Agila o Egila. ?, s. VIII – c. 774. Obispo.
En el Códice Emilianense se incluyen dos obispos con estos nombres en el episcopologio perteneciente a la sede de Iliberis, mencionada como Eliberri y correspondiente a la actual Granada; ambos se incluyen entre los obispos que dieron continuidad sin interrupción a esta sede episcopal tras la invasión musulmana; concretamente, se trata de Egila, que ocupa el número cuarenta y cinco y de Agila, con el cuarenta y nueve. Del primero, cuyo episcopado se desarrolló a partir del 738, no se conoce ninguna otra referencia; tan sólo se constata que sucedió a Balduigo y que precedió a Daniel, que ocupó el número cuarenta y seis de esta sede episcopal. Agila ejerció su episcopado entre el 774, tras el obispo Turibio, y el 783, año en el que le sucedió Gebuldo.
Era originario posiblemente de la Galia Narbonense; de hecho, fue ordenado por Vulcario, arzobispo de Sens; a propuesta de éste fue nombrado obispo por el papa Adriano (772-795) y consagrado por Vulcario; no se le asigno en principio sede episcopal concreta, sino que se le envió a predicar a Hispania, acompañado por el presbítero Juan. Con posterioridad, fue nombrado obispo de Iliberis, cuando quedó vacante esta sede episcopal. En principio, los frutos obtenidos en su actividad pastoral fueron comunicados por carta al papa. Con posterioridad, el papa Adriano le remitió dos cartas (Ad Egilam episcopum in partibus Spaniae), en las que le corregía de determinadas desviaciones heréticas; concretamente, se trataba de su vinculación al arrianismo, que Feliciano propagaba en la Bética, y de los errores de Migecio, relativos a la celebración de la Pascua, ayunos, predestinación, matrimonios, libre albedrío, etc.
En ninguna de las dos epístolas se menciona o se le relaciona con la sede episcopal de Granada; no obstante, se le suele identificar con el correspondiente obispo que ocupó la sede granadina; de los dos obispos mencionados en el Códice Emilianense, se debe identificar con el segundo de los relacionados por razones cronológicas.
Su nombre es de procedencia germánica.
Bibl.: Ph. Jaffé, Regesta Pontificum Romanorum, Leipzig, 1885, n.os 2445, 2446 y 2449; M. Sotomayor Muro, “Sedes episcopales hispanorromanas, visigodas y mozárabes en Andalucía”, en C. González Román y A. Padilla Arroba, Estudios sobre las ciudades de la Bética, Granada, Universidad de Granada, 2002, págs. 478-480; E. Flores, España sagrada, vol. V, Madrid, Revista Agustiniana, 2004 (4.ª edic.), págs. 489-499; vol. XII, págs. 195-200, n.º 45.
Cristóbal González Román