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Catalina Maura Pou

Biografía

Maura Pou, Catalina. Catalina de Santo Tomás de Villanueva. Palma de Mallorca (Islas Baleares) 4.IX.1664 – 18.I.1735. Religiosa, agustina descalza (OSA).

Huérfana de madre al nacer, aunque su padre volvió a casarse y se oponía a que su hija entrara en religión (quería que hubiera aceptado a un pretendiente al matrimonio), profesó en 1686 en el Convento de las Hermanas Agustinas de la Purísima Concepción. Quizá en su entrega al Señor tuvo algo que ver su parentesco con el religioso comendador del convento de los padres mercedarios de Palma, Sebastián Maura, que lo fue en 1683. Su lema: “Padecer y Amar, para más padecer y más amar” y vivir humillada lo que desarrolla con una vida de mortificación. Con espasmos místicos desde niña, se le atribuyen actos milagrosos desde los tres años.

Tuvo una investigación a los pocos años de entrar en religión promovida por sus hermanas de Orden, escépticos por sus continuas pérdidas de la realidad y trances místicos, fruto de volcarse en descubrir la Verdad Revelada aplicando a ello un misticismo fuera de lo común. Tras tiempo de estudio y debate, a su comportamiento se le eximió de toda duda, por lo que fue revestida primero de admiración y, después, de veneración por el resto de la Congregación. A sus hermanas aplicó, constantemente, sus dotes de consuelo y consejo. La bautizaron como Ángel de Paz.

Desarrolló una reforma de la Regla de San Agustín para aplicarla a la vida monástica, con el fin de ejercer con más rigor el voto de pobreza, (desdeñaba el lujo en el vestir); impulsó la supresión de los apellidos respectivos al entrar en religión, tomando el de algún santo; introdujo la práctica frecuente de la comunión; austeridad en el refectorio; la devoción al Salutemus (adoración de las cinco llagas, es decir de la Pasión de Cristo); fomentó el dogma de la Inmaculada Concepción y la fe y el conocimiento del beato Ramón Llull.

Sus continuas enfermedades la consagraron a una vida de martirio que vivificó en permanente oración y ayuno. Murió en olor de santidad. Se le han atribuido innumerables curaciones e incluso se la encomienda en los desplazamientos.

Los obispos José Miralles y Matheu Colom introdujeron, en 1933, su proceso de canonización que se presentó en Roma en 1936. La Guerra Civil lo dejó inconcluso. En 1991 su causa fue reabierta.

Sus textos poéticos y místicos están inéditos en el fondo documental custodiado en el Archivo de las Agustinas de la Concepción en Palma.

Hija Ilustre de Palma, el Ayuntamiento le concedió una calle.

 

Bibl: M. Meliá, Lucidísimo funeral, pompa en que con devota emulación compitieron en fúnebres expresiones el Muy Ilustre y Noble Ayuntamiento de Palma y el Monasterio de las Madres Agustinas de la Purísima Concepción y el Convento del Socorro de los padres Agustinos de esta ciudad el 20-21 y 23 de Febrero de 1736, Palma de Mallorca Imprenta de la Viuda de Guasp, 1736; V. Menéndez, Biografía de Sor Catalina Maura (Hechos y Episodios principales de su vida), Palma de Mallorca, Gráficas Miramar, 1927; G. Mestre, Biografía de Sor Catalina Maura, Palma de Mallorca, Miramar, 1978; T. Aparicio López, Una mujer mallorquina ejemplar: Sor Catalina de Santo Tomás de Villanueva, Valladolid, Estudio Agustiniano,1983; VV. AA., Gran Enciclopèdia de Mallorca, t. 10, Palma de Mallorca, Consell de Mallorca, 1992, pág. 366.

 

Alfonso Pérez-Maura y de la Peña

Relación con otros personajes del DBE

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