Teixaquet, Miguel Tomás de. Llucmajor, Mallorca (Islas Baleares), 1529 – Lérida, 1578. Teólogo, canonista de Trento, obispo de Lérida.
Al morir los padres de Teixaquet siendo éste muy joven, se encargó de su educación su tío Francisco Tomás, obispo de Ampurias de Cerdeña. Es probable que cursara Gramática en la famosa escuela luliana de Randa, de donde procedería el lulismo casi soterrado que se adivina en algunos de sus textos. Luego estudió Filosofía en Barcelona, donde en 1549 defendió unas tesis de dialéctica y otras ex libris de ortu et interitu de Aristóteles. Su interés por el derecho le llevó a la Universidad de Bolonia, el principal centro jurídico de la época, donde tuvo por maestro al célebre jurista Gabriele Paleotti y a Mariano Socino, entre otros. A Socino le dedicó su primera obra, De ratione discendi ius civile, compuesta a los veinticinco años, en la que insiste en la conveniencia de que los juristas conozcan a fondo el latín, la historia y la filosofía, programa digno de un auténtico hombre del Renacimiento que osaba vituperar a los más famosos civilistas de la Edad Media —Ulpiano, Accorsi, Bartolo— por sus defectos lingüísticos, de erudición y dialéctica. Después de graduarse en Leyes y Cánones, marchó a estudiar Teología a París, cuna de la escolástica, y luego a Lovaina, donde se había afianzado la nueva corriente de la teología positiva.
Este caudal de conocimientos explica su personalidad de humanista-jurista-teólogo, que si no fue tan relevante como la de sus amigos Carlos Borromeo y Antonio Agustín, sí es merecedora de no caer tan constantemente en el olvido.
El papa Pío IV, elevado al solio pontificio en 1559, eligió a Teixaquet para los altos cargos de corrector de la Sagrada Penitenciaría y teólogo consultor del Colegio de Cardenales. Cuando el papa Médicis convocó la tercera sesión del Concilio de Trento (1562), nombró a Miguel Tomás de Teixaquet doctor canonista del sínodo, oficio que compartió con eclesiásticos tan eminentes como Paleotti (cardenal-arzobispo de Bolonia), Scipione Lancellotti y Giambattista Castelli.
Tomás de Teixaquet fue a Trento con el título de procurador o representante de su tío Francisco, obispo de Ampurias, y el de representante, asimismo, del prelado de Anagni, el aragonés Miguel Torrella. Posteriormente, se trasladó a Roma, donde fue secretario de la Comisión de los Correctores del Corpus Iuris Canonici. En estos años, los más fecundos intelectualmente, se nutre de una espléndida biblioteca con más de dos mil volúmenes y numerosos manuscritos, y escribe prácticamente todas sus obras, entre las que sobresalen las Disputationes quaedam ecclesiasticae. En este volumen hace una defensa de la doctrina católica contra los judíos, musulmanes y herejes; indica histórica y canónicamente cómo debían celebrarse los sínodos diocesanos y provinciales ordenados por el Concilio de Trento; propone como ejemplo las normas dadas por san Isidoro; o diserta ampliamente sobre los colegios de religiosos o seminarios con la pretensión de ampliarlos a las jóvenes que hayan de ingresar en los monasterios de monjas.
El encargo pontificio más importante que recibió fue el de colaborar en la revisión del Decreto de Graciano con uno de los más prestigiosos jurisconsultos de la época, el zaragozano de origen catalán Antonio Agustín, obispo de Lérida entre 1561 y 1577 y arzobispo de Tarragona hasta su muerte, en 1586.
Durante el período romano tuvo asimismo algunos beneficios en la Catedral de Mallorca —sacristán o tesorero (1570) y canónigo (1572)—, aunque las reclamaciones del Capítulo por su ausencia fueron constantes. En 1576, Gregorio XIII ordenaba al nuncio en Madrid que recomendara a Tomás de Teixaquet para el obispado de Segorbe y más tarde para el de Alguer. En 1577 se le nombró obispo de Lérida, al quedar vacante esta diócesis por el traslado de Antonio Agustín al arzobispado de Tarragona.
Poco después de tomar posesión de la prelatura, falleció súbitamente. La dignidad episcopal había servido sólo para ennoblecer la figura del ilustre canonista, actualmente considerado uno de los principales representantes españoles del humanismo jurídico (mos gallicus) del siglo xvi.
Obras de ~: Michaelis Thomae Taxaquetii Hispani orationes duae civiles, una de tota iuris ratione, altera de ratione discendi ius civile, Bolonia, Antonio Manuzio, 1556; Disputationes quaedam ecclesiasticae. Breviss christianae ac catholicae defensio, et iudeorum, mahumetanorum atque haereticorum oppugnatio. De ratione habendi Concilia Provincialia ac Diocesana, et de iis quae in ipsis sunt tractanda. Isidori Ordo de celebrando Concilio. De variis collegiis ad utilitatem publicam constituendis, Roma, [Paulo Manuzio], 1565; L. Laeli Lactantii Firmiani Divinarum Institutionum libri 7, Amberes, 1570; Commentarium de suffragio procuratorum in synodo, s. f. (inéd.); Expositio Bullae quae in die Coenae Domini legi solet, s. f. (inéd.); Casus in iure reservati Romano Pontifici et episcopis, et similia, s. f. (inéd.); De universali episcopatu et reservationibus ac de annatis disputationes, s. f. (inéd.); Explanationes primae de iustitia et iure leg. “Diem functo” de officio assesoris in Digestis, s. f. (inéd.); Topicorum M. T. Ciceronis explanatio, cum praefatione de usu inventionis, s. f. (inéd.); Ioannae Calafatae Maioricensis vita et quaedam notata de quibusdam sui saeculi faeminis pie viventibus, s. f. (inéd.).
Bibl.: C. Gutiérrez, Españoles en Trento, pról. de J. Pérez Villanueva, Valladolid, Instituto Jerónimo Zurita, 1951; B. Font, “El Ilmo. y Rvdmo. Sr. don Francisco Thomás de Taxaquet, obispo de Ampurias y Civitá (Cerdeña)”, en Studi Sardi (1962-1963), págs. 132-163; “Contribución a la biografía de los obispos Francisco y Miguel Thomás de Taxaquet”, en Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana, 79 (1963), págs. 216-223; V. Durbà Llobat, “Vida y obras del canonista Miguel Thomas de Taxaquet (1529-1578)”, en Revista Española de Derecho Canónico, 50 (1993), págs. 49-73; M. Batllori, “Miquel Tomàs de Teixaquet, canonista de Trento i bisbe de Lleida”, en Les reformes religioses al segle xvi. Obra Completa, VI, Valencia-Barcelona, Tres i Quatre, 1996, págs. 351-365.
Antonio Fernández Luzón
