Aguirre Murga, Francisco. Elgoibar (Guipúzcoa), 23.II.1863 – Foochow (China), 13.VI.1941. Dominico (OP) evangelizador de China e impulsor de la Santa Infancia.
Natural de la villa guipuzcoana de Elgoibar, Francisco nace el 23 de febrero de 1863. En 1877 sus padres le hacen estudiar latín en Durango y Bérriz.
Al año siguiente, se dirige al convento de Santo Domingo de Ocaña para perfeccionarse en el conocimiento de la Lengua Latina y de las Humanidades, exigencias necesarias antes de vestir al hábito dominicano.
La vestición tiene lugar el 13 de septiembre de 1879 y un año más tarde (14 de septiembre de 1880) emitirá su profesión religiosa, para encaminarse de inmediato al convento de Santo Tomás de Ávila donde realizará los siete años de estudios (filosofía y teología). Allí será ordenado sacerdote el 24 de abril de 1887.
Sus dotes intelectuales le brindaron la oportunidad de completar estudios en el extranjero, pero él prefirió la empresa evangelizadora del Oriente: el 1 de julio de ese mismo año embarcaba en Barcelona y llegaba a Manila el 3 de agosto. Tras algunos meses en Manila, aprendiendo los primeros rudimentos de la lengua china, el 14 de noviembre era asignado a la misión de Fukien Norte (China). El 1 de diciembre de ese mismo año llegaba a la ciudad de Foochow.
“Mis superiores —escribe él mismo— teniendo en cuenta la fogosidad y entusiasmo de mis veinticuatro años y el carácter de montañés, destináronme a la región abrupta del Kwangtze, al noroeste de la extensa provincia de Fukien...” Conocido el territorio que le habían encomendado, decidió establecerse en la ciudad de Shaowu, en casa de un cristiano que él mismo había bautizado.
Con no pocos trabajos, disgustos y peligro de muerte, por la oposición que encontró de los chinos, logró levantar una residencia y una capilla en Kwangtze. A mediados de 1891, fray Francisco se creyó defraudado, pues los superiores le confiaron la dirección del incipiente seminario de Foochow. Allí formará, durante nueve años, a buena parte de los sacerdotes nativos que, más tarde, colaborarán con él en el Vicariato apostólico.
En 1900 dejó el seminario para hacerse cargo de la nueva misión de Tinchow. Al comenzar contaba con cuarenta y tres cristianos en un territorio de 14.000 km2. En 1906 asistió al Capítulo provincial de Ocaña, como delegado de aquella Misión. Vuelto a Tinchow, en 1907 es nombrado Pro-Vicario y tres años después será Vicario del Provincial para la Misión de Fukien Norte, viéndose obligado a dejar su querida Tinchow, donde el número de cristianos había aumentado considerablemente, para residir en Foochow. Allí le llegará el decreto de Pío X, con fecha de 13 de diciembre de 1912, nombrándole obispo de Botri y Vicario Apostólico de Fukien. Se consagrará en Buichu (Vietnam) el 16 de junio de 1912.
A partir de ese momento comenzó a desplegar una extraordinaria actividad en su dilatadísimo Vicariato.
Invitó a colaborar con él a misioneros de otras nacionalidades (dominicos alemanes, americanos, españoles; salvadorianos americanos, etc.). Repartido el extenso Vicariato, logró que se duplicasen los obreros evangelizadores. Ésta fue sin duda una de las mayores obras realizadas por Mons. Aguirre.
Otra obra de enorme consideración, y a la que pudo dedicar más tiempo después de realizar la anterior, fue la de la Santa Infancia. Durante los años de misionero había ido levantando distintos edificios donde recoger a las numerosas niñas abandonadas por sus padres. En los veintiocho años de su pontificado (1912-1940) se recogieron ciento doce mil criaturas, a las que se procuraba todo lo necesario para su subsistencia.
También se ocupó de la enseñanza: fundó en Foochow un colegio para niñas tártaras; el colegio Santo Domingo, donde estudiaban cerca de trescientos alumnos; un colegio de primera y segunda enseñanza para niñas; una Escuela Normal para maestros; escuelas para catequistas, y una gran cantidad de escuelas repartidas por todo el territorio donde niños y niñas chinos pudieron aprender los rudimentos de su cultura. Para mejorar este servicio, estableció dos imprentas: una china y otra europea.
Por supuesto, no podía olvidar el establecimiento de iglesias y capillas por todo el territorio; creó los seminarios Central y Regional de Foochow; levantó una magnífica catedral; construyó el hospital de Santa Teresita y numerosos dispensarios de salud.
Toda esta actividad pastoral debía desarrollarse en medio de persecuciones y extremados sufrimientos que fueron minando su robusta fortaleza. Hasta el punto de tener que renunciar a su cargo a principios de 1941. La enfermedad fue agravándose, y a pesar de los cuidados, su gran corazón no pudo sufrir la ruina de la misión provocada por la guerra con los japoneses.
Falleció en Foochow el 13 de junio de 1941.
Obras de ~: en J. M. González, Historia de las misiones dominicanas de China (1900-1954). Bibliografías, Madrid, Ediciones Studium, 1960, págs. 282-284.
Bibl.: Q. García, Los años de la Gran Guerra en el Vicariato de Foochow, ms. en Archivo de la Provincia del Rosario; Acta Capitulorum Provincialium Provinciae Sanctissimi Rosario Philippinarum Ordinis Praedicatorum, IV y V, Manila, 1796- 1940; H. Ocio, Compendio de la reseña biográfica de los religiosos de la Provincia del Santísimo Rosario de Filipinas, Manila, Establecimiento Tipográfico del Real Colegio de Sto. Tomas, 1895; J. de Unzalu, “Un benemérito misionero dominico, Monseñor Francisco Aguirre Murga”, en Misiones Dominicanas 24 (1941), págs. 193-198; J. M. González, Historia de las misiones dominicanas de China, 1900-1954, IV, Madrid, Ediciones Studium, 1955; E. Neira - H. Ocio - G. Arnáiz, Misioneros dominicos en el Extremo Oriente. 1836-1940, II, Manila, Life Today Publications, 2000.
Miguel Ángel Medina Escudero, OP