García García, Raimundo. Garcilaso, Ameztia. Madrid, 15.III.1884 – Pamplona (Navarra), 19.X.1962. Periodista.
Madrileño de nacimiento e hijo de un carlista de origen leonés que estuvo exiliado en Francia, estudió bachillerato en el instituto San Isidro de León.
Huérfano de padre, a los catorce años tuvo sus primeros contactos con la prensa. Realizó traducciones del francés para la revista La España Moderna (1889- 1914), de José Lázaro Galdiano. Por decisión de su tutor, el escritor y académico Antonio Balbuena, en 1902 con dieciocho años entró a trabajar como redactor en El Eco de Navarra, en aquel momento el diario más importante de Pamplona, en el que destacó, entre otras, por sus crónicas teatrales y musicales.
Al mismo tiempo, ejerció de corresponsal de ABC en la capital navarra. En 1911 entró a formar parte de la redacción de Diario de Navarra y fue nombrado su director un año más tarde. Dentro de su labor periodística destacaron sobremanera las crónicas que, desde septiembre de 1921 hasta marzo de 1922, envió desde Marruecos, adonde acudió como corresponsal durante la guerra entre España y el país norteafricano; en aquellos artículos dio noticias de los soldados navarros que encontraba en los frentes; al mismo tiempo, entró en contacto con militares que, años más tarde, iban a influir de manera importante en la vida nacional. Ejerció asimismo, desde Marruecos, de corresponsal telegráfico del diario madrileño El Debate. Cuando retornó a Pamplona en 1922, la Diputación Foral le nombró Hijo Adoptivo de Navarra y fue objeto de un homenaje popular. Volvió a Marruecos, para repetir su experiencia periodística, en los meses de septiembre y noviembre de 1924 y entre septiembre y diciembre de 1925 con motivo del desembarco de Alhucemas.
Al margen de su actividad periodística —pero con una vinculación evidente—, participó de forma activa en política. Durante la dictadura de Primo de Rivera, que apoyó, fue nombrado concejal del Ayuntamiento de Pamplona, pero rehusó el cargo. Aceptó, sin embargo, su designación como miembro de la Asamblea Consultiva Nacional (1927). Durante la República mantuvo una línea de oposición al poder establecido.
Tuvo un protagonismo destacado en el rechazo al Estatuto de Estella (1932). Fue elegido diputado a Cortes por el Bloque de Derechas de Navarra (1933 y 1936), aunque apenas desempeñó actividad parlamentaria.
Sin embargo, ejerció un papel de primer orden como enlace civil del general Emilio Mola en los preparativos de la conspiración que dio lugar a la Guerra Civil de 1936; de hecho, el bando en el que el general Mola declaraba el estado de guerra en Navarra fue impreso en los talleres del Diario de Navarra. Tras esta experiencia política —también fue nombrado consejero nacional del Movimiento y rechazó ser delegado del Ministerio de Educación Nacional en Navarra y alcalde de Pamplona (1938)—, se centró en su actividad al frente del Diario de Navarra, en el que permaneció como director hasta su fallecimiento en 1962.
Entre las condecoraciones y distinciones que recibió se encuentran la Encomienda de número de la Orden de Isabel la Católica y los títulos de Hijo Adoptivo de Navarra, periodista de honor (otorgado por el jefe del Estado), periodista de honor de la Asociación de la Prensa de Pamplona y caballero comendador de la Orden de San Silveste. Fue inscrito en el Registro Oficial de Periodistas con el n.º 7, dato significativo habida cuenta de que los primeros registrados eran destacados políticos de la posguerra.
Bibl.: J. J. Sánchez Aranda, “García García, Raimundo”, en VV. AA., Gran Enciclopedia Navarra, vol. V, Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra, 1990, págs. 281 y 282; J. J. Sánchez Aranda y R. Zamarbide, Garcilaso, periodista (60 años de historia de Navarra), Pamplona, Ediciones y Libros, 1993.
Gabriel Imbuluzqueta Alcasena
