García Quintana, Domingo. Sarria (Lugo), s. m. s. xviii – p. m. s. xix. Diputado, hacendado y negociante, aunque, según Calvo Marcos, era presbítero.
Son escasos los datos sobre su vida y su familia. Había nacido en la comarca de Sarria en la provincia de Lugo, pero se desconoce el lugar y el año. Siendo joven, viajó a Andalucía y se dedicó al comercio en El Puerto de Santa María (Cádiz) durante cuarenta y dos años, formando parte del Concejo de esta ciudad como personero en, al menos, un mandato.
Al ser ocupada parte de Andalucía por los franceses, García Quintana abandonó sus negocios o los dejó en manos de sus hijos, y se presentó en Galicia en 1810 dispuesto a colaborar en su liberación. Su actividad y celo patriótico le dieron a conocer y ello explica que fuera uno de los elegidos como diputado por Galicia el 25 de marzo de 1810 para representar a la provincia de Lugo en las Cortes Generales y Extraordinarias (1810-1813), por los doce electores en el Ayuntamiento de Lugo, según la Instrucción particular para Galicia. En las Cortes se dijo de él que era “hacendado y negociante”, aunque, según Calvo Marcos, era presbítero.
Se le otorgó su poder el mismo día de su elección y tomó posesión de su cargo el 14 de octubre en la Isla de León. De pensamiento liberal, intervino en el debate sobre la libertad de imprenta a favor de Argüelles y se quejó de la situación del Ejército, achacando a los altos mandos el estado adverso en que se encontraba.
Se negó a que las Cortes se trasladaran a Cádiz, a tenor de los datos que proporcionaba la Junta de Sanidad sobre la mortandad a causa de la fiebre amarilla.
Propuso a las Cortes un proyecto titulado Especulación patriótica para encontrar un buen y pronto socorro de dinero con que acudir a las necesidades urgentes, con la finalidad de recaudar urgentemente dinero (100.000.000 de pesos fuertes) y la creación de un banco nacional de recursos con una suscripción voluntaria por medio de vales y cédulas. También hizo algunas alusiones a la espinosa cuestión de la esclavitud, con vagas promesas de abordarla en cuanto encontrara la ocasión más propicia. Partidario de que el comercio de Cádiz contribuyera a los gastos de la nación, propuso un impuesto de 10.000.000 de pesos fuetes por medio del crédito de papel moneda, hecho de forma que pareciera para los comerciantes una especulación mercantil. En la crisis entre la regencia y las Cortes se aprobó una propuesta suya en el sentido de que los diputados no se manifestasen en público contra aquélla, “sino que si tuvieran que exponer algún hecho que pueda desautorizarle, lo manifestasen en sesión secreta”. En los debates sobre la obra colonizadora de España en América se mostró especialmente crítico con ella, denunciando las continuas vejaciones de la que habían sido objeto los indígenas. Considerado como uno de los pocos diputados en aquellas Cortes de ciertas tendencias republicanas, en un arrebato de radicalismo liberal expresó que “hablar y amenazar no nos saca de apuro, cuchilla, cuchilla es lo que necesitamos y pronto”.
Fue expedientado por las Cortes, acusado de haber repartido unos pasquines, calificados de “esquelas sediciosas e incendarias”, siendo privado de su condición de diputado y apresado, aunque, tras la reclamación pertinente, fue rehabilitado. Pidió por motivos de salud su baja como diputado, accediendo a ello las Cortes el 5 de diciembre de 1811, no constando que fuera sustituido por el suplente correspondiente, Manuel Pallarés y Correa. Se conservan varios protocolos que hablan de su actividad comercial, sobre todo en El Puerto de Santa María. Durante su estancia en Cádiz se alojó en la calle del Puerto, n.º 66.
Publicó un Manifiesto que hace a la Nación Española en general y al reino de Galicia en particular y, posteriormente, sin fecha, un Proyecto para encontrar un buen y pronto socorro de dinero.
Obras de ~: Manifiesto que hace a la Nación Española en general y al reino de Galicia en particular, La Coruña, Imprenta de Antonio Rodríguez, 1811; Proyecto para encontrar un buen y pronto socorro de dinero, s. f.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, Legislatura 1810-1813, leg. 1, exp. 2; Arquivo do Reino de Galicia, Guerra Independencia, Col. doc. soltos, XD-25/D.1; Real Academia Galega, Actas de la Junta de Lugo, 1810-1812.
Congreso de los Diputados, Diario de Sesiones de las Cortes generales y Extraordinarias, Madrid, Imprenta de J. A. García, 1870; S. Casanova y Patrón, Anales gaditanos o inventario de los sucesos de mayor trascendencia acaecidos en Cádiz desde los tiempos más remotos hasta 1905, Cádiz, Est. Tipográfico de Adolfo Macías Benítez, 1905, pág. 67; J. Díaz Andino, “La diputación lucense en las Cortes de Cádiz”, en Boletín de Lugo, III (1948), págs. 185-193 y 227-235; C. Armellada, La causa indígena americana en las Cortes de Cádiz, Madrid, Editorial Cultura Hispánica, 1959, pág. 27; F. Suárez Verdaguer, Las Cortes de Cádiz, Madrid, Rialp, 1982, pág. 36; M. Ravina Martín, Las Cortes de Cádiz y el protocolo notarial.
Archivo Histórico Provincial de Cádiz, Cádiz, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura y Medio Ambiente, 1991, pág. 51; X. R. Barreiro Fernández (coord.), Parlamentarios de Galicia. Biografías de deputados e senadores (1810-2003), t. I, Santiago de Compostela, Parlamento de Galicia-Real Academia Galega, 2003, págs. 300-301; J. M.ª García León, Los diputados doceañistas, ts. I y II, Cádiz, Ayuntamiento, 2006, págs. 351-353 y págs. 614-615, respect.; M. Urquijo Goitia (dir.), Diccionario biográfico de parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz. 1810-1814, Madrid, Cortes Generales, 2010 (CD-Rom).
José María García León
