Garayzábal Jiménez, Martín. Próspero del Espíritu Santo. Nalda (La Rioja), 22.V.1583 – Monte Carmelo (Israel), 20.XI.1653. Carmelita descalzo (OCD), misionero, restaurador de la vida carmelitana en el Monte Carmelo.
Cuando contaba unos doce años fue enviado a Logroño y allí estudió Gramática en el colegio de los jesuitas y, según parece, prosiguió allí mismo los demás estudios de la carrera eclesiástica. Ya ordenado sacerdote, pasó a Roma y tomó el hábito de descalzo en el noviciado de Santa Maria della Scala en el Trastévere.
El prior era el padre Pedro de la Madre de Dios y el maestro de novicios, Juan de Jesús María (Ustarroz).
Profesó el 1 de noviembre de 1608. Al poco tiempo le enviaron al convento de Palermo, donde desplegó una actividad apostólica prodigiosa, especialmente con su predicación. Pasó luego a Nápoles con el mismo oficio de predicador. Inaugurada la vida eremítica en Liguria en el desierto de Varazze, le enviaron allá y pasó en aquella soledad aproximadamente dos años.
En mayo de 1620 el nuevo padre general Matías de San Francisco le envió la patente de misionero para que se llegase a Livorno y desde allí se embarcase con otro compañero para la misión de Persia. La vía era Roma, Nápoles, Mesina, Malta, Alejandría, Alepo, Bagdad e Ispahán. Él mismo fue el cronista de sus viajes; de éste dice al final: “A los once meses de nuestra salida, llegamos a Ispahán la vigilia de Pentecostés, siendo recibidos de nuestros Padres con gran alegría y contento”. Para su sorpresa, al poco tiempo de llegar, los padres de la comunidad le eligieron prior de la casa de Ispahán.
Después de tres años de su estancia en la misión y tras resolución capitular de la comunidad, se determinó que Próspero viajara a Roma “para que cerca de Vuestras Reverencias exponga nuestras necesidades y aquellas cosas que creemos convenir para bien y tranquilidad de estas misiones”. Salió de Ispahán el 10 de septiembre de 1624. Cayó enfermo en Alepo y no pudo seguir viaje hasta enero de 1625. Llegó a Roma en la Pascua de Resurrección. Presentó un “Memorial” de la misión a la congregación de Propaganda Fide. El padre general lo envió a España para recabar limosnas para la misión de Persia. Próspero hablaba por todas partes de su gran ilusión: la restauración de la vida carmelitana en el Monte Carmelo. A finales de 1626 los superiores generales habían pedido a la congregación de Propaganda que les concediese abrir una misión en el Monte Carmelo y otra en Alepo. Se les otorgó ambas cosas. Antes de ponerse otra vez en camino para Persia fue a recibir la bendición de Su Santidad. Alentado por las palabras del Papa y por su bendición partió de Roma el 27 de marzo, acompañado de otros dos compañeros. Llegados a Malta, salieron de allí el 11 de junio y el 6 de julio ya estaban en Alepo.
Establecida la fundación de Alepo y queriendo partir para el Monte Carmelo, escribió a Ferdinando de Santa María, elegido por tercera vez general de la Orden.
Éste le contestó que abandonara esa idea y que pensase en subir al Monte Carmelo de San Juan de la Cruz. Muerto Ferdinando de Santa María, recibió Próspero carta de Roma en la que se le decía que fuera o solo o con un compañero al Monte Carmelo y viera si era posible fundar allí y que mantuviera informados a los superiores. Su viaje desde Alepo estuvo lleno de peripecias. El 29 de noviembre de 1631 entraba el padre Próspero en posesión del Monte Carmelo y se extendía un instrumento auténtico de dicha posesión.
Después de haber dicho una misa en la gruta de la Madonna, “se volvió a Nazaret y desde allí a Damasco y luego a Alepo, y, en fin, desde Alepo a Roma, a dar cuenta a Su Santidad, a la Propaganda y a los Superiores de la Orden del magnífico resultado de su empresa” (Florencio del Niño Jesús). En Roma se presentó ante el Capítulo General, reunido en Santa María de la Victoria, el 30 de abril de 1632. Aplaudido por lo que había conseguido, se le nombró vicario del Monte Carmelo. Rumbo a su destino partió de Roma el 15 de junio de 1632 con otros religiosos. Llegaron a Alepo el día de Navidad. Ocho días después ya salió para el Carmelo, adonde llegó el 16 de febrero de 1633, diciendo la misa en la llamada “escuela de los profetas” el día 19. Ya el 30 de abril de 1630 inauguraron la vida eremítica en el Monte Carmelo. Le tocó vivir grandes tribulaciones por la contra que les hacían los derviches o santones indios que habitaban el Carmelo. En 1635 se embarcó en San Juan de Acre para Malta. Llegó a Roma en la Nochebuena. Al regreso de Roma llegó a Caifa el 15 de noviembre de 1637. Aunque su fundación estaba dedicada a la vida eremítica atendía también apostólicamente a las gentes que se acercan por allí.
Murió el padre Próspero el 20 de noviembre de 1653, a los setenta años de edad, cuarenta de vida religiosa y treinta de vida solitaria en las grutas del Carmelo.
Obras de ~: Relacion de la muerte de cuatro cristianos persianos nuevamente convertidos a nuestra santa Fe católica, 6 de abril de 1622 (en Archivo General de los Carmelitas Descalzos, Roma); Breve narratione del Martirio di cinque persiani, novamente battezzati dalli RR. PP. Carmelitani Scalzi, in Haspaham, Città di Persia, Roma, Lodovico Grignani, 1623; Breve summa de la historia de los sucesos de la Misión de Persia de los Carmelitas Descalsos desde el año de 1621 hasta el de 1624, 1624 (en Archivo General de los Carmelitas Descalzos, Roma; ed., Madrid, Viuda de Alonso Martín, 1626); Breve relatione delle cose che hanno i Frati fatte en la Persia in questo 4 anni prossimi passati (1621-1625) (en Archivo General de los Carmelitas Descalzos, Roma); Breve Relatione fatta alla S. Congregazione de Propaganda Fide da fra. Prospero dello Spirito Santo, Vicario de’ Carmelitani Scalzi nel Santo Monte Carmelo, 1624; Historia Restaurationis S.M. Carmeli atque de primordiis huius fundationis, annis 1631-1645 (en Archivo General de los Carmelitas Descalzos, Roma); Carta-Relación del P. Próspero del Espíritu Santo (1650) [en Biblioteca Nacional de España, ms. 8.691, fols. 66r.-70v.; ed. en Monte Carmelo, 104 (1996), págs. 337- 346]; “Relatio recuperationis sancti Montis Carmeli facta a P. Prospero a Spiritu Sancto”, en Analecta Ordinis Carmelitarum Discalceatorum, 5 (1931), págs. 249-264; Historia de la fundación de la residencia de Alepo, s. f. (en Archivo General de los Carmelitas Descalzos, Roma).
Bibl.: Florencio del Niño Jesús, La Orden de santa Teresa, la fundación de Propaganda Fide y las Misiones carmelitanas, Madrid, Nieto y Cía., 1923, págs. 92-104 y 172; El Monte Carmelo. Estudio histórico-crítico, Madrid, Mensajero de Santa Teresa, 1924, págs. 284-377; En Persia, Pamplona, La Obra Máxima, 1930 (Biblioteca Carmelitano-Teresiana de Misiones, t. III), págs. 114-136; M. A. S. Teresia, “Series professionum emissarum in coenobio S. Mariae de Scala, Urbis”, en Analecta Ordinis Carmelitarim Discalceatorum, 9 (1934), págs. 227- 229; A. A. S. Teresia, “Nomenclator Missionariorum OCD”, en Analecta Ordinis Carmelitarum Discalceatorum, 18 (1943), págs. 120-122; Acta Definitorii Generalis OCD Congregationis S. Eliae (1605-1658), Roma, Teresianum, 1985, pág. 738 del Index personarum: Prosper a Spiritu Sancto; Acta Capituli Generalis OCD Congregationis S. Eliae, vol. I (1605-1641), Romae, Teresianum, 1990, pág. 470 del Index personarum: Prosper a Spiritu Sancto; A. Fortes, Las misiones del Carmelo teresiano 1584-1799, Roma, Teresianum, 1997, pág. 568 del Index personarum: Prosper a Spiritu Sancto.
José Vicente Rodríguez Rodríguez, OCD
