García de Viedma e Hitos, Manuel. La Rebollada, Mieres (Asturias), 6.X.1931– Madrid, 6.II.1988. Naturalista, catedrático de universidad.
Viedma, como así se le conocía coloquialmente, vino al mundo siendo su padre gerente de la fábrica minero-siderúrgica de Mieres. Apenas cumplidos dos años, se trasladó a Madrid, junto con su familia, instalándose en el n.º 40 de la calle Serrano, justo en el piso situado encima del que ocupaba Manuel Azaña, por aquel entonces futuro presidente de la República.
En 1941 ingresó en el colegio de Areneros, regido por la Compañía de los padres jesuitas y siguió los estudios de bachillerato con éxito. Obtenido el grado de bachiller decidía iniciar la carrera de Ingeniería de Montes, de manera que en el año 1952, precisamente cuando su padre falleció, ingresó en la Escuela Técnica Superior en la que se impartían los estudios correspondientes; transcurridos seis años, el 17 de enero de 1958, obtuvo la calificación y clasificación fin de carrera como número once de la promoción. Con el título profesional de ingeniero en su poder, en 1959 contrajo matrimonio con Concepción Zárate, marchando destinado al Distrito Forestal de Almería.
Permaneció en tierras almerienses hasta 1961, año en el que regresó a Madrid para aceptar el puesto de profesor encargado del Laboratorio de Entomología de la Escuela de Montes, ofrecido por el entonces catedrático Gonzalo Ceballos y Fernández de Córdoba, director de su proyecto fin de carrera y al que profesaba un gran respeto y admiración. A partir de aquí tuvo lugar el desarrollo de su labor docente e investigadora.
Desde 1961 a 1965 fue colaborador de la Sección de Estudios del Servicio de Plagas Forestales; en el período comprendido entre 1965 y 1967 ostenta el cargo de ayudante científico del Instituto Español de Entomología; en 1963 ganó la oposición a profesor adjunto; en 1965, a la jubilación de su maestro, Gonzalo Ceballos, fue nombrado profesor encargado de cátedra; en 1967 concurrió con éxito al concurso para la plaza de catedrático; en 1968 impartió enseñanzas de Entomología en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra como profesor extraordinario; en 1971 desarrolló actividades como profesor agregado del Instituto Español de Entomología; desde 1975 a 1984 fue el primer profesor de la Escuela de Montes que desempeñó el cargo de subdirector de Investigación y Doctorado; desde 1979 a 1982 ejerció funciones como director del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de la Universidad Complutense de Madrid, creado por Orden de 9 de octubre de 1978.
Finalmente, en 1983, fue elegido como numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Como responsable directo de la docencia relacionada con la Zoología y Entomología Forestales se centró en superar dos grandes retos: el de adaptar y actualizar las enseñanzas de estas disciplinas a las corrientes de la época y a las necesidades de los alumnos, en el contexto de las nuevas especialidades de la carrera, y el de modernizar y ampliar los locales, laboratorio, biblioteca y colecciones de animales vertebrados e invertebrados. El primer reto se convirtió para Viedma en una permanente inquietud: realizó pruebas, marcó nuevos objetivos, ensayó programas, provocó discusiones científicas entre sus colaboradores, todo ello dirigido a alcanzar el estado ideal en la impartición de conocimientos a los estudiantes. El segundo reto, el de modernización y ampliación de instalaciones, lo resolvió con algo de suerte, ya que en 1971, tuvo opción para elegir espacio donde instalar su cátedra, debido a una importante ampliación en superficie concedida a la Escuela de Ingenieros de Montes; eligió acertadamente, trabajó duro, tanto en la adecuación de espacios a la docencia e investigación, como en la dotación a estos últimos de los medios de funcionamiento necesarios, de manera que logró plenamente el objetivo propuesto.
Viedma adquirió en el mundo de la ciencia gran prestigio como estudioso de la Entomología, fundamentalmente en lo que concierne al ámbito de los insectos coleópteros. Sus trabajos se recogen, no sólo en los de otros autores de la misma especialidad, sino en obras generales, como, por ejemplo, en la de Larsson, Danmarks Fauna (1965), en la de Biller y Lekander, Scandinavian Bark Beetle Larvae (1968), en la de Crowson, The Natural Classification of the Families of Coleoptera (1967) y en la de Imm’s, Imm’s General Textbook of Entomology (1977).
Fueron notables sus inquietudes relacionadas con la conservación de la fauna; expresó la opinión, allá por 1970, de que el interés de la mayoría de los científicos se centraba en los animales vertebrados, mientras que el resto de los animales, mucho más numerosos que aquéllos, y en apariencia más humildes, eran por completo ignorados. Consciente de este hecho, abordó, junto con el lepidopterólogo Miguel Gómez Bustillo, un proyecto sobre conservación de lepidópteros Ibéricos, el cual cristalizó en 1976 en la publicación de un Libro Rojo que informaba sobre una serie de especies seleccionadas por su endemismo o por su distribución restringida (en número de cincuenta) y recomendaba medidas para su conservación. En la misma línea y transcurrida cerca de una década, en 1985, elaboró el Libro Rojo de los Ortópteros Ibéricos (con cuarenta y una especies endémicas, raras y de distribución restringida, y con otras sesenta y una especies endémicas o casi endémicas, aunque no raras), esta vez en colaboración con Stan Gangwere, del Departamento de Ciencias Biológicas de la Wayne State University de Detroit (Michigan), y Vicente Llorente del Moral, del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. En el discurso del acto de su posesión de la Medalla n.º 14 de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, leído el 9 de mayo de 1984, expresaba satisfecho que la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), centrada, en principio, exclusivamente en la publicación del Libro Rojo de los Vertebrados, corrigiera, en 1983, su posible error, editando ese mismo libro, pero ahora referido a los invertebrados.
Obras de ~: “Revisión del género Proctenius Reitt. (Coleoptera)”, en Eos, 35 (1959), págs. 257-266; con R. Crowson, “Observations on the relationships of the genera Circaeus Yablok. and Mycterus Clairv. with a description of the presumed larva of Mycterus (Col. Heteromera)”, en Eos, 40 (1964), págs. 99-107; “Contribución al conocimiento de la tribu Cneorhinini: Revisión de los géneros Attactagenus Tournier y Philopedon Stephens y consideraciones acerca de Cneorhinus Schonherr, Leptoleperus Desbrochers, Heydenomynus Desbrochers y Bletonius Hoffmann (Col., Curculionidae)”, en Eos, 40 (1965), págs. 455-493; “Revisión del género Brachyderes Schönherr, con especial referencia al estudio de su edeago y a su distribución geográfica dentro de la península ibérica (Col. Curculionidae)”, en Eos, 42 (1967), págs. 575- 596; “Redescripción de la larva de Eustrophinus bicolor (Fab.) y consideraciones acerca de la posición sistemática del género Eustrophinus (Col. Melandrydae)”, en Annales Société Entomologique Francaise, 7 (1971), págs. 729-733; “A note on a character to separate Pissodes notatus F. and P. validirostris Gyll. (Col. Curculionidae)”, en Entomology Monthly Magazine, 108 (1972), págs. 79-105; “Definition of the Subfamily Hedobiinae based on larval characteristics (Coleoptera: Anobiidae)”, en Great Lakes Entomology, 6 (1973), págs. 57-58; con A. Notario Gómez y J. Baragaño Galán, “Laboratory rearing of lignicolous Coleoptera (Cerambycidae)”, en Journal of Economic Entomology, 78 (1985), págs. 1149-1153; con J. Baragaño Galán y A. Notario Gómez, “Artificial laboratory breeding of xylophagous insect larvae and its application in cytogenetic studies”, en Eos, 62 (1987), págs. 7-22.
Bibl.: http://www.rac.es/2/2_ficha.php?id=265&idN3 =39&idN4=53.
Antonio Notario Gómez