Villarroel y Robles, Gaspar de. Aguilar de Campos (Valladolid), 15.X.1808 – Samos (Lugo), 2.XI.1896. Abad benedictino (OSB), teólogo, profesor, canónigo.
De niño fue enviado por sus padres a estudiar a Rioseco (Valladolid), pero renunciando a la considerable herencia paterna ingresó en 1823 en el monasterio benedictino de San Salvador de Celanova (Orense), donde tomó el hábito el 27 de abril de 1824 y emitió su profesión monástica el 24 de mayo de 1825. Celanova pertenecía a la Congregación de San Benito de Valladolid, en cuyos colegios estudió fray Gaspar Filosofía en San Salvador de Lérez (Pontevedra) y Teología en San Vicente de Oviedo y San Pedro de Eslonza (León). En este último monasterio recibió la ordenación presbiteral el 22 de diciembre de 1832, siendo destinado en 1834 al Colegio de Santa María de Obona (Asturias) como maestro de estudiantes y pasante de Filosofía. Al sobrevenir la exclaustración de 1835 hubo de abandonar el monasterio y prestó sus servicios como ecónomo de dos antiguos prioratos de Celanova hasta que en 1857 fue nombrado por el obispo de Orense vicerrector del Seminario. Cuando el obispo de Orense fue promovido a la sede de Valladolid lo llevó consigo como secretario de cámara y lo hizo beneficiado de la catedral en 1859, alcanzando una canonjía en 1863 y la dignidad de arcipreste del Cabildo en 1875. Fue además profesor de Teología en el colegio de ingleses y director espiritual de varias comunidades religiosas.
Pero fray Gaspar añoraba la vida del claustro; a instancias del obispo fray Rosendo Salvado, abad de New Norcia (Australia), se decidió en 1879 a solicitar del obispo de Lugo el monasterio de San Julián de Samos con el fin de restaurar la vida monástica y establecer un colegio de misioneros benedictinos de ultramar. El gobierno dio su permiso el 16 de marzo de 1880 y el padre Villarroel, en compañía de otro monje exclaustrado, fray Plácido Menéndez, tomó posesión del monasterio el 5 de mayo de 1880. A ellos se unieron unos pocos monjes exclaustrados, doce en total, la mayoría septuagenarios, de los que tres abandonaron al poco tiempo. Los restantes eligieron por abad a fray Gaspar el 1 de julio de 1880. Poco a poco la restauración del monasterio se fue consolidando e incluso hubo un intento de fundación en San Salvador de Lérez (Pontevedra) en 1884, pero que hubo de ser abandonado a los dos años. Más éxito tuvo el establecimiento de algunos monjes en el antiguo monasterio cisterciense de San Clodio del Ribeiro (Orense), pero a pesar de todo se demostró inviable el restablecimiento de la antigua Congregación de San Benito de Valladolid, por lo que el 13 de enero de 1893 Samos y San Clodio se unieron a la congregación casinense de la primitiva Observancia o de Subiaco.
El padre Villarroel había previsto dimitir una vez terminadas las gestiones de unión a la congregación italiana, y así lo hizo el 8 de junio de 1893, alegando sus muchos años y enfermedades. Pudo, sin embargo, seguir desempeñando los oficios de mayordomo y profesor de moral hasta la muerte.
Bibl.: P. Rueda, Al notificar a los principales monasterios de la Orden Benedictina y a todos los de nuestra Congregación por medio de esquelas dirigidas al efecto la muerte del Rvmo. P. D. Gaspar (Lucas) Villarroel [...], s. l., [1896]; E. Zaragoza Pascual, Los Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid (1801-1893), Silos, Stvdia Silensia, XIII, 1987, págs. 322-328; M. Arias Cuenllas, Historia del monasterio de San Julián de Samos, Samos, Monasterio de Samos, 1992, págs. 409-457.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB
