Arias de Saavedra, Fernán. El Bueno. ¿Córdoba?, c. 1370 – ¿Sevilla?, c. 1435. Alcaide de Cañete (Málaga) y frontero en las guerras de Granada.
Hijo de Fernán Yáñez de Saavedra y de Violante Páez de Castro, hija del señor de Espejo. Es muy posible que naciera en Córdoba, tierra de su madre, donde su padre había sido desterrado desde Sevilla por Enrique II por su lealtad petrista.
Su padre y su abuelo ya habían destacado en las guerras contra los moros, por lo que no es extraño que desde joven Fernán Arias se hiciese a la vida de la frontera, en la que labró su fama. En 1403 era vasallo real y alcaide de Utrera, pieza clave de la defensa de Sevilla frente a Granada, y antes de 1407 también lo fue de la fortaleza de Triana, de semejante importancia aunque por otros motivos. Su gran oportunidad llegó el 1 de noviembre de ese año, cuando el infante don Fernando le encargó la difícil y expuesta tenencia de Cañete, conquistada una semana antes. Desde allí Fernán Arias hizo la guerra al modo de la frontera, asegurando siempre el control de la fortaleza pero organizando frecuentes incursiones en campo enemigo.
Aunque sólo disponía de unas decenas de jinetes, la sorpresa, el valor y la superioridad táctica le aseguraron importantes éxitos, de los que las crónicas se hacen amplio eco, llegando hasta los muros de Ronda en sus cabalgadas. La repercusión de sus triunfos fue enorme, convirtiéndolo en personaje de los romances de frontera y en una de las figuras más famosas de la guerra que culminó con la toma de Antequera en septiembre de 1410. En junio de ese año, mientras él estaba en el real sobre la ciudad, su hijo primogénito, Fernando, fue muerto por los moros cuando intentaba correr el término de Setenil, perdiendo más de treinta hombres. Fernán Arias no tardó mucho en vengar ese desastre a costa de los rondeños. La presencia de su hijo en Cañete, y el apoyo que en esos años tuvo el alcaide de su hermano Gonzalo Arias, demuestran el carácter de empresa familiar, de linaje, que tuvo la tenencia de la fortaleza.
La inquietud fronteriza de Saavedra no se apagó nunca y todavía en 1434 tomó parte en la toma de Castellar, plaza conquistada por su hijo Juan. Desde mucho antes era veinticuatro de Sevilla, registrándose en 1416 su implicación en el bando de los Stúñiga, el cual se enfrentaba a la coalición formada por los principales linajes de la ciudad.
Casó con Leonor Martel Peraza, hija de Gonzalo Pérez Martel y de Leonor Ruiz Peraza. Este matrimonio puede explicar que los Saavedra mantuviesen durante mucho tiempo parte de los derechos sobre el señorío de las Canarias que Gonzalo Pérez Martel recibiera en 1390. Le sobrevivieron dos hijos, Juan y Gonzalo, que recogieron los frutos del prestigio ganado por el padre y que fueron figuras de gran importancia en la Sevilla de mediados del siglo XV. Aunque los precedentes de su linaje en Sevilla eran muy anteriores, Fernán Arias fue su auténtico refundador, asentando firmemente su carácter fronterizo y las líneas de actuación que sus sucesores desarrollarían.
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Rafael Sánchez Saus
