Arizmendiarrieta Madariaga, José María. Marquina (Vizcaya), 22.IV.1915 – Mondragón (Guipúzcoa), 29.XI.1976. Sacerdote y fundador del cooperativismo en Mondragón, fundador de Fagor, Ularco, Auzo-Lagun y Caja Laboral Popular.
Nació “don José María”, como se le llamaría siempre en Guipuzcoa y en España entera, en el caserío Hurbe del barrio de Barinaga de Marquina. Fue el mayor de los cuatro hijos de José Luis Arizmendiarrieta y Tomasa Madariaga. A los doce años, renunció a sus privilegios de mayorazgo por su primogenitura para ingresar en el seminario de Castillo de Elejabeitia y seguir los estudios para el sacerdocio.
La Guerra Civil que comenzaba en julio de 1936 le cogía en casa en plenas vacaciones de verano. En edad militar tuvo que incorporarse a la milicia, asignándosele trabajos de periodista, participando en la fundación y dirección del Egunon y Gudari, en el Cuartel General de Abando.
Tomado Bilbao por las tropas del general Franco, el 19 de junio de 1937, después de varios percances, entre otros su paso por la cárcel, tuvo que enrolarse en su ejército y hasta el final de la guerra estuvo en Burgos, alternando las obligaciones militares con los estudios en el seminario. Llegada la paz, terminó la carrera sacerdotal, celebrando su primera misa en Marquina el 1 de enero de 1941.
Tenía preparadas las maletas para ir a estudiar Sociología en la Universidad de Lovaina cuando una carta de su obispo, Lauzirica, le comunicaba su nombramiento como coadjutor de la parroquia de San Juan Bautista de Mondragón, donde llegó el 5 de febrero de 1941, llevando una maleta de cartón y su cartera de mano.
La posguerra fue una derrota civil, en años aciagos de coches con gasógeno, la tuberculosis, las manchas infantiles en el pulmón, frisos interiores, restricciones eléctricas, miedos, miserias, hambres, cartillas de racionamiento, censuras y sufrimientos laborales. José María Arizmendiarrieta se puso en contacto con la Escuela de Aprendices de la Unión Cerrajera, centro docente promocionado por la dirección de aquella empresa, con los de Acción Católica y con los de Juventudes Obreras Católicas. Como aquélla era selectiva, él fundó otra para todos los jóvenes del pueblo, convenciendo a los empresarios de que “la educación no es un gasto sino una inversión”. A esta fundación le dio el nombre de Escuela Profesional Politécnica, inaugurada en 1952 por el ministro de educación Ruiz Jiménez, con ciento setenta alumnos, pero con capacidad para mil, que más tarde irán llegando.
A partir de ahí y durante veinticinco años, pese a dificultades, censuras y sufrimientos laborales, José María Arizmendiarrieta dio alientos concretos a una sociedad machacada, hambrienta, empobrecida y ayuna de esperanzas. Primero fundó para los pequeños el Colegio Menor Viteri, después Alecoop, sigla de Actividad Laboral Escolar Cooperativa (1966) para muchachos que necesitaban trabajar al mismo tiempo que estudiaban (hubo momentos en los que llegó a contar con ochocientos puestos de trabajo) y la sociedad Ulgor, dedicada a la fabricación de aparatos domésticos (en Vitoria, en 1955, y trasladada a Mondragón en 1956), centrando su actividad en cocinas, fundición y placas de selenio, y rectificadoras de corriente alterna en continua. La marea comercial, Fagor, alcanzó fama y prestigio internacional hasta el día de hoy.
En aquel permanente crecimiento José María Arizmendiarrieta realizó lo que se ha llamado “la experiencia cooperativa de Mondragón”. Pensaba, pionero entonces, que la empresa está constituida por todos los que colaboran en la producción: trabajo, capital y empresario. Por lo mismo, todos deben gozar de la condición de socios. Y la empresa Ulgor se hizo cooperativa en 1955.
Muchas veces no se entendía por dónde quería ir.
Sin embargo, él siempre hizo suyo aquello de que “el que tiene que decir algo tarde o temprano lo dice, y tarde o temprano le escuchan”. Fundó la Caja Laboral Popular también como unidad cooperativa de promoción ya en 1959; Lagun-Aro, cooperativa y mutua a la vez, especializada en la gestión de la Seguridad Social en prestaciones de reparto de capitalización y ayuda al desempleo; Grupo Cooperativo Ularco, organización de tipo superior que integra a las cooperativas espaciales y vivencialmente afines, asimilable a un holding o grupo federativo de empresas; Auzo- Lagun, cooperativa de mujeres casadas, cuyos objetivos son la promoción de actividades industriales compatibles con el trabajo parcial en casa, la liga de Educación y Cultura (1964), y la liga de Asistencia y Educación (1965).
El 28 de noviembre de 1976 le visitaba en la clínica de la Concepción de Madrid su amigo el ministro de Trabajo, y José María Arizmendiarrieta le dijo: “Mirar atrás es una ofensa a Dios; hay que mirar siempre adelante”. Fue su testamento, pues fallecía al día siguiente de un fallo cardíaco. La humanización del trabajo asociado, la meta de su vida, inspiró la experiencia cooperativa industrial más ambiciosa que conoce la historia de España.
Bibl.: J. Larrañaga, Buscando un camino. Don José María de Arizmendi-Arrieta y la experiencia cooperativa de Mondragón, Mondragón, Ayuntamiento, 1981; J. Axurmendi, El hombre cooperativo: pensamiento de Arizmendi-Arrieta, Oyarzun, Caja Laboral Popular, 1984; J. M.ª Ormaetxea, “José María Arizmendiarrieta Madariaga (1915-1976)”, en E. Torres (dir.), Los 100 empresarios españoles del siglo xx, Madrid, LID-Círculo de Empresarios, 2000, págs. 466-471.
Francisco Rodríguez de Coro