Eguino, Antonio de. ?, p. s. xvi – 1575. Consejero y contador de Carlos V y Felipe II.
Formado en la oficina del secretario Francisco de los Cobos, fue nombrado pagador de las guardas de Castilla en 1544, cargo que desempeñó durante los años siguientes junto a diversas comisiones. En 1552 ingresó como contino de la Casa Real y, en julio de 1554, fue nombrado teniente de la Contaduría Mayor de Hacienda en sustitución del sancionado Francisco de Laguna. Meses después, en diciembre, fue comisionado para viajar a Bruselas con el fin de comunicar al Emperador la precaria situación de la Hacienda Real castellana, caracterizada por un agudo déficit, unos altísimos costes financieros y un empeño generalizado de las fuentes de ingresos.
Tras llegar a los Países Bajos en los años finales de su reinado, Carlos V decidió trasladar a su hijo Felipe tales preocupaciones y, así, Eguino se desplazó a Londres. Una vez comunicadas al príncipe las preocupantes noticias hacendísticas, Eguino dejó claro a la regencia castellana que podían esperarse modificaciones en el capítulo del gasto, que en definitiva era el punto fundamental de la cuestión. De nuevo en Castilla, en 1557 Antonio de Eguino fue nombrado factor en la Casa de la Contratación de Sevilla, cargo que desempeñó hasta 1560. Este año fue nombrado teniente de la Contaduría Mayor de Cuentas con una quitación de 200.000 maravedís y diversos derechos, en la titularidad que ocupaba el conde de Olivares.
Nada más regresar a la Corte ya tuvo que participar en los análisis y juntas que dieron lugar al decreto de suspensión de pagos de noviembre de este año. Durante los años siguientes ejerció su cargo con una doble preocupación: por una parte, los conflictos institucionales que él y el otro teniente, Gutiérrez de Cuéllar, mantuvieron con los contadores mayores titulares; por otra, las dificultades crecientes para llevar al día las actividades contables, dado el cúmulo de trabajo que representaban las complejas operaciones fiscales y financieras de Felipe II. Con objeto de solucionar estas y otras cuestiones el Rey dictó unas nuevas ordenanzas para la Contaduría Mayor de Cuentas, firmadas en agosto de 1569, tras una inspección de la que Eguino salió limpio de acusaciones. Pero, a pesar de la reforma, la situación no se solucionó y, hasta su muerte en 1575, Eguino hubo de afrontar la notoria responsabilidad del oficio al mismo tiempo que las tensiones con el conde de Olivares.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Escribanía Mayor de Rentas, Quitaciones de Corte, leg. 8, n.º 25; Nóminas de Castilla, leg. 3, n.os 112 y 158; British Library, ms. Add. 28339, fols. 48-49; C. J. de Carlos Morales, El Consejo de Hacienda de Castilla.
Patronazgo y clientelismo en el gobierno de las finanzas reales, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1996; “Los medios de control contable de las finanzas reales en tiempos de Felipe II: el teniente Francisco Gutiérrez de Cuéllar y la Contaduría mayor de Cuentas, 1560-1579”, en J. Martínez Millán (dir.), Felipe II (1527-1598). Europa y la Monarquía Católica, Madrid, Parteluz, 1998, págs. 165-196.
Carlos Javier de Carlos Morales
