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Julio Carabias Salcedo

Biografía

Carabias Salcedo, Julio. Valladolid, 17.IX.1883 – Santiago de Chile (Chile), 11.V.1963. Gobernador del Banco de España.

Hijo de Casimiro Carabias y de Carolina Salcedo Marino, nacidos en Peñaranda de Bracamonte y Me­dina del Campo, respectivamente. Su padre fue pe­riodista y literato, murió trágicamente en 1887. Julio Carabias se casó con Amalia Calonge y tuvo cuatro hijos: Amalia, Julio, Ramón y Rafael.

Estudió en la Escuela Superior de Comercio y en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Bilbao. Su actividad profesional la ejerció, principalmente, en el sector bancario desde que en 1902 empezó a traba­jar en el Banco de Bilbao en sus sucursales de Bil­bao y París. Fue contador y director de la compañía de seguros La Polar (1910-1917), del Banco Vasco (1918-1920) y del Banco del Río de la Plata en Bil­bao (1920-1931). Presidió la Cámara de la Propiedad (1927-1929). En esta etapa dirigió la revista Informa­ción de la Cámara Oficial de Comercio de Bilbao y colaboró con la Revista Nacional de Economía, la pu­blicación más importante especializada en temas económicos que se edita en España en la primera mitad del siglo xx. Inició el estudio estadístico de la banca local vizcaína.

Fue el primer gobernador del Banco de España en la Segunda República, se mantuvo al frente de la entidad durante todo en el bienio republicano-socialista, desde el 16 de abril de 1931 hasta el 4 de octubre de 1933, con los ministros de Hacienda Indalecio Prieto, Jaime Carner y Agustín Visuales. Al instaurarse la República, la situación monetaria era difícil, agravada por las consecuencias de la crisis internacional iniciada en 1929 y por la salida de ca­pitales que se produjo a raíz del cambio de régimen. La cuestión monetaria exterior llegó a determinar la política monetaria de los gobiernos de la República y del Banco de España. Prieto y Carabias se propu­sieron, como sus antecesores, estabilizar la cotización de la peseta. Julio Carabias diseñó un plan de intervención urgente para frenar el descenso de su cotiza­ción, que se presentó al Consejo General del Banco de España a finales de junio de 1931 y se formalizó en la Orden Ministerial de 20 de agosto. En diciem­bre, la cartera de Hacienda pasó a Jaime Carner, que abrió una nueva etapa en la política monetaria, de­cidió dejar el tipo de cambio en libertad y centró su atención en la preparación del presupuesto. Su sucesor Agustín Viñuales se mantuvo en la misma línea; el propio Carabias admitió que la deprecia­ción de la peseta era un tema que había dejado de preocuparle.

La Guerra Civil supuso la escisión del Banco de España en dos instituciones. El 6 de agosto de 1936 tomó posesión como subgobernador primero, en sus­titución de Pedro Pan, que se había pasado a la zona franquista, y el 10 de agosto, el Consejo General lo designa, por unanimidad, vicepresidente del Consejo Superior Bancario. Uno de los sucesos de mayor tras­cendencia monetaria fue el traslado y envío de las reservas de oro del Banco a Moscú, por Orden de 13 de septiembre del gobierno de Largo Caballero. Al día siguiente se presentó a los miembros del Con­sejo General del Banco, entre los que se encontraba Carabias. Este metal sirvió para abonar a proveedo­res de distintos países los suministros que vendieron al gobierno de la República, y aunque falta todavía una contabilidad rigurosa, parece probado que el te­soro español entregado a los soviéticos fue efectiva­mente gastado en su totalidad durante el curso de la guerra.

Al terminar la contienda, se exilió en París. En 1942, el Banco Central en Buenos Aires (ex Río de Plata), en agradecimiento a los servicios que había prestado, le facilitó los medios para trasladarse junto con toda su familia a México. Fue director y conse­jero de la Financiera Hispano Mexicana (HISME), constituida con fondos de la Junta de Auxilios a los Republicanos Españoles (JARE). Publicó el Anua­rio Financiero de México en 1944. Poco después se trasladó a Chile, donde se había establecido su hija Amalia, casada con Juan Echeverría. Allí trabajó para la Superintendencia de Bancos. Escribió artículos en el diario El Mercurio sobre su especialidad. Murió en Santiago de Chile el 11 de mayo de 1963, donde está enterrado.

Recibió la condecoración de Caballero de la Repú­blica.

 

Obras de ~: “Minerales y fletes”, en Hermes, 1916; “El mer­cado de minerales de hierro”, en Revista Nacional de Economía, 1916; “Crónica económica y financiera de Bilbao”, en Revista Nacional de Economía, 1918 y 1919; “La moneda y el juego de los cambios”, en El Liberal, Bilbao, 8 de febrero de 1925; La ficción de los valores monetarios, conferencia pronunciada en el Círculo de la Unión Mercantil e Industrial de Madrid, ? de julio de 1925; Anuario financiero de México, Asociación de Banqueros de México, 1941-1944; “Apuntes de historia mo­netaria. El drama de la peseta”, en Revista de Economía Conti­nental, vol. I, n.º 5 (1946), pág. 514.

 

Fuentes y bibl.: Informaciones aportadas por Rafael Ca­rabias Calonge en junio de 2007; Archivo Histórico del Banco de España (AHBE), Expediente personal, Secretaría, legs. 2173 y 2549/3, carpeta oro; Actas del Consejo General, 16 de agosto de 1931-4 de octubre de 1933, 6 de agosto de 1936-1939; Archivo General de la Guerra Civil Es­pañola, expedientes personales de masones —Julio Carabias Salcedo, SE— Masonería B.C.655, exp. 14.J. Urízar de Olazábal, “Tipo de estadística vasca a base de lo que pudiera ser la de Vizcaya: la del capital, la de transportes y la de producción”, en II Congreso de Estudios Vascos: recopi­lación de los trabajos de dicho Congreso, celebrado en Pamplona del 18 al 25 de julio de 1920, acerca de temas de enseñanza y cuestiones económico-sociales, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza, 1920, pág. 266; Banco de España, Memoria Anual, Madrid, Banco de España, 1931-1933; J. Sardá, “El Banco de España (1931-1962)”, en El Banco de España, una historia económica, Madrid, Banco de España, 1970, págs. 419-446; R. Hilton, Who’s who in Latin America: a Biographical Dictionnary of No­table Living Men, vol. 2, Stanford, Stanford University Press, 1971; J. M. Valle, Las instituciones de la República en el exilio, París, Ruedo Ibérico, 1976, págs. 52-58; P. Tedde de Lorca. “El Banco de España desde 1892 a 1982”, en El Banco de España dos siglos de historia, 1782-1982, Madrid, Banco de España, 1982, págs. 63-66, 167; P. Martín Aceña, La política mone­taria en España 1919-1935, Madrid, Instituto de Estudios Fis­cales, 1984, págs. 211-295; El Servicio de Estudios del Banco de España 1930/2000, Madrid, Banco de España, 2000, págs. 32-36, 47-58, 66-72, 84-85; “La peseta entre dos guerras y una crisis 1919-1936”, en Estudios Económicos-Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona, 2000, nº 21, págs. 78-96; M. Azaña, Diarios completos: monarquía, república y guerra civil, Madrid, Crítica, 2000, págs. 221, 226, 364, 530; J. M. Fernández Pérez, “La Revista Nacional de Economía”, en Economía y economistas españoles, vol. VI, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2001, págs. 1043-1046.

 

Paloma Gómez Pastor