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Pedro Becerra y Pardo de Núñez

Biografía

Becerra y Pardo de Núñez, Pedro. Ares (La Coruña), 1795 – Santiago de Compostela (La Coruña), 11.VI.1848. Militar y caballero laureado de San Fernando.

Se le concedió la gracia de cadete en el mes de agosto de 1808, y siguió sus estudios en el Regimiento Inmemorial del Rey, en cuyas filas combatió a los franceses.

En 1809 se halló en la reconquista de Villafranca del Bierzo (León), en la batalla de Tamames (Salamanca) y en las acciones de Medina del Campo (Valladolid) y Alba de Tormes (Salamanca).

Al año siguiente luchó en Extremadura, y en el mes de marzo, ya con empleo de subteniente, fue trasladado al Batallón del General del Ejército de la Izquierda.

En 1811 tomó parte en la defensa de Badajoz y más tarde lo hicieron prisionero en Santa Engracia, consiguió fugarse y retornar a su Cuerpo, con el que un año después se halló en la retirada de Castilla formando parte de la División del general Morillo. En el mes de septiembre fue ascendido a teniente y destinado al Regimiento de la Unión.

Luchó en 1813 en las batallas de Alba de Tormes (Salamanca), Vitoria y Sorauren (Navarra), penetró a continuación en Francia y siguió en campaña hasta la firma del armisticio.

Formando parte del Regimiento Imperial Alejandro embarcó voluntario hacia Costa Firme en el mes de enero de 1815, y en abril intervino en la reconquista de la Isla Margarita. Al año siguiente, y a lo largo de cuatro meses, realizó una expedición marítima por el Pacífico en persecución de piratas, tras lo cual pasó a pertenecer al Ejército del Perú.

En 1817 participó en la campaña de Salta, y ganó la Cruz de San Fernando de 2.ª clase, Laureada, por la acción de Perico el Grande, el 23 de enero, en la que al mando de treinta hombres resistió el ataque de cuatrocientos; en el siguiente mes de junio obtuvo el empleo de capitán. Al año siguiente formó parte de las dos expediciones a la provincia de las Salinas y, posteriormente, a la de Santa Victoria.

Tras intervenir en la expedición al Callao y en otras muchas acciones, fue ascendido a comandante en 1821. Al año siguiente combatió a los rebeldes en la batalla de Ica, participó a continuación en la expedición a Jauja y en 1823, en la ocupación de Lima y en el bloqueo de la fortaleza del Callao. En este último año alcanzó el empleo de teniente coronel y, un año después, el de coronel.

Combatió en agosto de 1824 en la batalla de Junín y en diciembre en las de Matará y Ayacucho, al mando del Regimiento Imperial Alejandro. En la última resultó herido y hecho prisionero. Tras la capitulación del ejército regresó a la Península.

Entre 1825 y 1831 permaneció con licencia indefinida, pero en el mes de noviembre del último año se le confió la organización del Depósito de Jefes y Oficiales de la isla de Cuba, hacia la que partió en abril de 1832.

Al llegar a La Habana se le dio el mando en comisión del 2.º Batallón Ligero de Cataluña, de guarnición en el Departamento oriental. Becerra se encargó del levantamiento del plano de la plaza de Santiago y sus contornos.

En febrero de 1834 volvió a la Península y al año siguiente fue nombrado teniente de Rey de la plaza de Santiago de Cuba, cargo que no llegaría a ejercer, al ser nombrado en 1836 jefe de la Plana Mayor del Departamento oriental de la isla, adonde llegó en el mes de julio del mismo año. En 1839 se hizo cargo del gobierno de dicho Departamento por fallecimiento de su titular, pero cesó ocho meses después.

En 1842 fue puesto al frente de una columna con la que persiguió a grupos rebeldes que perturbaban la vida de los habitantes de aquella región. Seguidamente desempeñó el cargo de teniente de Rey de la plaza de Santiago; fue relevado en mayo de 1847 y se le ordenó regresar a la Península en un plazo de dos meses.

Habiendo enfermado y teniendo que arreglar los intereses que poseía en la isla, solicitó y obtuvo cuatro meses más de licencia, pero una vez embarcado con su numerosa familia en el mes de marzo de 1848, fue atacado por “un aire perlático” que le obligó a desembarcar y a solicitar cuartel para la plaza de Santiago, con el fin de atender a su restablecimiento, lo que no llegó a conseguir, pues falleció dos meses después.

Estuvo casado con Ana María Bell Yrady, que en 1851 se trasladó a Madrid acompañada de los siete hijos habidos en el matrimonio; falleció al poco tiempo de su llegada.

 

Fuentes: Archivo General Militar, Secc. 1.ª, leg. B-1324.

 

José Luis Isabel Sánchez

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