Recabarren y Pérez Borroto, Martín de. La Habana (Cuba), 11.XI.1679 – Santiago de Chile (Chile), 7.I.1767. Oidor en Indias.
Hijo de Miguel de Recabarren y Márquez, natural de La Habana, regidor del Cabildo de dicha ciudad, y de Luisa Pérez Borroto, que pertenecía a una familia largamente asentada en la isla de Cuba, a diferencia de la de Miguel de Recabarren, cuyo padre era originario de Guipúzcoa.
Después de haber aprendido las primeras letras en su ciudad natal pasó a la Real Universidad de Méjico, graduándose en ella de bachiller en artes (1700) y de bachiller y licenciado en Leyes (1703), e inmediatamente se incorporó al Colegio Mayor de Santa María de Todos los Santos, y leyó como sustituto la Cátedra de Prima de Leyes en la universidad mejicana.
Después de ser recibido como abogado por la Real Audiencia de Méjico comenzó a pretender una plaza togada, la que sólo pudo conseguir mediante un servicio pecuniario de 4000 pesos, que tal fue el beneficio que hizo a la Corona por un nombramiento de oidor supernumerario de Panamá, que se le concedió por Real Decreto del 23 de mayo de 1707, pero ya tres meses más tarde obtenía plaza en propiedad.
En 1715 fue trasladado como oidor depositado a la Real Audiencia de Santiago de Chile, oficio del que tomó posesión el 30 de julio de 1716 y del que recibió título en propiedad el 30 de diciembre de 1723, en cuyo ejercicio permaneció hasta su muerte.
En Chile se desempeñó como auditor de guerra y superintendente de la real hacienda en Concepción en 1717, época en la que se trasladó a Buenos Aires, ciudad en la que se mantuvo hasta el año 1720, dedicándose activamente al comercio.
En 1728 participó activamente junto a sus colegas Juan Próspero de Solís Vango y Francisco Sánchez de la Barreda y Vera en los desórdenes y escándalos habidos con ocasión de la celebración del capítulo provincial de la Orden de San Agustín, que acabaron cuando estos tres ministros en cuerpo de Audiencia extrañaron de los Reinos de las Indias al maestro fray Diego de Salinas, y le remitieron bajo partida de registro a la Casa de la Contratación de Cádiz, actuación por la cual fueron acusados ante el Consejo de Indias, y sobre consulta del 3 de agosto de 1730 fueron representados estos desarreglos y se estimaba que los dichos tres oidores eran dignos de una severa demostración, parecer que fue aceptado y en su consecuencia fueron multados en 2000 pesos cada uno, y tras ser notificados de esta decisión elevaron un Memorial al Consejo en el que hacían presente, con citación del fiscal, la posesión y costumbre inmemorial en que se hallaba la Real Audiencia de Santiago de Chile de asistir a la celebración de los Capítulos Provinciales de todas las órdenes religiosas, y por ello solicitaban les fuera levantada la multa, pero una vez remitido el citado memorial al Consejo por papel del 3 de noviembre de 1739, sobre consulta del 21 de octubre del año siguiente los consejeros opinaron no condescender a la petición formulada, y con tal dictamen se conformó el Monarca, estampando el sacramental “como parece”.
Sirvió también como juez privativo de tierras vacas desde 1738. Pasó a la Frontera en 1738 junto al presidente Manso para la distribución del real situado y después de esta comisión redactó un Informe al Rey sobre los medios de reducir a los indios y conservar la quietud del reino (Santiago de Chile, 1739). Entre 1749 y 1765 sirvió como superintendente de la Real Casa de Moneda.
En el año de 1725 había contraído un ventajoso matrimonio con Isabel Eduarda Pardo de Figueroa, natural de Tinta, que le aportó un dote cercana a los 20.000 pesos, cuyos hermanos eran el marqués de San Lorenzo de Valle Umbroso, el primer marqués de Figueroa, el primer marqués de la Atalaya y el primer arzobispo de Guatemala. De este enlace nacieron diez hijos, entre los que destacaron el canónigo Estanislao de Recabarren, rector de la Real Universidad de San Felipe de Santiago de Chile (1777), Margarita de Recabarren Santiago de Chile, que casó con Manuel Diego Antonio de Encalada y Chacón, marqués de Villapalma de la Encalada, y Juana de Recabarren, casada con Santiago Ignacio Marín de Póveda, marqués de Cañada Hermosa.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, 68, 69, 223; Panamá, 254; Ultramar, 802; Archivo Nacional Histórico de Chile, Capitanía General, 17; Escribanos de Santiago, 530, 56, 665, 675, 678, 680; Real Audiencia, 3.136, 3.138.
J. T. Medina, Diccionario biográfico colonial, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1906, pág. 725; G. Lohmann Villena, Los americanos en las Órdenes Nobiliarias, II, Madrid, Instituto de Historia de América Gonzalo Fernández de Oviedo, 1947, págs. 411-412; J. L. Espejo, Nobiliario de la Capitanía General de Chile, Santiago de Chile, Ed. Universitaria, 1967, págs. 635, 681-684; M. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Greenwood Press, 1982, págs. 279-280; De la impotencia a la autoridad, Méjico, Fondo de Cultura Económica, 1984, págs. 246, 247.
Javier Barrientos Grandon