de las sentencias de la Audiencia valenciana. Concretamente el 17 de enero de 1625 se reunían en casa de Castellví para organizar la petición de un donativo extraordinario en Valencia.

Regresó a la Corte pero, unos meses más tarde, en noviembre, fue enviado a Valencia, encargado de difundir y aplicar allí el proyecto olivarista conocido con el nombre de Unión de Armas. Baltasar Navarro de Arroita se trasladó a Zaragoza con el mismo objetivo.

Al consejero valenciano Luis Blasco se le había encomendado lo propio en Cerdeña y Mallorca, lo que puede indicar que la relación entre éste y Castellví fue intensa, pues existía también por vía familiar (la hija de Luis Blasco, Jerónima, estaba casada con Felipe Castellví, hijo del conde de Carlet). Castellví se dirigió al estamento militar valenciano, el más poderoso e influyente, el 20 de diciembre de 1625. Pronunció un largo discurso, detalladamente analizado, al igual que toda la misión de nuestro personaje, por Dámaso de Lario, que reflejaba muy bien, como los de sus colegas, las ideas de Olivares. La opinión de la calle, a juzgar por los pasquines que aparecieron en la ciudad, se mostró bastante hostil, llegando a decirse en uno de aquéllos que había venido “per a vendre sa patria”. La cuestión quedó pendiente para ser tratada en unas futuras Cortes, convocadas pocos días más tarde. Castellví participó activamente en estas Cortes, celebradas en Monzón, como interlocutor regio en su continua relación con los brazos, estudiada también por Dámaso de Lario, desde la proposición hasta la clausura.

En su actividad ordinaria en el Consejo de Aragón, tuvo una activa intervención en diferentes materias valencianas, aparte de las relacionadas con la Unión de Armas, dentro de una Junta para los asuntos concernientes a las Cortes de Valencia. Por Real Decreto de 16 de septiembre de 1631, se incorporó a una Junta de Extracción de Sal, en la que se pretendía que esta materia tuviera un tratamiento uniforme en “todas las provincias”. Se le hizo merced del hábito de una de las tres órdenes militares para el nieto que nombrare y una ayuda de costa de 1.500 ducados. Al ascender Melchor Sisternes al Consejo de Aragón en 1632, Castellví ocupó por un tiempo el puesto de regente en la Cancillería de la Audiencia, a la que regresaba a Valencia después de quince años en la Corte como regente del Consejo de Aragón, lo que es una muestra de la circulación del cursus, en el que no era raro que se ascendiera al máximo para regresar al reino de origen a disfrutar los últimos años de vida, desplegando al mismo tiempo la amplia experiencia anterior. Falleció en 1638, según se indica en un memorial de 1642 en que se remonta su muerte a ese año, lo que parece confirmarse por el hecho de que su hija Margarita pidiera ayuda de costa por el fallecimiento de su padre, en febrero de 1640 (consulta de 7 de febrero de 1640) declarando que había pertenecido al Consejo de Aragón durante veinte años, después de dieciséis en los tribunales de Valencia. Durante cuatro años simultaneó su actividad en el Consejo de Aragón con el de Cruzada. No fue sustituido como regente del Consejo de Aragón sino hasta 1642, pasando a ocupar su plaza el entonces abogado fiscal Lamberto Ortiz (consulta de 11 de abril de 1642).

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Reino de Valencia, Real Cancillería, 437, privilegio de 2 de febrero de 1601; 436, fol. 270, privilegio de 22 de agosto de 1607; Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, leg. 139, consulta de 15 de agosto de 1617; leg. 132, doc. 173, consulta de 5 de marzo de 1620; leg. 623, docs. 31/13 y 51/2; leg. 27, consulta de 11 de abril de 1642; leg. 30, Real Decreto de 13 de agosto de 1631; leg. 135, consulta de 7 de febrero de 1640; secc. Consejo de Aragón, Registros de Cámara, 39, fol. 12.

J. Casey, El Reino de Valencia en el siglo xvii, Madrid, Siglo XXI, 1983; D. de Lario Ramírez, El Comte-Duc d’Olivares i el Regne de València, València, ed. 3i4, 1986; T. Canet Aparisi, La Magistratura Valenciana (S. xvi-xvii), Valencia, Universitat de València, 1990; J. Arrieta, El Consejo Supremo de la Corona Aragón, 1494-1704, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1994; V. Graullera Sanz, Juristas valencianos del siglo xvii, Valencia, Generalitat Valenciana, 2003.

 

Jon Arrieta Alberdi