González-Pola Álvarez-Uría, César. Oviedo (Asturias), 17.X.1921 – 1.VII.1989. Pintor.
Nació en el seno de una familia acomodada, cuyas aficiones musicales y poéticas influyeron en su temprana vocación artística. Entre 1931 y 1936 se trasladó con su familia al palacio de Hevia (Siero), donde comenzó su afición por la naturaleza, sintiendo especial predilección por los árboles. De formación autodidacta, empezó a pintar a los cinco años mostrando gran facilidad para el dibujo. Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), su familia se trasladó a Pasto (Colombia), donde cursó estudios en el colegio de San Francisco Javier, destacando en la asignatura de Dibujo y siendo elegido para representar al departamento en la Exposición Nacional de Pereira, donde obtuvo una Medalla de Bronce y un Diploma de 1.ª Clase. De su paso por Colombia destaca la decoración realizada en la capilla de los jesuitas de Pasto.
En 1939 la familia regresó a España, comenzando a partir de esos momentos su andadura en el ambiente artístico asturiano con la participación en los certámenes de pintura convocados por Educación y Descanso, consiguiendo una Medalla de Plata en el Certamen Nacional de Madrid. Entre 1944 y 1951 trabajó como delineante con Francisco González Villamil y luego como profesor de Dibujo en el colegio Fruela de Oviedo, además de colaborar con Regiones Devastadas. Su primera exposición individual la realizó en la Sala de Casa “Angelín” de Oviedo (1946) y en 1951 en Madrid, en Casa Vilches. También en este año obtuvo una plaza de delineante en el Ayuntamiento de Oviedo, donde elaboró el escudo oficial de dicho organismo.
En 1973 puso en marcha una escuela de pintura en Oviedo y comenzó a desarrollar su faceta artística con mayor intensidad. En 1977 presentó en la Obra Social y Cultural de la Caja de Ahorros su serie Árboles y hojas, con gran éxito de crítica y público, que repitió dos años después en la Sala del Prado del Ateneo de Madrid. Su pintura se caracteriza por mostrar un mundo interior profundamente religioso y que, en ocasiones, posee cierta raigambre simbolista. Realizó algunos retratos, pero fue esencialmente pintor de paisajes, realizados al natural, que constituyen verdaderos testimonios formales y ambientales desde el punto de vista cromático y lumínico, entre los que destacan los nocturnos y árboles. Realizó numerosas exposiciones en Oviedo, Gijón, Avilés, Valladolid, Santander, así como en Dinamarca, Inglaterra, Francia, Holanda y Alemania.
Obras de ~: Palacio de Hevia, 1942; Retrato de su mujer, 1944; Serie Bocetos de sensaciones, 1946; Bosque otoñal, c. 1953; La Vaca (Luanco), c. 1955; Cementerio de árboles, 1960; Nocturno, 1971; Retrato de la viuda de Vallespín, 1972; Campiello (Tineo), 1974; Serie árboles y hojas, 1975-1976; Medina de Rioseco, 1980; Río Sella, 1982; Espantapájaros, 1986; Serie Árboles en el Aramo, 1987.
Bibl.: T. Cuesta, “Bocetos de César Pola”, en La Hoja del Lunes (Oviedo), 10 de abril de 1950; J. A. Cepeda, “Óleos de César G.-Pola”, en Región (Oviedo), 26 de mayo de 1964; J. Villa Pastur, “César G.-Pola”, en La Voz de Asturias (Oviedo), 25 de noviembre de 1972; L. Castañón, “César G.-Pola paisajista ejemplar”, en El Comercio (Gijón), 17 de diciembre de 1976; A. Corral Castanedo, “César Pola”, en El Norte de Castilla (Valladolid), 10 de octubre de 1978; R. Suárez, “El último romántico”, en La Nueva España (Oviedo), 28 de septiembre de 1990; A. Fernández López, Arte en los Fondos del Ayuntamiento de Oviedo, Oviedo, Ayuntamiento, 1994; L. Feás y J. Villa Pastur, César G.-Pola, Oviedo, 1995.
Amparo Fernández López