Blanco Rejón, José. Lima (Perú), 1655 – Charcas (México), c. 1718. Letrado, clérigo y oidor en Indias.
Hijo legítimo del capitán de caballos José Blanco Rejón y de Sebastiana Ramos Galbán. Cursó diez años en el Real Colegio de San Martín de Lima, y en la Universidad de San Marcos de la capital virreinal obtuvo el grado de bachiller en Cánones (8 de noviembre de 1678), bachiller en Leyes (1680) y el de licenciado en Cánones (2 de septiembre de 1682). Se dedicó a opositar a cátedras sin mayor éxito, pues sólo llegó a leer como sustituto las de Prima de Cánones y Vísperas de Leyes, ejercicios que compartía con su profesión de abogado desde el momento en que fue recibido como tal por la Real Audiencia de Lima (1680).
En el año 1684 pasó a los reinos de España y allí incorporó sus grados de bachiller en Cánones y Leyes (1687) en la Universidad de Salamanca, graduándose en su tradicional capilla de Santa Bárbara como licenciado en Leyes (2 de septiembre de 1687) y doctor en la misma facultad (24 de septiembre de 1687).
Como muchos naturales del Nuevo Mundo aprovechó las necesidades económicas de la Monarquía y, previo servicio pecuniario de diez mil pesos, fue nombrado en el año 1688 fiscal de la Real Audiencia de Santiago de Chile, pero casi de inmediato se le concedió una plaza de oidor en el mismo tribunal, de la que recibió título el 17 de septiembre de 1688.
Tardó algún tiempo en organizar su viaje de regreso a las Indias y sólo tomó posesión de su plaza de oidor en Santiago de Chile el 14 de marzo de 1692, en cuyo servicio siempre se encontró incómodo por su falta de salud y porque se hallaba deseoso de ordenarse de presbítero. Por estas razones, en el año 1700 fue autorizado para no votar en la decisión de las causas criminales y se le permitió recibir las órdenes sacras, e inmediatamente comenzó a solicitar una prebenda “para poderse retirar de la judicatura en que estaba violento”.
Finalmente, el Consejo de Indias le consultó para el arcedianato de la ciudad de La Plata el 1 de junio de 1705, despidiéndose de sus colegas en Santiago el día 11 de mayo de 1708, con destino a la capital de las Charcas, donde acabaría sus días como arcediano de la catedral y habiendo dejado en el reino de Chile una bien ganada imagen de juez recto y celoso del servicio real, como informaban al Consejo de Indias los oidores santiaguinos tres días después de su partida del reino: “Havrá más de 16 años que lo había hecho en ella cumpliendo enteramente con lo que era de su cargo, portándose con toda independencia, integridad y desinterés, sin respecto ni atención, más que a lo que era de su obligación, aplicándose con gran desvelo en el cumplimiento della”.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, 2, 67, 84, 224; Indiferente General, 138; Ultramar, 802; Archivo Nacional Histórico de Chile, Escribanos de Santiago, 415; Real Audiencia, 2965, 3136.
A. de Silva y Molina, “Oidores de la Real Audiencia de Santiago de Chile durante el siglo xvii”, en Anales de la Universidad de Chile, CXIII (1903), pág. 68; M. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Greenwood Press, 1982, pág. 51; De la impotencia a la autoridad, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, págs. 206, 238, 324 y 330.
Javier Barrientos Grandon
