Obdulia García Díaz

García Díaz, Obdulia. Avilés (Asturias), 26.III.1908 – Astorga (León), 3.II.1942. Pintora.

Hija de un modesto constructor de carros, pasó sus primeros años en colegios públicos de la localidad aprendiendo en ellos las mínimas nociones culturales que se vieron complementadas con el aprendizaje de lo que debía conocer quien, como ella, parecía predestinada a convertirse en ama de casa.

Apenas cumplidos los doce años, ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés, institución en la que coincidió con avilesinos de toda clase y condición, orientándose bien pronto al aprendizaje del Dibujo en las clases impartidas por Manuel Soria y que amplió con las de Modelado y Vaciado. La obtención de una matrícula de honor en el curso que finalizaba en agosto de 1926 parece ser el acicate esperado para dedicarse a la práctica del arte. En los dos siguientes cursos captó la atención de los profesores que intentó convencer a sus padres para que le permitiese cursar estudios superiores.

Con la ayuda de dos de sus hermanos, por entonces emigrantes en Estados Unidos, se desplazó a Madrid para matricularse en las pruebas de ingreso en la Escuela de Bellas Artes, consiguiendo pasarlas e iniciando el curso 1929-1930 junto a otros cuarenta y cuatro compañeros, de los que ocho eran mujeres.

Los cursos transcurrieron en Madrid sin sobresaltos apreciables, disfrutando de matrículas gratuitas, tanto por su escasez de medios como por la limpieza de un expediente en el que figura como asignatura complementaria la especialidad de Grabado. No obstante, opositó para obtener el pensionado de número de la Diputación de Oviedo, algo que no consiguió, pero sí una ayuda económica que le sirvió para completar sus estudios en Madrid sin tantos agobios monetarios.

Su primera aparición pública como pintora tuvo lugar en la Exposición de Arte Avilesino de 1932, convocatoria bianual de mucho prestigio desde que fuese instituida en 1921 y que contaba con la tutela de José Francés, secretario perpetuo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y a quien se debía la promoción de muchos artistas avilesinos o asturianos a quienes protegía en Madrid y a los que hacía figurar en convocatorias de carácter nacional.

En 1933, tras finalizar sus estudios, Obdulia García se convirtió en la primera mujer avilesina en obtener un título superior de Bellas Artes y, con ello, su nombramiento como profesora de Dibujo. Inició su actividad con carácter de interinidad en el instituto de Avilés y se preparó intensamente para su participación en la Exposición de Arte Avilesino de 1934 que, en aquella ocasión, fue dedicada a ofrecer un panorama del arte asturiano, en el que ya figuraba, por derecho propio y por méritos adquiridos. Sin embargo, la Revolución de octubre de 1934 y la Guerra Civil Española dieron al traste con sus apenas esbozadas ilusiones y, aún llevando a cabo una tarea creativa intensa pero reservada, se vio relegada al desempeño de tareas familiares que sólo se vieron interrumpidas cuando, al finalizar la contienda, le encargaron la restauración de las grandes pinturas del altar mayor de la iglesia de Santo Tomás de Canterbury que habían resultado dañadas por las acciones bélicas.

En el mismo año 1939, forzada por su precaria situación económica, pese a que la especialidad no le atraía en demasía, opositó a la plaza de profesora de Dibujo Científico en la Escuela de Trabajo de Astorga, cargo que logró y que compaginó con la enseñanza de Dibujo Artístico en un centro privado.

Dedicada a la docencia, apenas tendrá tiempo para la creación, siendo de esta época una serie de paisajes urbanos de muy bella y ágil factura. Aquejada de una grave enfermedad renal, falleció súbitamente en la ciudad leonesa, de forma que se truncó, cuando llegaba a la madurez, su esperanzadora trayectoria.

Obras de ~: Autorretrato, 1927; La madre de la pintora, c. 1931; Arroyo, c. 1933; Retrato de Adelina García a los tres años, 1934; Retrato de Oliva, c. 1934; Bodegón del gato negro, c. 1934; Asturianas, c. 1935; Autorretrato, 1937; Iglesia vieja de Sabugo, 1938; Catedral de Astorga, c. 1941.