González de Perales, Cristóbal. Escalona (Toledo), p. m. s. xvi – ¿Valbuena (Valladolid)?, f. s. xvi. Monje cisterciense (OCist.), autor místico e historiador.
Ingresó muy joven en el monasterio de Valbuena, donde recibió el hábito monástico el 19 de diciembre 1567. Entre los pocos datos que se conservan de él, resalta el testimonio de sus biógrafos de haberse distinguido desde el primer día por su amor a la soledad y clausura, rehusando salir del monasterio, a no ser por una necesidad urgente, nota primordial requerida en un monje contemplativo. Llegaba al Císter en el momento en que el despliegue de la cultura crecía, pasando de aquel nivel bajo que distinguió a sus monjes durante siglos, a un nivel comparable al de las órdenes más distinguidas por su prestigio cultural.
Recibió las enseñanzas de los mejores sabios que tuvo la congregación en los distintos ramos, no habiendo perdido el tiempo, como lo demuestra el hecho de haber resultado un monje completo, además de santo, con un bagaje cultural considerable, que dejaría fama.
Se ha escrito de él que “desde el primer día de su vida monástica se dio de lleno a cumplir las obligaciones del estado religioso, llegando a ser un auténtico modelo de monjes. Distribuía el tiempo de manera minuciosa entre la oración y el estudio. Cuando los demás monjes se retiraban del templo, él permanecía largo tiempo en oración, entregado a sus devociones piadosas y a la lectura de libros espirituales”.
Como buen cisterciense, sentía una devoción especial por san Bernardo, la figura prócer de la Orden, que tanto ha influido en la Iglesia con sus escritos.
Llevaba el deseo de conocer al santo en la mayor profundidad y se esforzó por leer todas sus obras y cuantos autores trababan sobre su vida. Así fue como nació en él la idea, o por mejor decir, conscientes los superiores de su vasta preparación, le impusieron la necesidad de elaborar una vida del santo en español para el bien de las almas. Lo aceptó de buen grado como una sugerencia, y se dispuso a llevar a cabo una biografía lo más completa posible sobre el santo, basada en sus escritos y en los mejores escritores que han dedicado su esfuerzo a dar a conocer al abad de Claraval.
Resultó una obra digna del mayor encomio que todavía hoy se considera como una verdadera joya. Su valoración objetiva se señala en la aprobación que de ella hizo el abad de San Martín de Valdeiglesias: “El argumento es muy grave porque la vida deste glorioso Santo fue un verdadero espejo de religión: la doctrina del cielo, los milagros innumerables, y todo junto fue de gran importancia para la Iglesia Católica, que tuvo en aquel tiempo necesidad de su doctrina, favor y valor incomparable, como consta de los autores latinos que escribieron su vida. Esta que ha compuesto el padre fray Cristóbal he leído y hallo que no tiene cosa contra la fe, ni contra las buenas costumbres, antes todos pueden sacar gran ejemplo y provecho de ella”.
Se ignora la fecha y el lugar de su muerte. Se supone que fue en su propio monasterio de Valbuena.
Obras de ~: Historia de la esclarecida vida y milagros del bienaventurado padre y melifluo doctor San Bernardo, fundador y primer abad de Claraval, principal amplificador, singular ornamento, gloria y honra incomparable de la sagrada Orden de Cistel, Valladolid, 1601, fol. 432.
Bibl.: B. Mendoza, Synopsis monasteriorum congregationis Castellae, Palencia, s. f. (ms. en Biblioteca de San Isidro de Dueñas, pág. 114); C. Henríquez, Phenix reviviscens, Bruxellae, Typis Ioannis Meerbecii, 1626, págs. 298-299; N. Antonio, Bibliotheca Hispana Nova, vol. I, Madrid, Joaquín Ibarra, 1783, pág. 245 (trad. de G. de Andrés y M. Matilla Martínez, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999); R. Muñiz, Biblioteca cisterciense española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, págs. 153-154; E. Martín, Los Bernardos españoles, Palencia, Gráficas Aguado, 1953, pág. 58; E. Brouette, A. Dimier y E. Manning (dirs.), Dictionnaire des Auteurs Cisterciens, vol. I, Rochefort, Abbaye Notre-Dame de St-Rémy, 1975, pág. 33; D. Yáñez Neira, “Fray Cristóbal de Perales”, en Anales toledanos, XII (1977), pág. 101.
Damián Yáñez Neira, OCSO
