Torre y de Arana, Diego de la. Santiago de Compostela (La Coruña), c. 1608 – ?, 1662. Diplomático, secretario de Estado y Guerra en Flandes.
Nació hacia 1608 en Santiago de Compostela, donde su padre, Nicolás de la Torre, natural del valle de Villaverde, situado en las montañas de Burgos junto a Las Encartaciones de Vizcaya, servía como tesorero real. Ni la fecha ni las circunstancias que le hicieron trasladarse a Bruselas —seguramente después de la muerte del archiduque Alberto de Austria, acaecida mediado el mes de julio de 1621— están claras, pero Diego de la Torre ejerció de oficial ordinario de la Secretaría de Estado y Guerra de la capitanía general del ejército de Flandes desde 1622. En 1628, se trasladó a Madrid con una licencia de la infanta Isabel y fue designado para ocupar una plaza en la secretaría del nuevo embajador de Felipe IV ante la Santa Sede, don Manuel de Acevedo y Zúñiga, VI conde de Monterrey.
Algunos años después, Martín de Axpe —titular de la Secretaría de Estado y Guerra “cerca la persona del Cardenal Infante don Fernando” desde 1631— le propuso para ocupar la plaza de oficial mayor de sus escritorios y el Infante dio su beneplácito poco antes de abandonar el estado de Milán, camino de Bruselas, a comienzos de julio de 1634. En 1635, don Fernando remitió a Felipe IV una carta de recomendación solicitando para él el título de secretario real. Alegaba que solían poseerle todos los oficiales mayores de las secretarías “y yo espero que [...] teniendo consideración demás de la consequencia a que es criado mío y a sus servicios hechos con tan grande trabajo, gasto y descomodidad después de que me sigue, se servirá V. M. de hazerle merced de esta honra”. La honra no le fue concedida de momento, pero su sueldo de oficial mayor se actualizó en 1636 (de 30 a 50 escudos mensuales) mediante una cédula que recapitulaba toda su trayectoria antecedente. De acuerdo con ella, Diego de la Torre acumulaba entonces catorce años de servicios, los seis primeros en Flandes (1622-1628) y los tres siguientes en Roma (1628-1631). Tras su regreso a Madrid en 1631, había pasado al virreinato de Cataluña en el séquito del Cardenal-Infante (abril de 1632), adscrito a sus Secretarías y “asitiendo solo al despacho de ambas (negociaciones, de Estado y Guerra) el tiempo de ocho meses que duró allí nuestra asistencia y después en el estado de Milán y jornada de nuestro pasaje a estos [estados] con mucho travajo, toda rectitud y aprobación nuestra, haviendo pasado por sus manos los negocios más graves y de mayor confianza que se han ofrecido, por lo qual, haviendo sido justo honrarle y premiarle, tubimos por bien de hazerle merced de la dicha plaza de oficial mayor de nuestras Secretarias de Estado y Guerra.” El título de secretario real lo obtuvo en agosto de 1638, pocos años antes de hacerse cargo de Secretaría de Estado y Guerra durante las ausencias de su titular (inicios de 1641), Miguel de Salamanca (1638- 1642), encargado de algunas legaciones diplomáticas fuera de Flandes. Este incremento de responsabilidades presagiaba la parcial promoción que Diego de la Torre experimentó tras la muerte de don Fernando. A comienzos de 1642, las dos negociaciones de la Secretaría se dividieron y se encomendaron interinamente a dos secretarios distintos: Diego de la Torre asumió la de Guerra y Francisco de Urraca, secretario particular del nuevo gobernador general, don Francisco de Melo, marqués de Torrelaguna, la de Estado, con el beneplácito real. En 1644, ambas negociaciones se reunieron y encomendaron a un único titular, Francisco de Galarreta, por orden de Felipe IV y Diego de la Torre no se avino a permanecer en Flandes sirviendo su antigua plaza de oficial mayor, como el propio monarca se temía. Regresó a España con don Francisco de Melo en el otoño de 1644.
En 1655 obtuvo un hábito de la Orden de Santiago. Las pruebas de ingreso en la Orden se realizaron en la Corte “por actos positivos y su nacimiento de passo” en Santiago de Compostela. En su círculo familiar existían ya varios caballeros de Alcántara, Calatrava y Santiago. El más renombrado, sin duda, el calatravo Jerónimo de la Torre: hermano de su padre y oficial mayor de la Secretaría de Estado del Norte bajo Juan de Ciriza, secretario real desde 1623, luego secretario del Consejo de Guerra (de la parte de Mar) y de la Junta de Armadas, y finalmente secretario titular de la negociación del Norte entre 1644 y 1659. Sus hijos, Andrés de la Torre y Diego de la Torre (y de Orozco), también habían ingresado en la Orden Santiago hacía algunos años. Diego, nacido en 1619 y primo carnal de Diego de la Torre y de Arana, en 1653, no debe ser confundido con este último, once años mayor que él.
Diego de la Torre y Orozco, fallecido en 1674, fue oficial segundo (1649) y oficial mayor (1652, previa obtención del título de secretario real ese mismo año) de la Secretaría de Estado del Norte mientras la dirigió su padre, Jerónimo de la Torre, y se transformó en titular de dicha Secretaría en noviembre de 1669, previo paso por la Secretaría de Guerra de la parte de Tierra (agosto de 1662, en gobierno) y la Secretaría de Estado de Italia (octubre de 1669, en gobierno). Por el contrario, Diego de la Torre y Arana, fallecido en 1662, ocupó, durante cuatro años, la plaza de residente en la embajada de Irlanda tras su salida de Flandes mediada la década de 1640. Después, sirvió como secretario del Consejo de Cruzada durante siete años consecutivos, plaza que ejercía en la década de 1650. Diferentes cartas, fechadas entre 1652 y 1657 y remitidas por Felipe IV al archiduque Leopoldo- Guillermo y a don Juan de Austria, sus lugartenientes políticos y militares en la Corte de Bruselas, corroboran el dato, recogido también en el expediente de concesión del hábito de Santiago. Se había casado con Isabel de Hernani, una de las hijas del contador del sueldo del ejército de Flandes, Diego de Hernani, y a la muerte del contador (1651), los descendientes habidos de sus dos matrimonios contraídos en Flandes pleitearon largamente por la herencia ante el auditor general y el superintendente de la justicia militar del ejército. Diego de la Torre, como parte interesada, solicitó en diferentes ocasiones la intercesión real al hallarse ausente del lugar donde se seguía la causa ocupado en el servicio del Rey, intercesión que obtuvo al menos en tres ocasiones, como demuestran algunas de esas cartas. Tras dejar el Consejo de Cruzada, sirvió la plaza de secretario de la negociación de Sicilia en el Consejo de Italia y, en enero de 1660, obtuvo la titularidad de la Secretaría de Guerra de la parte de Mar.
Fuentes y bibl.: Consejo de Estado, Madrid, 27 de junio de 1628, Archivo General de Simancas, Estado, leg. 2790; Escribanía Mayor de Rentas, Quitaciones de Corte, leg. 12, 1034-1036; leg. 12, 1022-1023, 1028-1029, 1032-1033 y 1074-1085; leg. 12, 1086-1097; Archives Générales du Royaume de Belgique, Sécrétairerie d’État et de Guerre, reg. 213, fol. 190 r. (Don Fernando a Felipe IV, Bruselas, 22-11- 1635); reg. 36, fols. 85r. y v.; reg. 42, f. 1 r. y v. (Nombramiento de secretario de Guerra en estos estados en persona de don Diego de la Torre, Bruselas, 17.I.1642); Archivo Histórico Nacional, Estado, lib. 981 (Felipe IV al marqués de Castel-Rodrigo, Fraga, 9.VII.1638); lib. 265, fos. 3v.-4r.; lib. 266, fols. 27v.-28r.; lib. 267, fol. 19r.-v.; Órdenes Militares, Santiago, exp. 8108; exp. 8123.
M. Salvá y F. Ramírez de Arellano, Colección de documentos inéditos para la historia de España, vol. LIX, Madrid, Imprenta de Miguel Ginesta, 1873, pág. 473; J. Lefèvre, La Secrétairerie d’État et de Guerre sous le Régime espagnol (1594- 1711), Bruxelles, 1934; J. A. Escudero, Los secretarios de Estado y del Despacho (1474-1724), Madrid, Instituto de Estudios Administrativos, 1969, vol. I, págs. 246-247, vol. II, pág. 386, vol. III, pág. 709; A. Esteban Estríngana, Mecanismos institucionales y financieros de la Monarquía Católica. El eje Madrid-Bruselas en el siglo xvii (1591-1643), (tesis doctoral inéd.), Madrid, Universidad de Alcalá, 2001, pág. 337.
Alicia Esteban Estríngana