Antonius Silo, Lucius. L(ucius) Antonius T(iti) f(ilius) Gal(eria) Silo. Tarraco (Tarragona) ?, m. s. i – s. ii. Militar hispano-romano de rango ecuestre.
El nombre de Antonius Silo lo llevaron en época romana diversos militares, algunos de ellos hispanos; entre ellos se cita con frecuencia al Antonius Silo, a quien Vespasiano envió con sus dos mil arqueros a atacar las murallas de Tarichaea durante la guerra judaica (Flavio Josefo, Bellum Iudaicum, 3, 485-486), que en ocasiones se ha querido vincular a Hispania, aunque sin razones de peso para ello. Pese a las repeticiones de este nombre en contextos militares, se trata en todos los casos de personas diferentes.
Lucius Antonius Silo fue originario de la propia Tarraco (Tarragona) o de alguna otra de las ciudades del conventus Tarraconensis, lo que explica que fuera éste el que le dedicara la inscripción de Tarragona por la que se conoce su carrera; no se trata de una práctica aislada, pues también el conventus Tarraconensis dedicó una segunda inscripción en Sagunto a Marcus Acilius Rufus, procurador de la Hispania citerior.
La carrera de Lucius Antonius Silo comenzó con el mando de una unidad auxiliar de infantería, la cohorte IV Thracum, estacionada en época julio-claudia en Germania superior pero que en época flavia ya estaba acantonada en Germania inferior; probablemente en esta segunda ubicación estuvo a las órdenes de este personaje, cuya experiencia en el mando de tropas le 519 Antoñana Chasco, Pablo valió hacerse cargo a continuación de la cohorte nova tironum. Esta unidad, cuyo nombre exacto debió ser cohorte II tironum, formaba parte de los efectivos de la prefectura marítima de Tarraco, del conjunto de tropas y flota que vigilaba esta zona costera de Hispania.
En ese mismo escenario, Lucius Antonius Silo asumió más tarde la prefectura de la ora maritima, es decir, el mando conjunto de todos esos efectivos y específicamente el de la flota que guarnecía el espacio litoral de la provincia Hispania citerior. Al término de esta carrera, fue homenajeado con un pedestal con estatua por el conventus Tarraconensis, una de las siete circunscripciones administrativas de esta provincia, en cuya capital, Tarraco, tenía su sede la flota. La dedicación fue hecha en el último tercio del siglo i o a comienzos del siglo ii de nuestra era, espacio en que hay que situar la carrera de Lucius Antonius Silo.
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Géza Alföldy y Juan Manuel Abascal
