Sanchez y López de la Torre, Juan. Ruiloba (Cantabria), 1757 – Jerez de la Frontera (Cádiz), 25.II.1838. Bodeguero y mecenas del primer Instituto de Enseñanza Media creado en la provincia de Cádiz.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII muchas familias procedentes de Cantabria se asentaron en Jerez e instalaron sus negocios; tiendas de comestibles en su mayoría. La colonia de montañeses más numerosa en esta ciudad procedía del concejo de Ruiloba, unas 110 personas. Ello se debía a que la gente de dicha procedencia solían ser expertos en vinos y en su cata, por lo que en una ciudad vinícola como Jerez encontraban trabajo fácilmente. Uno de estos montañeses fue Juan Sánchez y López de la Torre. Los primeros datos sobre este personaje lo sitúan como encargado y capataz mayor de las bodegas Domecq. El famoso viajero ilustrado, Richard Ford, tras su visita las citadas bodegas, lo describe llave a cuestas, sueldo espléndido, y vestido a lo Fígaro del Barbero de Sevilla. Fue un asiduo de la tertulia que el historiador Portillo mantenía en su librería de plaza de Plateros, en la que se reunía a diario con un grupo de destacados jerezanos siempre muy inquietos por el desarrollo cultural de su ciudad.
Juan Sánchez, después de haber trabajado muchos años en las bodegas antes citadas, se estableció como almacenista de vinos, llegando a poseer más de 13.000 arrobas de vino valoradas en quinientos mil reales de vellón. No tuvo hijos, muriendo a los 81 años. Aquí podría terminar la historia de este montañés, sino fuera porque dejó una gran fortuna valorada en 12 millones de reales. Un tercio de ella dispuso fuese dedicada a obras de caridad, otro tercio lo legó a su único sobrino. La otra tercera parte, unos 120.000 pesos fuertes, fueron depositados en el Banco de Francia que producirían una renta anual de 100.000 reales de vellón, con los que se habría de mantener un Colegio de Humanidades que habría de llevar el nombre de San Juan Bautista en recuerdo de su fundador. Sería éste el primer Instituto de Enseñanza Media que se estableciera en la provincia de Cádiz. Legó también para el mismo fin su propia casa de la plaza del Mercado y dos más contiguas a ésta en calle Liebre. Para que fuera cumplida su voluntad nombró como albaceas fideicomisarios a dos destacados amigos y paisanos: Esteban González Fernández y Juan Manuel González del Castillo. Según dispuso en su última voluntad, nadie más que estos dos señores podrían intervenir en dicha Fundación. Si alguien, el Estado, la Iglesia o el Ejército se inmiscuyeran, la misma quedaría inmediatamente disuelta.
Gracias a ello Jerez pudo contar con un Instituto Provincial de Enseñanza Media, que con el paso del tiempo sería el actual I.E.S. Padre Luis Coloma. Su casa, tal como él dispuso, siempre ha estado dedicada a la difusión de la cultura, ya que cuando en 1885 el Instituto se trasladó al antiguo hospital de San Juan de Dios en Alameda Cristina, allí funcionó una escuela de educación primaria. Con el paso del tiempo, ya en los años 80 del pasado siglo, nuevamente el lugar vuelve a ser dedicado a fines culturales: instalándose en dicha casa el Museo Arqueológico Municipal.
El Ayuntamiento de Jerez, en sesión celebrada el 14 de octubre de 1878 acordó dar el nombre de Juan Sánchez a la calle que va desde la de Puerto a plaza de Silos.
Fuentes y bibl.: A. Muñoz Gómez, Noticia histórica de las calles y plazas de Jerez, Jerez, Imp. El Guadalete, 1903; I. Ruiz de Villegas, Montañeses en Jerez, Jerez, Eje Editorial, 1999; A. Mariscal Trujillo, La Tertulia Española, Jerez, Eje Editorial, 1998; J. y J. de las Cuevas, Vida y milagros del vino de Jerez. Jerez, Grafibérica, 1979; E. Fedriani, Jerezanos Insignes, Jerez, Gráficas San Luis, 1968; M.D. Rodríguez Doblas, Instituto Padre Luis Coloma, 150 años de historia, Jerez, Biblioteca de Urbanismo y Cultura BUC, 1989.
Antonio Mariscal Trujillo
