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Felipe Sierra Pambley

Biografía

Sierra Pambley, Felipe. Villablino (León), 26.V.1774 – Madrid, 28.VI.1823. Hacendista y político.

Felipe Sierra Pambley nació en la comarca leonesa de Laciana, en el seno una familia hidalga de raíces asturianas. Estudió leyes en Oviedo, donde se licenció en 1795 y de su estancia en la capital del Principado conservaría relaciones con antiguos compañeros y profesores. En 1798 se colegió como abogado. No se sabe si fue en Oviedo donde entró en contacto con los Canga Argüelles, con los que emparentaría al casarse con una prima de José, Joaquina Álvarez Blasón Canga Argüelles, pero la vinculación con esa familia sería decisiva para su trayectoria profesional y política.

En 1802 obtuvo su primer nombramiento de Hacienda: se convirtió en “comisario regio para establecer los arbitrios de aguardientes y otros licores”, que se destinaban al pago de los réditos y extinción de los vales reales. Su comisión se extendía a la provincia de León y la subdelegación de Asturias. Se trataba de un impuesto indirecto impopular y la misión que le fue encomendada comenzó a levantar agravios, que se irían acumulando en los años siguientes y saldrían a la luz en 1808. En agosto de 1802 recibió también el encargo de Manuel Sixto Espinosa -director de la Caja de Amortización de Vales Reales, con el que habían colaborado Felipe y José Canga Argüelles- de que emitiese su parecer sobre las dificultades que estaba sufriendo la venta de bienes de obras pías en León. Felipe Sierra Pambley envió su informe en septiembre y fue tan apreciado que sería adoptado para agilizar las ventas de la desamortización en toda España. Este informe debió ser decisivo para que en 1806 fuese nombrado comisionado regio para la secularización y venta de bienes eclesiásticos en la provincia de León.

Paralelamente, Espinosa, que era también miembro de la Real Academia de la Historia, le había encargado en 1803 que realizase el reconocimiento de los monumentos antiguos de la provincia leonesa y le enviase “noticias exactas” sobre ellos, incluidas copias de las inscripciones, y dibujos y descripciones de los monumentos. Sierra acogió con entusiasmo el encargo, aunque se confesó poco formado sobre la historia. Se lo comunicó a su “primo y amigo” José Canga Argüelles, que le recomendó la lectura de varias obras de historia. Felipe Sierra Pambley muestra ya en esta época algunas de las ideas que caracterizarán su pensamiento: en el informe sobre la desamortización eclesiástica se ponen de manifiesto las concepciones regalistas y liberales de su autor. Defiende la creación de una administración eficaz, dependiente de Hacienda y autónoma, para sacarla adelante. También que los recursos sean resueltos por esa administración y no por la justicia ordinaria. Al mismo tiempo, quiere estimular las ventas facilitando la libre disposición de la tierra comprada y oponiéndose, por tanto, a los derechos reconocidos a los llevadores por la legislación ilustrada. Defensa de la propiedad plena y perfecta que es muy liberal, aunque beneficiosa para los propietarios en perjuicio de los campesinos. Por último, quiere agilizar las subastas, eso sí, exigiendo el pago en dinero metálico. Su actuación contundente cuando se responsabilizó de las incautaciones y las ventas le puso en el punto de mira de los eclesiásticos leoneses y le añadió nuevos y poderosos enemigos. En 1807 recibió el último nombramiento de la administración de Godoy y se convirtió en Contador Principal de la provincia de León.

La caída de Godoy en marzo de 1808 permitió que sus enemigos se tomasen la revancha contra su política y sus partidarios. En León, los manifestantes apedrearon la casa de Sierra Pambley el 28 de marzo y en varios lugares de la provincia agredieron a los jueces subalternos encargados de las ventas de bienes desamortizados. El ataque a la casa de Sierra Pambley se repitió el 24 de abril. Aunque se incorporó al levantamiento de mayo de 1808 y fue secretario de la Junta Suprema creada el día 30, se mantuvo la hostilidad popular hacia su persona, que él siempre atribuyó a los eclesiásticos que rechazaban la desamortización. El 1 de julio, cuando León se veía amenazada por las tropas francesas, su casa volvió a ser asaltada, por lo que el día 3 obtuvo permiso de la Junta para trasladase a Villablino. En octubre de 1809 una nueva Junta lo nombró fiscal del Tribunal de Vigilancia y Seguridad Pública de la provincia. Ese mismo año la administración de José I le confiscó sus bienes. En octubre de 1811 los vecinos de Babia lo eligieron como su representante en la Junta provincial, a la que perteneció hasta 1813 y de la que fue vicepresidente. En diciembre de 1811 José Canga Argüelles, entonces secretario del despacho de hacienda, lo nombró contador en propiedad de la provincia de León e intendente honorario de provincia. También fue intendente del ejército del general Castaños.

A pesar de que siempre había estado con los patriotas, en septiembre de 1812 le fue abierta causa por haber devuelto a sus propietarios, que residían en zona ocupada por los franceses, vales reales que estaban depositados en la caja de consolidación cuando éstos entraron en la ciudad de León, en diciembre de 1808, y le habían sido entregados a Sierra por el tesorero, que había logrado sacarlos de la ciudad. Su causa fue sobreseída por la Audiencia de Valladolid, con todos los pronunciamientos favorables, el 2 de abril de 1814.

Entre marzo de 1813 y mayo de 1814 ejerció como intendente interino de la provincia de León, cargo que le hizo tomar parte de los debates de la diputación constitucional y le enfrentó de nuevo con los enemigos de las medidas desamortizadoras. Tras tres años de ostracismo, en junio de 1817 se convirtió en intendente de Canarias, donde residiría hasta mediados de 1819.

En 1820, tras el restablecimiento del sistema constitucional, José Canga Argüelles volvería a la cartera de Hacienda y el 31 de marzo Sierra fue nombrado intendente de la provincia de Segovia. Pronto ascendería en el ministerio, el 7 de mayo recibió el nombramiento de director general de hacienda pública. En las elecciones celebradas a finales de ese mes fue elegido diputado a Cortes por la provincia de León y el día 26 recibió el nombramiento de caballero supernumerario de la orden de Carlos III.

El 6 de junio de 1821 fue nombrado “director de contribuciones directas”, aunque no ocuparía el cargo hasta cesar como diputado.

Su labor parlamentaria se centró en los asuntos relacionados con la economía y con la hacienda en particular. Formó parte de la comisión de hacienda de las Cortes en las legislaturas de 1820 y 1821 y contribuyó a la elaboración del nuevo sistema fiscal y de los presupuestos del Estado. También perteneció a la comisión que elaboró el proyecto de ley constitutiva del ejército. En el pleno de las Cortes realizó intervenciones destacadas sobre la desamortización, el diezmo o la expulsión de los jesuitas. Liberal moderado -pertenecía a la masonería, en la que tenía el nombre de Nekar-, votó a favor de la supresión de las sociedades patrióticas. Entre el 28 de febrero y el 6 de agosto de 1822 ocuparía la cartera de Hacienda en el breve gobierno encabezado por Martínez de la Rosa, que cayó tras el levantamiento de la guardia real. Desde el ministerio defendió la importancia y la justicia de las contribuciones directas, proporcionales a la riqueza, frente a los impuestos indirectos. Entre el 7 de julio y el 5 de agosto desempeñó también interinamente la cartera de Guerra.

Felipe Sierra Pambley, firme partidario de la desamortización, aumentó notablemente su patrimonio con la adquisición de bienes nacionales, aunque la reacción de 1823 privaría temporalmente a sus herederos de su disfrute. Falleció a los pocos días de la entrada de los franceses en Madrid, lo que libró de sufrir la represión absolutista.

 

Obras de ~: Memoria leída a las Cortes en la sesión pública de 5 de marzo de 1822 por el Señor Secretario de Estado y del Despacho de Hacienda, Madrid, Imprenta Nacional, 1822.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 6 n.º 18.

E. de Diego García, “D. Felipe Sierra Pambley: una figura leonesa de la política liberal de 1820 a 1823”, en Tierras de León, 61 (1985), págs. 1-13; A. Gil Novales, Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991; F. Carantoña Álvarez, “Las Primeras Diputaciones Leonesas (1812-1823)”, en F. Carantoña Álvarez y G. Puente Feliz (dirs.), Historia de la Diputación de León, León, Instituto leonés de Cultura, 1995, págs. 3-34; S. Serrano (dir.), Enciclopedia de León, León, La Crónica 16, 1996; F. Carantoña álvarez (dir.), La Historia de León. vol. IV Historia Contemporánea, León, Universidad. Servicio de Publicaciones, 2000; E. Aguado Cabezas, “Felipe Sierra Pambley. Un hidalgo leonés en la administración de Carlos IV”, en Trienio, 42 (noviembre de 2003), págs. 33-53; F. Carantoña Álvarez, “De la ilustración al liberalismo moderado. La trayectoria política de Felipe Sierra Pambley”, en F. Carantoña Álvarez, y E. Aguado Cabezas (eds.), Ideas reformistas y reformadores en la España del siglo XIX. Los Sierra Pambley y su tiempo, Madrid, Biblioteca Nueva, 2008; A. Gil Novales, Diccionario biográfico de España (1808-1833), Madrid, Fundación Mapfre, 2010.

 

Francisco Carantoña Álvarez