Ayuda

Francisco Pañellas Escardó

Biografía

Pañellas Escardó, Francisco. Benito. Villafranca del Panadés (Barcelona), 29.I.1670 baut. – Palma de Mallorca (Islas Baleares), 26.XI.1743. Abad benedictino (OSB), teólogo, abad general y obispo.

Bautizado el 29 de enero de 1670 con el nombre de Francisco, fue hijo del matrimonio formado por Francisco Panyellas, tendero, y Magdalena Escardó. Quedó huérfano muy pequeño y fue recogido en Barcelona por su abuelo materno y padrino, Gabriel Escardó, que le hizo estudiar Humanidades. Tomó el hábito benedictino en el Monasterio gerundense de Sant Feliu de Guíxols, perteneciente a la Congregación de San Benito de Valladolid, el 1 de enero de 1688 con el nombre de Benito, y profesó el 2 del mismo mes del año siguiente. Estudió Filosofía en el Colegio de San Esteban de Ribas de Sil (Orense) (1689-1692) y Teología en el de San Vicente de Salamanca (1692-1695), donde obtuvo el primer puesto en las conclusiones del curso 1693-1694 y donde enfermó gravemente. Salió de su enfermedad y fue pasante del Colegio de San Pedro de Eslonza (León) (1695-1698), pasante mayor (1698-1701) y lector de Filosofía (1701-1705) del Colegio de San Salvador de Lérez (Pontevedra), hasta ser elegido abad de su Monasterio de profesión el 16 de mayo de 1705 en plena Guerra de Sucesión Española. Gobernó el Monasterio guixolense hasta 1717 porque los abades castellanos elegidos en el capítulo general no podían ir a residir en el Monasterio. Siendo abad, hizo para Gerona en 1714, el sermón fúnebre de la reina María Luisa; y por encargo de los jurados de Sant Feliu acudió a Madrid a suplicar a Felipe V que aliviara a la villa del oneroso tributo para la guerra de Mallorca, lo que logró. Mejoró la hacienda de su monasterio, ganó algunos pleitos, amplió el patrimonio monástico con la compra de la notaría (1715) y escribanía reales y del consulado del mar, fiscalía y correduría públicas (1715), ganó el pleito que aseguraba el señorío del Monasterio sobre la villa. Y compró al conde de Solterra las rentas y décimas que tenía en Palamós y otras rentas en Pineda y Camós, para acrecentar los ingresos del monasterio. Fue encargado de visitar el de Montserrat, cuya comunidad estaba dividida en bandos, sobre todo antes de la expulsión de los monjes castellanos del monasterio (1708), como ocurrió con seis de Sant Feliu, durante la Guerra de Sucesión. Tras su informe de visita, el abad general alcanzó del Papa que la elección de abad de Montserrat se hiciera en el capítulo general, como en todos los demás monasterios, pero observando la alternativa entre catalanes y castellanos. Después, en el capítulo general de 1717 fue elegido abad general de la Congregación (1717- 1721), capítulo en el cual se pidió que se abriera un colegio para estudiar sólo Sagrada Escritura. Ya general, envió la acostumbrada carta acordada a todos los monasterios, exhortando a los abades a templar el rigor con la misericordia, a no hacer acepción de personas y dar a los súbditos la comida y vestido necesarios, si querían tener paz. Visitó los monasterios de la Congregación y al acabar su cuatrienio Felipe V le presentó para abad de Montserrat de Madrid (1721- 1725). El ser partidario de los Borbones y su amistad con el primer ministro y cardenal Giulio Alberoni, de quien luego fue cobrador de las rentas que tenía en los obispados de Toledo y de Málaga (1724-1730), y asimismo con el ministro de Marina, antes intendente de Cataluña, José Patiño, favoreció que Felipe V le presentara el 4 de abril y 7 de junio de 1730 para ocupar la sede episcopal de Mallorca. Fue preconizado el 24 de julio del mismo año y consagrado en Montserrat de Madrid el 19 de septiembre siguiente, y llegó a Palma el 26 de octubre, acompañado de tres monjes de su monasterio. Enseguida trató de reorganizar y visitar la diócesis, corrigió abusos, acabó con el contrabando, contuvo la decadencia espiritual de los ermitaños de la isla y colocó la primera piedra de la nueva iglesia de Santa Magdalena de Palma, que había de cobijar las reliquias de santa Catalina Tomás. Aunque de natural pacífico, tuvo algunos roces con las autoridades civiles, la Inquisición y el Cabildo catedralicio por defender sus legítimos derechos. Muy amante de su monasterio de profesión, sufragó gran parte del edificio nuevo del mismo para celdas de los monjes, así como la bodega y el granero, además de ampliar la huerta y cercarla con una pared de piedra. Regaló una imagen de san Benito de plata y algunas reliquias de santos mártires (1737); fundó una obra pía a favor del monasterio guixolense, y al morir en Palma tras larga y penosa enfermedad, dejó a su monasterio heredero universal de sus objetos de plata, ropas, enseres y de su preciosa biblioteca de 14.000 volúmenes, además de todos sus manuscritos. Fue enterrado en la capilla de Nuestra Señora de los Navegantes, de la Catedral mallorquina, que restauró y dedicó a san Benito, santa Escolástica y santa Gertrudis, colocando en ella un magnífico retablo barroco y labrando además un suntuoso sepulcro de piedra de jaspe para su sepultura, en la cual pusieron un largo y elogioso epitafio.

Hizo su panegírico fúnebre el agustino fray Mateo Cáneves, prior del Convento de Nuestra Señora del Socorrro, de Palma, que le elogió por su ciencia, nobleza y dotes de gobierno, así como por sus limosnas y su carácter dialogante. Para el Monasterio de Sant Feliu, fue el más grande bienhechor del siglo xviii y el primer monje profeso que llegó a ser abad general y obispo.

 

Obras de ~: Commentaria in Universam Aristotelis Philosophiam a Patre Magistro Fr. Benito Pañeles (en Biblioteca Xeral de Santiago de Compostela, ms. 174, reportata de su alumno fray Isidoro de Liébana [1702-1704] en Lérez).

 

Bibl.: M. Cáneves, El nombre Benedictus correspondido por los Ecos de los hechos. Oración fúnebre panegírica. Hízose a la spiadosas y lúgrubes exequias consagradas en la Santa Iglesia de Cathedral de Mallorca, al Ilmo. y Rmo. Sr. D. Fr. Benito Pañelles y Escardó, obispo de la misma diócesis [...], Palma, Miguel Cerdá Antich y Miguel Amorós, 1744; E. González Hurtebise, Apuntes para la historia del Monasterio de San Feliu de Guíxols. Fray Benito Pañellas y Escardó, Gerona, 1900; G. Nadal, “Galería heráldica episcopal de Mallorca”, en Boletín Oficial del Obispado de Mallorca, Palma, 1936; J. Massot i Muntaner, “Fray Benito Pañelles, obispo de Mallorca”, en Analecta Sacra Tarraconensia, 34 (1961), págs. 197-370; “Els abats de Sant Feliu de Guíxols”, en Studia Monastica, 13 (1971), págs. 361-370; L. Esteva, “Fra Benet Pañelles i Escardó, abat d’aquesta ciutat (1705-1717) i bisbe de Mallorca (1730-1744)”, en Áncora, Fiesta Mayor de 1970; T. del Moral, “Pañelles y Escardó, Benito”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1973, págs. 1878-1879; E. Zaragoza Pascual, Los Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid, V, Silos, Abadía, 1984, págs. 75-96; “Els manuscrits guixolencs de la Biblioteca Tomás de Lorenzana”, en Anales del Instituto de Estudios Gerundenses, 25 (1995), págs. 327-362; Historia del Monasterio de Montserrat de Madrid, Montserrat, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1996, pág. 65; Abaciologi del monestir de Sant Feliu de Guíxols (segles X-XIX), Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1998, págs. 57-58; “Hem trobat les lliçons de l’abat Pañellas”, en Áncora, 2730, 27 de septiembre de 2001, pág. 5.

 

Ernesto Zaragoza i Pascual

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares

Se ha detectado una opción ilegal. Por favor contacte al administrador del sitio