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Bernardo Bretandona

Biografía

Bretandona, Bernardo. Valladolid, p. m. s. XVI – Nogales (León), 1.II.1595. Monje cisterciense (OCist.), abad, predicador, teólogo y orador.

Según el padre Muñiz, Bernardo Bretandona fue un hijo ilustre del monasterio leonés de Nogales, que dio muchos personajes eminentes a la Congregación Cisterciense de Castilla, y, principalmente, que se distinguió durante todo el siglo xvi por una serie de abades de gran personalidad y categoría intelectual y humana: Juan de San Martín, Julio de Médicis, Miguel de Sevilla, Cipriano de la Huerga, Gabriel de Herrera, Bernardo Vázquez, Martín, Atanasio Morante, Ambrosio de Acuña, Melchor de Herrera, Vicente Encalada, Prudencio Gutiérrez y Bernardo Zuazo, entre otros. Todos ellos hombres de letras, algunos enseñaron en Valladolid y Alcalá, varios llegaron a ser grandes cargos en la Congregación, y hasta generales de la misma.

El monasterio de Nogales se distinguía por ser un afamado colegio monástico, proveedor para sí mismo y para otros de personalidades como las citadas.

Precisamente, fray Bernardo recibió el hábito en Nogales, siendo ya diácono, tal vez de manos del padre Atanasio Morante, y lo hizo el día de Viernes Santo, por lo cual algunos le llaman “de la Cruz”.

Cuando ingresó en el monasterio, atraído por su notoriedad de ciencia y santidad, era ya bachiller en Teología. Brilló con fama de verdadero sabio y se hizo célebre por su elocuencia y oratoria sagrada. La congregación le nombró predicador de Alcalá, “donde fue muy aplaudido y apreciado por sus doctos y excelentes sermones”.

La primera vez que se le nombró abad lo fue de su propio monasterio (1584-1587), bajo el régimen de abades trienales. Se preocupó grandemente por afianzar y defender las propiedades del monasterio, incrementar las dotaciones para el colegio e impulsar y favorecer que sus monjes acudieran a las universidades.

Como también demostró grandes cualidades de gobierno, fue nombrado abad de Melón (Orense, diócesis de Tuy), otro de los monasterios de la congregación con un gran colegio de Gramática y Latinidad.

Le nombraron visitador general, y en 1581, abad de Junqueira de Espadañado (Orense).

Por segunda vez fue elegido abad de Nogales (1593- 1585), pero no pudo concluir su trienio, pues le sorprendió la muerte.

Parece ser que dejó muchas cosas escritas, pero no publicadas. Las referencias se han sabido a través del padre R. Muñiz nada más. El padre Muñiz mandaba visitar y visitaba él mismo los monasterios que, antes de la desamortización y salida de los monjes de los monasterios en 1835, contaban en sus archivos con numerosos manuscritos y textos inéditos, aprobados, incluso, para publicación; pero que no vieron nunca la luz o se han perdido.

 

Obras de ~: Bocados de oro sobre las Epístolas de San Pablo à los romanos. I. Tomo, s. l., s. f.; Comentarios sobre los Cantares.

I. Tomo, s. l., s. f.; Explicación sobre algunos vocablos dificultosos de San Pablo. I. Tomo, s. l., s. f.; Exposición sobre las Epístolas de S. Juan. I. Tomo, s. l., s. f.; Tratados sobre los Evangelios Ecce nos reliquimus omnia, y asumpsit Jesus Petrum, s. l., s. f.; Tractatus de restitutione, s. l., s. f., y varios Sermones [el padre Muñiz dice que los conoce por “noticia de Nogales”, pero no se sabe si llegaron a ser publicados; se cree que no].

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Clero, ms. sign. 0/5564.

R. Muñiz, Biblioteca Cisterciense española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, págs. 55-56; D. Y ánez Neira, “Leoneses ilustres en la orden del Císter”, en Archivos Leoneses, 49-50 (1971), pág. 117; “Abadologio del Monasterio Leonés de Santa M.ª de Nogales”, en Archivos Leoneses, 75-76 (1984), págs. 251-252; “El monasterio de Santa María de Nogales, monjes ilustres”, en Archivos Leoneses, 77-78 (1985), págs. 321-322.

 

Francisco Rafael de Pascual Rubio, OCist.