Silva, Jerónimo de. Valladolid, p. t. s. xvi – Perú, c. 1572. Alguacil mayor de Lima.
Se sabe que en 1540, siendo aún muy joven, se trasladó en Nueva España y al año siguiente pasó al Perú, donde desarrollará toda su actividad. Estuvo a las órdenes del gobernador Vaca de Castro y también a las del virrey Blasco Núñez Vela, militando siempre en el bando realista. Participó activamente en los conflictos peruanos desde 1541 hasta 1554 en que se ajustició al rebelde Girón. En 1547 estuvo a punto de perder la vida cuando el maestre de campo, Francisco de Carvajal, intentó ajusticiarlo, aunque gracias a la intervención de Antonio de Rivera logró conservar la vida.
En este mismo año de 1547 se le designó alguacil mayor de la Ciudad de los Reyes (Lima); fue alcalde de esta ciudad durante tres períodos (1555, 1557 y 1559). El 23 de junio de 1552 presentó una súplica sobre los repartimientos que había dejado Lagasca, como vecino y regidor de la Ciudad de los Reyes, y “los oidores lo maltrataron de palabra por presentarla, aunque había sido elegido como procurador general de la ciudad, por ser diligente y bien entendido en negocios”. A punto de iniciarse la rebelión de Francisco Hernández Girón le encargaron los oidores de Lima, como gobernantes del Perú, que detuviera en Arequipa a Martín de Robles y los suyos, antes de que se juntase con Girón; hecho que llevó a cabo con gran habilidad, aunque después recibió orden de soltarlos.
En 1553 fue nombrado capitán de vigilancia del mar con un galeón grande guarnecido de cincuenta soldados y treinta marineros. Posteriormente los generales llamaron a Jerónimo de Silva y “lo persuadieron a que dexase el mar y viniese en el campo, pues era mozo y dispuesto para todo trabajo y sabía mejor que otros los pasos de las tierras comarcanas a Lima”.
Se opusieron los oidores a esta acción por ser ellos los que dirigían el Ejército. Posteriormente llamaron dichos oidores a Silva para encargarle que fuera con sus soldados hasta el puente de Mama para vigilar la llegada de Girón y los suyos. Descubrió un destacamento mandado por Salvador de Lozana, los apresó y los llevó a Lima para ser juzgados. En marzo de 1554 llamaron de nuevo los oidores a Jerónimo de Silva para que se hiciera de nuevo cargo de la Armada, donde permaneció hasta que fue ejecutado el rebelde Hernández Girón (10 de diciembre de 1554).
En 1560 el marqués de Cañete lo nombró alcalde de la Hermandad, aunque fue sustituida esta plaza por la Corona. En 1570, el virrey Francisco de Toledo le encomendó la tarea de visitador de Jauja y Huamanga, donde murió al despeñarse por una ladera cuando iba a una de estas visitas. Fue enterrado en la iglesia de San Francisco de Lima. Compuso una narración-informe de los sucesos acaecidos en el Perú en el período que va desde la salida de Pedro de La Gasca hasta el alzamiento de Francisco Hernández Girón, de la que sólo se conservan referencias y algunas citas textuales.
Bibl.: J. C. Calvete de la Estrella, Rebelión de Pizarro en el Perú y Vida de don Pedro Gasca, Madrid, BAC, 1963; D. Fernández (El Palentino), Historia del Perú. Madrid, BAC, 1963; P. Gutiérrez de Santa Clara, Quinquenarios o Historia de las guerras civiles del Perú, Madrid, BAC, 1963; E. Lorenzo Sanz, Cuatro mil vallisoletanos y cien poblaciones en América y Filipinas, Valladolid, Diputación Provincial, 1995, pág. 111.
Emilio García Lozano
