Munier, Carlos. Hamburgo (Alemania), p. s. XVIII – ?, s. m. s. XVIII. Grabador de vidrio de la Real Fábrica de Cristales.
Carlos Munier fue contactado en París por el duque de Huéscar, en 1746, para establecer en España la sala de grabar y tallar de la Real Fábrica de Cristales. Este grabador, bastante conocido por haber trabajado en las fábricas de vidrio francesas más importantes, se comprometió, entre otras cosas, a enseñar las labores del grabado y a no ausentarse sin permiso del obrador.
Como él mismo opinaba, no sólo era maestro grabador, sino que conocía también el arte de azogar espejos, tallar cristales, mármoles y piedras duras.
Sabía, además, la manera de elaborar los cercos de estaño para las cornucopias, así como la fabricación de toda clase de colores para cristales planos y arañas.
Semejantes aptitudes tenían, según comentaba el mismo Munier, su hermano Enrique, de veintitrés años de edad, así como su primo Enrique Grosky, de veinticuatro o veinticinco años, grabadores ambos, asentados también en Hamburgo, que fueron recomendados por Carlos Munier para entrar en la sala de grabar de la Real Fábrica de Cristales.
Aunque tenía tantas habilidades, Carlos Munier fue contratado únicamente para grabar, cortar, tallar, abrillantar, dibujar, modelar y enseñar todos sus conocimientos.
Una vez instalado en la recién creada sala de grabar y tallar del almacén general de Madrid, ubicado en la Carrera de San Francisco, y descontento con el sueldo que le había sido asignado (8000 reales anuales, además de una gratificación de 32.000 reales una vez que hubiera enseñado y adiestrado a algún artífice), Carlos Munier se mostró desde un principio contrario a las obligaciones contraídas, adoptando una postura hostil y negligente con sus superiores. La situación llegó a un extremo tal que la dirección determinó retenerle en la sala por espacio de un año, el tiempo suficiente para que un hábil dibujante, como era Gioban Battista Nini, pudiera aprender a su lado con rapidez las labores del grabado y la talla. Nini no tardó en aprender el oficio, ascendiendo vertiginosamente posiciones.
El mal comportamiento de Carlos Munier fue excusa para que el administrador general, Antonio Berger, le abriera expediente en su contra, mandando al inspector Joseph de Serrano que le observara de cerca en la más estricta reserva. Las investigaciones revelaron que Carlos Munier pertenecía a una Orden oculta, de tipo masónico, llamada “la Felicité”, creada para la ayuda mutua entre sus asociados. Aunque quedaron implicados otros operarios franceses que trabajaban en la Real Fábrica, como fue el caso de Antonio Sordet o el maestro Dionisio Sibert, el ministro Carvajal y Láncaster determinó, tras acallar los ánimos del obispo inquisidor general, expatriar inmediatamente a Munier y a Sordet, permitiendo a Sibert continuar en su puesto para evitar reacciones incómodas que pudieran presentarse por parte del resto de vidrieros extranjeros. Carlos Munier llegó a Ámsterdam en octubre de 1749, habiendo permanecido encarcelado previamente en Bilbao a la espera del barco de salida. Los parientes de Munier fueron también expatriados, después de habérseles comprado los tornos e instrumentos de sus respectivos talleres.
Carlos Munier grababa a rueda, tanto vidrio plano, sobre todo cornucopias y otros vidrios de adorno, como vidrio hueco, especialmente vasos, copas y otros recipientes para el servicio de mesa.
Bibl.: M.ª T. Ruiz Alcón, Vidrio y Cristal de la Granja, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1969 (col. Artes y Artistas); “Grabadores de la Fábrica de Cristales de La Granja”, en Archivo Español de Arte, n.º 171 (septiembre de 1970); “Vidrio y Cristal”, en VV. AA., Historia de las Artes Aplicadas e Industriales en España, Madrid, Cátedra, 18, 1982, págs. 463-509; P. Pastor Rey de Viñas, Historia de la Real Fábrica de Cristales de San Ildefonso durante la época de la Ilustración (1727-1810), Madrid, Fundación CNV, CSIC, Patrimonio Nacional, 1994; La Real Fábrica de Cristales de La Granja. Historia, repertorios decorativos y tipologías formales, La Granja (Segovia), Arte Segovia, 1998.
Paloma Pastor Rey de Viñas
