Castañer y Seda, Marcos. Mataró (Barcelona), 13.VII.1815 – Barcelona, 25.IV.1878. Misionero apostólico, fundador de la Congregación de RR. Filipenses Misioneras de la Enseñanza.
El mayor de tres hermanos, cursó sus primeros estudios en el colegio que los Padres Escolapios de Mataró.
En 1835 ingresa en el Seminario de Barcelona para seguir la vocación sacerdotal. Tres años más tarde se cierra dicho centro a causa de la situación política española y decide ir a Roma a completar sus estudios eclesiásticos. Es ordenado sacerdote y, en marzo de 1839, celebra su primera misa en la Ciudad Eterna. Un año más tarde obtiene el título de misionero apostólico y permanece en Italia hasta 1845 ejerciendo el ministerio de la predicación y ampliando estudios. En estos años toma contacto con los Padres Filipenses de Roma y queda cautivado por la vida y doctrina de san Felipe Neri, fundador del Oratorio.
Cuando más tarde funde la congregación en 1858 le dará por patrón a este santo florentino y las primeras hermanas recibirán el título de “Hermanas de San Felipe Neri”.
Además de director de dos congregaciones religiosas en Mataró de 1846 a 1856, destaca por su celo apostólico, su preocupación por la juventud y su amor a María Inmaculada, estableciendo diversas congregaciones marianas a lo largo de la geografía catalana.
Sus principales escritos giran en torno a la congregación: Constituciones (1865), que están inspiradas en las de la primera comunidad filipense femenina de Roma (Oblate Filippine) y en los Padres del Oratorio; las Instrucciones a las Hermanas; la Sucinta Memoria (1864), donde expresa el porqué de la fundación: la necesidad de dar respuesta a los problemas sociales que origina la naciente Revolución industrial, y Los Ejercicios Espirituales y el Retiro mensual.
A los veintiún años de la fundación, y sesenta y dos de edad, en marcha y consolidada la obra, murió Marcos Castañer, el 25 de abril de 1878 en Barcelona, dejando tras de sí una huella de entrega y servicio a la Iglesia y al mundo. Sus restos fueron sepultados en la tumba de los Comunitarios de Santa María de Mataró para ser, después, trasladados a la casa de la Comunidad de Sarriá donde están actualmente.
Hombre carismático, de gran intuición, que supo captar las necesidades más urgentes de la Iglesia y del mundo concreto. Se solidarizó con los problemas e inquietudes, dando una respuesta netamente cristiana y católica. Misionero de un gran celo apostólico, que no evitó sacrificio ni trabajo por extender el mensaje del Evangelio.
La Congregación de RR. Filipenses Misioneras de Enseñanza fue fundada en Mataró (Barcelona) el 21 de noviembre de 1858 por los hermanos Marcos y Gertrudis Castañer y Seda. Obtuvo el Decretum laudis el 7 de diciembre de 1870 y la aprobación definitiva el 7 de julio de 1914.
La congregación, que nace para dar respuesta a una necesidad concreta de la ciudad de Mataró, permanece en el ámbito de Cataluña los cincuenta primeros años para abrirse en 1907 a México y en 1914 a Castilla en España y a Cuba, cunas las dos de abundantes vocaciones. A partir de este momento, se inician en diversos países de Hispanoamérica obras de carácter misionero y pastoral diocesana, hecho que origina el que, al celebrarse el primer centenario, la Santa Sede conceda añadir al título de Filipenses el de “Misioneras de Enseñanza”. La congregación ha sobrevivido a diversas revoluciones y ha sido expulsada de Mataró (1868), México (1914) y Cuba (1961). En la Guerra Civil se perdió en este tiempo todo su archivo histórico en Barcelona, por lo que ha sido difícil reconstruir los primeros pasos de la congregación. Actualmente, la congregación está dividida en cinco delegaciones. Tiene cuarenta y cuatro casas y veinte colegios. Se extiende por España y por diversos países de Hispanoamérica y Estados Unidos.
El fin específico de la congregación es la “Renovación cristiana de la Sociedad”, de acuerdo con las necesidades más urgentes de la Iglesia y con especial atención a los más necesitados. Lleva a cabo esta misión a través de obras de promoción humana y educación cristiana (colegios, catequesis...); residencias y casas de espiritualidad; trabajo misionero y ayuda a movimientos eclesiales. Al ser san Felipe Neri el alma de inspiración de la obra de los fundadores, la espiritualidad de la congregación está impregnada del espíritu del santo florentino con las características que le son propias, recogidas en las constituciones: espíritu de oración, caridad, sencillez y alegría.
Está en proyecto la causa de beatificación de los padres fundadores de la Congregación de RR. Filipenses Misioneros de la Enseñanza.
Obras de ~: Sucinta Memoria de la Congregación de Hnas. de S. Felipe Neri de la ciudad de Mataró, Madrid, AGRF, 1886; Instrucciones de nuestro padre fundador, Madrid, Publicaciones Claretianas, 1992.
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José Martín Brocos Fernández