Ibáñez de Ibarra, Pedro. ?, c. 1470 – Santo Domingo (República Dominicana), 27.X.1514. Primer juez de residencia de los oficiales del almirante y repartidor general de indios de la isla La Española.
Debió de nacer hacia 1470. Fue juez de grados de la Audiencia de Sevilla. En 1511 tenía contactos con la Casa de la Contratación de Sevilla y no le eran ajenos los asuntos indianos.
Fue nombrado juez de residencia de los oficiales del virrey y gobernador Diego Colón, a la vez que justicia mayor o alcalde mayor de la isla. Al mismo tiempo fue nombrado, junto con Rodrigo de Alburquerque, repartidor general de los indios de La Española.
Para llegar a estos puestos, debió de estar promovido por el clan Fonseca-Conchillos, las dos personas más influyentes en aquel momento en todo lo relativo al Nuevo Mundo, pues, nada más llegar a Santo Domingo, Ibarra envió información detallada de cuanto observó de interés durante su viaje. Es decir, el Rey era informado a través de Lope Conchillos, lo que significaba una garantía absoluta de que la información llegaba rápidamente y a la cabeza. Otra muestra de que era persona de confianza dispuesta a colaborar con la política oficial es la cooperación y buenas relaciones entre Ibarra y el tesorero Miguel de Pasamonte.
Ibáñez de Ibarra fue nombrado y encargado, en exclusiva, de tomar residencia a los oficiales colombinos por espacio de ochenta días (en la Península eran treinta), ordenándosele que, antes de hacer la residencia, debía quitar los indios a los alcaldes mayores puestos por el almirante y entregarlos al nuevo juez y a su teniente.
Las detalladas instrucciones recibidas, la mayor parte se ha perdido, tienen algunos apartados del máximo interés. Se ordena que se revoquen todos los repartimientos hechos anteriormente; que nadie reciba indios en dos lugares distintos para que haya comunicación entre encomendero y encomendado; que se siga el compromiso de instruir y adoctrinar a los indios; que se reconozca, al fin, a los beneficiarios españoles el disfrute de su encomienda por su vida y por la vida de un heredero; es decir, por dos vidas (hasta ese momento siempre se había negado); que se haga un recuento o registro general de indios de toda la isla, bajo la responsabilidad de los visitadores; que se equilibren los repartos entre pueblos; que la categoría social de los españoles vaya en consonancia con la encomienda que reciban; que a los quejosos del repartimiento colombino anterior (el de 1519) se les haga rápida justicia.
La flota que condujo a los nuevos repartidores a Santo Domingo debió haber partido en el otoño de 1513. Mas no lo hizo hasta mayo de 1514. El 15 de julio arribaban al puerto del Ozama.
Inmediatamente dio a conocer los poderes que traía en medio de la parafernalia típica de la época y pronto quiso ejercer esos poderes más allá de lo razonable, porque se enfrentó al Cabildo de Santo Domingo al pretender entrar en él, so pretexto del cargo, a la vez que se entrometió en cuestiones hacendísticas.
Otra decisión que enrareció el ambiente en la capital de las Indias fue la negativa de Ibarra a que Diego Colón nombrara otros oficiales que sustituyeran a los residenciados, cuando el Rey se lo había autorizado.
En medio de estas tensiones, Pedro Ibáñez de Ibarra enfermó de repente y murió el 27 de octubre de 1514. Tan de sopetón sobrevino la muerte que, según Bartolomé de Las Casas, “algún rumor y sospecha hobo que se le dio con qué muriese”. El Cabildo de Santo Domingo, a espaldas del gobernador Diego Colón, eligió a Rodrigo de Alburquerque para justicia mayor de La Española en sustitución de Ibarra. El Monarca Católico lo aprobó y lo respaldó, pues “si el Almirante se quexare o agraviare desto yo mandaré responder lo que convenga”.
Para sustituir a Ibarra como repartidor, fue nombrado el tesorero Miguel de Pasamonte.
Bibl.: S. Zavala, La encomienda indiana, Madrid, Imprenta Helénica, 1935; “Los trabajadores antillanos en el siglo xvi”, en Revista de Historia de América (México), 2 (1938); A. Rosenblat, La población de América de 1492. Viejos y nuevos cálculos, México, 1967; Ch. Verlinden, Le Repartimiento de Rodrigo de Alburquerque â Española en 1514, Bruselas, Universidad Libre, 1968; E. Rodríguez Demorizi, Los Dominicos y las Encomiendas de indios de la isla Española, Santo Domingo, Editora del Caribe, 1971; S. F. Cook y W. Borah, “The aboriginal Population of Hispaniola”, en Essays in Population History: México and the Caribean, Berkeley, University of California Press, 1971; T. S. Floyd, The Columbus Dinasty in the Caribbean 1492-1526, México, University of New Mexico Press, 1973; L. Arranz Márquez, Don Diego Colón, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1982; C. O. Sauer, Descubrimiento y dominación española del Caribe, México, Fondo de Cultura Económica, 1984; F. Moya Pons, Después de Colón. Trabajo, Sociedad y Política en la economía del oro, Madrid, Alianza, 1987; L. Arranz Márquez, Repartimientos y Encomiendas en la Isla Española. El Repartimiento de Alburquerque de 1514, Madrid, Fundación García Arévalo, 1991.
Luis Arranz Márquez
