Fonseca Ruiz de Contreras y de Rivera, Fernando. Marqués de Lapilla (II). Madrid, p. s. XVII – ¿Madrid?, X.1660 post. Secretario de Estado de los Consejos de Guerra y de Indias, caballero de Santiago.
Ruiz de Contreras, casado con María Felipa de Fonseca, II marquesa de Lapilla, se consideraba un personaje del círculo de confianza del conde-duque de Olivares.
En diciembre de 1635 ingresó en la Orden de Santiago; por aquel entonces ya era uno de los pocos consejeros que acumulaban dos plazas en los Consejos de Indias y en el de Guerra, de los que era secretario.
En su calidad de secretario del Consejo de Guerra asumió muchas funciones de coordinación en los principales frentes bélicos, y por medio de su puesto en el Consejo de Indias tuvo acceso a los más importantes asuntos concernientes a la preparación de las flotas de galeones de América.
En 1637 había asistido a reuniones especiales para tratar del motín de Évora, y en noviembre, cuando Felipe IV tenía previsto ir a Portugal, le comisionó para que lo acompañara. Durante el asedio de Fuenterrabía (1638) trasladó su estancia a pocos metros de los aposentos del conde-duque de Olivares para seguir más de cerca la evolución de la crisis. En el Archivo Municipal de Fuenterrabía se guarda una carta suya de 16 de septiembre de 1638 en la que les daba la enhorabuena por su heroica resistencia y por la victoria final. En abril de 1639 fue enviado a Gerona para preparar las levas militares, y cuando en junio los franceses tomaron Salses y Felipe IV formó una junta, a manera de célula de crisis, Ruiz de Contreras fue nombrado su secretario. Del mismo modo, cuando un año más tarde estallaba la rebelión de Cataluña, Ruiz de Contreras fue creado secretario de la Junta de Ejecución. En aquel momento, se hallaba en Gerona haciendo levas, y pudo escapar de la ciudad gracias a la intercesión del canónigo Narciso Anglasell.
Su lealtad al conde-duque de Olivares y sus servicios a la Corona fueron largamente recompensados. En abril de 1642 conseguía una ampliación de la encomienda en América de que se le había hecho merced.
La caída del privado no le arrastró, antes bien, siguió desempeñando importantes cargos de la confianza del Monarca. A finales de abril de 1643 Felipe IV formó una nueva junta para tratar los asuntos de la guerra de España, y mandó que todos los documentos de la misma fueran entregados a Ruiz de Contreras, a quien había nombrado, cómo no, secretario de dicha junta. En julio siguiente, el Monarca marchó a Aragón para seguir más de cerca la guerra de Cataluña y se llevó como secretario a Andrés de Rozas, dejando en la Corte a Ruiz de Contreras, que lo sustituyó al frente de la Secretaría de Estado. Aquel verano Ruiz de Contreras asumió funciones más directas. En agosto le fue encomendada la comprobación del número exacto de soldados que servían en los ejércitos, y a finales de ese mismo año “hánle dado voto en las cosas tocantes á la Guerra [...]” y pasaba los expedientes de la Secretaría de Guerra al secretario Lezama. Suyo fue un informe que analizaba las defensas francesas en su asedio de Lérida (1646) en el que daba opciones para levantarlo, informe que fue objeto de estudio por parte de la Junta de Guerra de Cataluña. En abril de 1644 Felipe IV le autorizó a volver a la Corte para servir en su plaza del Consejo de Indias, y se rumoreaba que le concederían la presidencia del Consejo de Hacienda. En marzo de 1646 reemplazó al finado Andrés de Rozas al frente del despacho de los asuntos de Estado, convirtiéndose en el principal secretario de Estado, hasta octubre de 1660.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, legs. 292 y 396; Archivo Histórico Nacional, Estado, Libro 716 (1610-1638), Negocios Francia; Archivo Municipal de Fuenterrabía, E. negocios, serie II, “Guerras”.
CARTAS de algunos padres de la compañía de Jesús sobre los sucesos de la monarquía entre los años de 1634 y 1648, en Memorial Histórico Español. Colección de documentos, opúsculos, y antigüedades que publica la Real Academia de la Historia, vol. XVII, Madrid, Imprenta Nacional, 1861-1866, págs. 88, 146, 190, 387 y 462; vol. XVIII, págs. 225 y 266; vol. XIX, pág. 124; V. Vignau y F. U hagon, Índice de pruebas de los caballeros que han vestido el hábito de Santiago desde el año 1501 hasta la fecha, Madrid, Viuda é hijos de M. Tello, 1901, pág. 85; J. Sanabre, La acción de Francia en Cataluña en la pugna por la hegemonía de Europa (1640-1659), Barcelona, Real Academia de Buenas Letras, 1956, pág. 43; J. A. Escudero, Los secretarios de estado y del despacho, Madrid, Instituto de Estudios Administrativos, 1969, pág. desplegable; Q. Aldea, “Los miembros de todos los consejos de España en la década de 1630 a 1640”, en Anuario de Historia del Derecho Español, L (1980), págs. 189- 205 (espec., págs. 199, 202 y 205); A. Heredia Herrera (dir.), Catálogo de las Consultas de Consejo de Indias (1637- 1643), Sevilla, Diputación Provincial, 1990, págs. 79, 151, 463 y 497; J. L. Gonzalo, A. Ribes y O. U ceda, Els setges de Lleida, 1644-1647, Lérida, Ayuntamiento, 1997, pág. 729; J. H. Elliott, El conde-duque de Olivares, Barcelona, Grijalbo Mondadori, 1998, págs. 580, 592, 614 y 729.
Manuel Guëll Junkert