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Federico de Botella y de Hornos

Biografía

Botella y de Hornos, Federico de. Alicante, 12.V.1822 – Madrid, 27.XI.1899. Ingeniero de minas, geólogo y geógrafo físico.

El padre de Federico de Botella procedía de una antiquísima familia de distinguidos antepasados en la Marina y en la Corte de Portugal, y la madre de los Tejada Solares Valdeosera de La Rioja. Al poco tiempo de nacer el niño, la familia se traslada a vivir a París, por razones de discrepancias con la política de Fernando VII. Allí se educó y formó Federico como ingeniero en la Escuela de Minas, donde fue discípulo de M. Jean-Baptiste Elie de Beaumont, de quien heredó su gran afición al estudio de la Geología. Finalizada su carrera, regresa a Madrid, donde ingresa en el Cuerpo de Ingenieros de Minas, previa convalidación de su título académico en España. Ese colectivo fue uno de los más destacados en el proceso de dar consistencia a la incipiente comunidad científica española, recuperando hábitos de trabajo científico y contactos con el extranjero.

Su exquisita educación, su conducta afable y correcta y su valía científica le valieron, cuando ejercía en las minas de Riotinto, un pionero ascenso, por méritos y no por antigüedad, como era habitual dentro de cuerpo, por parte del propio ministro de Fomento, lo que le puso en una situación comprometida hasta el punto de tener que batirse en duelo con Lino Peñuelas, uno de los nueve compañeros agraviados a quienes disgustó esta preferencia.

En 1849 se funda la Comisión de la Carta Geológica, a la que se incorpora y en la que trabaja con Casiano del Prado. Permanece a lo largo de su carrera en contacto con numerosos geólogos franceses, destacando su relación con Philippe Verneuil, que estudió la estratigrafía española y a quien Botella acompañó en su viaje de investigación por la región de Valencia, en 1855-1856. En 1859 abandona sus trabajos oficiales para redactar una memoria sobre la orografía peninsular y el relieve barométrico de sus mares.

En 1863 es nombrado jefe de la Comisión de estudio de las cuencas carboníferas de Oviedo, León y Palencia. En este cargo destaca con la puesta en marcha de un vasto plan de estudios que comprendía la previa triangulación geodésica del terreno, el levantamiento de los mapas topográficos y los estudios detallados de cada mina y cuenca. La ejecución de este ambicioso proyecto científico-tecnológico se vio contrariada y fue el mismo Botella quien pidió ser relevado del cargo, lo que consigue el 3 de febrero de 1865. Se le ordena dedicarse a los estudios de la geología de los reinos de Valencia y Murcia que se habían visto interrumpidos por su anterior nombramiento.

Su obra La descripción geológica-minera de las provincias de Murcia y Albacete es pionera en su género al aunar por primera vez datos geográficos, geológicos y mineros. Esta obra, que mereció ser publicada por Real Orden, marca las pautas de los que serán la mayor pare de sus trabajos posteriores y sigue la concepción de la Teoría del los sistema de montañas del francés Elie de Beaumont.

Desde 1870 trabaja de forma intensa como vocal y jefe en la Comisión, llamada ahora del Mapa Geológico, que pretendía realizar estudios semejantes a los que se estaban efectuando en otros países de Europa, para el conocimiento de los recursos del suelo y su aplicación a la vida práctica. Botella propone en esta ocasión un plan de trabajo y es su principal aportación, en el año 1871, la de fundamentar los trabajos por cuencas hidrográficas sobre una base geográfica y no en las divisiones políticas-administrativas tradicionales.

En 1873 realiza el estudio de parte de la provincia de Almería bajo las órdenes de la dirección del Mapa Geológico de España, trabajo que le inspiró la idea del mapa hipsométrico de España y que fue con el tiempo uno de sus mayores logros científicos.

En 1876 se creó la Sociedad Geográfica de Madrid.

Este mismo año presentó Botella su Mapa Geológico de España, escala 1:2.000.000, acopio de datos propios y de otros autores y que representaba un avance para el estudio del suelo de la Península. Se lo publicó él mismo y redactó para su explicación una serie de conferencias publicadas bajo el nombre de España y sus antiguos mares. En 1878 se le confió, como ingeniero de Minas, una comisión que tenía por objeto estudiar los efectos causados por la contaminación de las minas de cobre en Huelva.

En el año 1879 realiza el quinto bosquejo geológico de España, que él mismo editó como hizo también con su Mapa Hipsométrico de España, en 1886, trabajos sobresalientes que le valieron su justo renombre dentro y fuera de España, medallas de oro y diplomas de honor en los Congresos de Geografía de Venecia y Toulouse, y en las Exposiciones Regional de Valencia y Nacional de Minería de Madrid, así como la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco. Fue socio honorario de varias corporaciones científicas e individuo de número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Presidió la Sociedad Española de Historia Natural y ocupó la primera vicepresidencia de la Sociedad Geográfica de Madrid.

En 1884 tomó posesión como académico de las Ciencias, siendo presentado por Juan Vilanova, con un trabajo sobre la orografía del territorio español y leyes generales a que parece estar sometida. Publicó, tras las inundaciones de Murcia en 1879, un trabajo modélico sobre riesgos, inundaciones y sequías. En 1886 fue designado para la jefatura del Servicio Estadístico Minero, lo que le llevó a realizar numerosas expediciones por la Península y contribuyó a la redacción de los numerosos tomos que la comisión publicó en los siete años que Botella estuvo a cargo de su dirección.

Proyectó la publicación de monografías de los distintos grupos minerales de España. En el mismo año aparece como socio fundador de la Sociedad para el Estudio del Guadarrama. En 1891 es nombrado presidente honorario y vicepresidente para premiar su distinción.

En 1895 terminó su vida activa. Su empeño en estos últimos años fue el de conseguir que el Ministerio de Fomento mandase un ejemplar de su mapa a cada escuela infantil, para que los niños fueran educados desde pequeños en el amor a la Geografía. Pese a renunciar a sus derechos en beneficio del Estado, no tuvo la respuesta esperada, pero sí consiguió publicar él mismo, poco antes de su muerte, una tirada de su gran obra: el Mapa Hipsométrico, al que había dedicado más de veinte años de trabajo vocacional, y que legó al Museo de Ciencias Naturales de Madrid.

Fue Botella un hombre celoso de su valía, suspicaz, valeroso, trabajador, jefe y amigo de cuantos compartieron con él sus trabajos oficiales, y que vivió y murió modestamente. Pertenece a las llamadas “generaciones intermedias” entre los científicos españoles del siglo XIX, que hicieron de puente entre el desastre de las guerras napoleónicas, seguidas del reinado absolutista de Fernando VII, y el período de recuperación de la actividad científica que se inicia con la revolución democrática de 1868, para consolidarse durante los años relativamente tranquilos de la Restauración de Alfonso XII.

 

Obras de ~: “Descripción de las minas, canteras y fábricas e fundición del distrito de Valencia (provincias de Alicante, Castellón y Valencia), precedida de un bosquejo geológico del terreno”, en Revista Minera (RM) (Madrid), V (1854); Ojeada sobre la geología del Reino de Valencia por el Ingeniero de Minas [...], Publicación de Real Orden, Madrid, Imprenta de la Viuda de Yenes, 1854; Descripción geológica-minera de las provincias de Murcia y Albacete, Madrid, Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-Mudos y Ciegos, 1868 (ed. facs., Madrid, Arte-Libro, 2002); Consideraciones acerca de los establecimientos y minas del Estado, Madrid, 1868; “Nota sobre las emanaciones volcánicas y metalíferas descritas por M. Elie de Beaumont”, en RM, XX (1869); “La expedición de Malaspina” y “Levantamientos contemporáneos”, en RM, XXI (1870); “Nota acerca de movimientos lentos y progresivos de la corteza terrestre observados en España y de los caracteres orográficos de la Sierra Bética, distinta de la Mariánica y Penibética”, en Anales de la Sociedad Española de Historia Natural (ASEHN) (Madrid), Actas, II (1873); “Capas de azufre de Hellín”, en ASEHN (Madrid), Actas, II (1873); “Necrología de M. L. Elie de Beaumont”, en RM, XXV (1874); “La ciudad encantada. Hoces, salegas y torcas de la provincia de Cuenca”, en ASEHN, Memorias, 4 (1875), págs. 233-239; “Erupción diorítica del cerro de Oriolé y de la sierra de Orihuela”, en ASEHN, Actas, VI (1976); “Apuntes paleogeográficos”, en Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid (BSGM) (Madrid), t. II (1877); “Observaciones acerca del numulítico del reino de Valencia”, en ASEHN, Actas, VI (1977); “España y sus antiguos mares”, en BSGM, II (1877); Inundaciones y sequías. Medios de defensa, Madrid, 1879; Mapa geológico de España y Portugal 1/2.000.000, 1879; “Excursión geológica en la parte SO. de la provincia de Almería y sierras inmediatas pertenecientes a la de Granada”, en ASEHN, Actas, VII (1879); “Inundaciones y sequías”, en BSGM, X (1881); con J. Macpherson y J. Vilanova, Rapport de section espagnole de la Sous-Comission Lusitano-Hispanica pour les Coloris de Cartes Geologiques, Madrid, 1881; “Reseña Física y Geológica de la región SO. de la provincia de Almería”, en Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España (Madrid), IX (1882); “Observaciones acerca de la caliza de Sierra de Dador, provincia de Almería”, en ASEHN, Actas, XI (1882); “De cómo nuestro suelo no es tan pobre como se quiere decir”, en BSGM, XII (1882); La Atlántida. Pruebas Geológicas de su existencia, fauna, flora, Congreso Internacional de Americanistas, Actas de la IV reunión en Madrid, en 1881, Madrid, 1883; Las desigualdades de la corteza terrestre y leyes que parecen regirlas con respecto particularmente a la orografía de la Península Ibérica (discurso leído ante la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas, Naturales en el acto de su recepción el 29 de junio de 1884), Madrid, Imprenta de la Viuda e Hijo de E. Aguado, 1884; “Nota sobre la alimentación y desaparición de las grandes lagunas peninsulares”, en ASEHN, Actas, XII (1884); “Los terremotos de Málaga y Granada”, en BSGM, XVIII (1885); “Nota sobre la alimentación y desaparición de los lagos terciarios peninsulares”, en ASEHN, Actas XIV (1885); España —geografía morfológica y etiológica—. Observaciones acerca de la constitución orográfica de la Península y leyes de dirección de sus tierras, cordilleras, costas y ríos principales, Madrid, 1886; Mapa hipsométrico de España y Portugal, en relieve, EH.: 1:200.000 y EV.: 10 veces mayor; Mapa hipsométrico de España y Portugal, 1:200.00, Madrid, 1891; España y sus antiguos mares: las formas, las causas, las leyes, Madrid, Fortanet, 1892; Monografía de las aguas minerales y termales de España, Madrid, 1892; “Orografía de la Península Ibérica y relieve batimétrico de los mares que la rodean”, en ASEHN, Actas, XXV, 2.ª serie (1896); Breve instrucción para la mejor comprensión del mapa en relieve de España y Portugal, Madrid, Hernando y Compañía, 1897.

 

Bibl.: Montaner y Simón, Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, Barcelona, 1888; G. Puig y Larraz, “Necrología”, en BSGM, 1900; VV. AA., La Minería hispana e iberoamericana: Contribución a su investigación histórica. Estudios, fuentes, bibliografía, vol. II, León, Cátedra de San Isidoro, 1970; T. G[lick], “Botella y de Hornos, Federico de”, en J. M.ª López Piñero, Th. Glick, V. Navarro Brotons y E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, vol. I, Barcelona, Península, 1983, pág. 125; J. Gómez Mendoza y N. Ortega Antero, Naturalismo y Geografía en España, Madrid, Fundación Banco Exterior, 1992; F. J. Ayala-Carcedo, Historia de los Mapas Geológicos de España, Madrid, Consejo de Seguridad Nuclear, 1999; S. Casado de Otoala, La escritura de la naturaleza. Antología de naturalistas españoles 1868-1936, Madrid, Caja Madrid, 2001.

 

María Dolores Parra del Río