Liberal Lucini, Ángel. Barcelona, 19.IX.1921 – Madrid, 2.X.2006. Almirante de la Armada, jefe del Estado Mayor de la Defensa.
Hijo de un militar fallecido el 20 de julio de 1936 a causa de los incidentes acaecidos en la Capitanía General de Valladolid —donde estaba destinado— con motivo del levantamiento armado que dio lugar a la Guerra Civil, inició su carrera militar ingresando en la Escuela Naval, donde obtuvo la graduación de alférez de navío (1938-1942). Su primer mando de barco fue el ejercido en la lancha torpedera n.º 25 (1945-1946).
Posteriormente desempeñó el mando del guardacostas Arcila (1949-1950), del minador Eolo (1957-1958), del destructor Alcalá Galiano (1962-1964) y del transporte de ataque Aragón (1969-1970).
En tierra, sus destinos más importantes comenzaron como jefe de la Secretaría del ministro de Marina, Pedro Nieto Antúnez (1965-1969). Posteriormente permaneció en Washington como agregado naval a la embajada española en los Estados Unidos (1971-1974). Ascendido a contralmirante (1974), fue nombrado jefe del Mando de Escoltas (1976), donde ejerció, en sus propias palabras, “el destino profesional más bonito” de toda su carrera en la Armada al frente de dieciséis unidades tipo destructor.
Su destino en Washington facilitaría su nombramiento como representante de la Armada en la delegación española en las conversaciones hispano-norteamericanas para la renovación del Acuerdo de 1970.
El proceso negociador, presidido por parte española por el subsecretario de Asuntos Exteriores, Juan José Rovira, y en el que encabezaba el grupo militar el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, concluyó con el Tratado de Amistad y Cooperación entre España y los Estados Unidos (24 de enero de 1976).
La creación del Ministerio de Defensa, como consecuencia de las reformas militares emprendidas por el teniente general Gutiérrez Mellado, así como las relaciones cultivadas por el contralmirante Liberal con el vicepresidente del Gobierno en el largo y complicado proceso negociador del Tratado hispano-norteamericano, determinaron su nombramiento como subsecretario de Defensa (1977-1982). Ocupó esta Subsecretaría —posteriormente denominada Subsecretaría de Política de Defensa— con los cuatro primeros ministros de Defensa de la democracia: Gutiérrez Mellado, Rodríguez Sahagún, Alberto Oliart y Narcís Serra.
Durante este período, lideró el grupo militar en las negociaciones para la renovación del Tratado hispanonorteamericano, que culminó con la firma del nuevo Convenio entre España y los Estados Unidos (2 de julio de 1982). Seguidamente fue designado vicepresidente de la delegación española encabezada por Javier Rupérez en las conversaciones para definir las modalidades de integración de España en la estructura militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hasta la congelación de la situación española en la Alianza fijada por el nuevo Gobierno socialista. Fue la primera personalidad del Gobierno español que asistió a una reunión del Consejo del Atlántico Norte, en representación del ministro Oliart, que no pudo acudir al coincidir con la transferencia de poderes del Gobierno cesante al primer gabinete de Felipe González.
Tras ser nombrado capitán general de la Zona Marítima del Mediterráneo (1983) y a raíz de la aprobación de la Ley Orgánica 1/84, por la que se modificaba la Ley Orgánica 6/80, de Criterios Básicos de la Defensa Nacional y la Organización Militar, ocupó el cargo de almirante jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) (1984-1986), cargo de nueva creación con la función de colaborar con el ministro de Defensa en el planeamiento y ejecución de los aspectos operativos de la defensa militar, la principal variación orgánica era que el JEMAD tenía el mando sobre los tres Ejércitos en los ejercicios conjuntos y podría, en tiempo de guerra, ser nombrado jefe del Mando Operativo de las Fuerzas Armadas, ejerciendo, bajo la autoridad del presidente del Gobierno, la conducción de las operaciones militares.
Fue consejero electivo del Consejo de Estado (1987-2000).
Entre los cursos y diplomas obtenidos por el almirante destacan el de la Escuela de Guerra Naval (1954-1956), el de la Escuela de Guerra Naval de Portugal (1956-1957) y el de Operaciones Anfibias en Estados Unidos (1959). Además de otras condecoraciones españolas y extranjeras, le fueron concedidas las Grandes Cruces de San Hermenegildo, del Mérito Naval, del Mérito Aeronáutico, de Isabel la Católica, del Mérito Civil y de Carlos III.
El reconocimiento a su destacada labor profesional fue reconocido con su nombramiento como almirante general con carácter honorífico por Real Decreto de 21 de mayo de 1999.
Obras de ~: “Reflexiones sobre Europa y su seguridad”, en Política Exterior (PE), n.º 30 (1992), págs. 30-53; “Cuarenta años después (1953-1993)”, en (PE), n.º 35 (1993), págs. 181-201; “Seguridad, defensa, Fuerzas Armadas y juventud”, en Cuenta y Razón del Pensamiento Actual, n.º 85 (1994), págs. 7-15; “Evolución de la estructura de la defensa en España desde 1939” (conferencia en el XXXVII Curso de Altos Estudios Internacionales), en Estudios Internacionales 1991, Madrid, Sociedad de Estudios Internacionales, 1998, págs. 303-322; “Análisis del aspecto militar del problema de Gibraltar”, en J. Salgado (coord.), Estudios sobre Gibraltar, Madrid, Ministerio de Defensa-INCI, 1999, págs. 215-232.
Bibl.: C. Fernández, Los militares en la transición política, Barcelona, Arcos Vergara, 1982; A. Marquina, España en la política de seguridad occidental (1936-1986), Madrid, Ediciones Ejército, 1986; M. Platón, Hablan los militares. Testimonios para la historia (1939-1996), Barcelona, Planeta, 2001; A. Oliart, “Las Fuerzas Armadas en la transición política” (conferencia pronunciada en la Real Academia de la Historia), en Real Academia de la Historia (ed.), Veinticinco años de reinado de S. M. Juan Carlos I, Madrid, Espasa Calpe, 2002, págs. 587-621.
Ángel Luis Linares Seirul·lo
