Martinengo, Rafael. Madrid, 21.VII.1753 – 1826. Mariscal de campo.
Hijo de Pedro Martinengo, natural de Lugano, Suiza, y de Margarita Eugenio.
Fue nombrado capitán de fusileros en el Regimiento de Infantería de Bruselas, el 16 de marzo de 1769, en el que sirvió hasta su disolución, el 27 de noviembre de 1791. Formó parte de la guarnición de la plaza de Ceuta, durante más de tres años y, a continuación, dos años en el Campo de Gibraltar.
Destinado a América, se embarcó en Cádiz, el 13 de noviembre de 1776, con el primer batallón, con destino a Puerto Rico y La Habana, en donde sirvió durante la guerra contra Inglaterra, desde 1779 hasta la paz de 1783.
Fue ascendido a capitán de Granaderos, el 29 de octubre de 1786, recibiendo el grado de teniente coronel en la promoción del 14 de enero de 1789.
El 5 de abril de 1788, le fue concedida licencia para contraer matrimonio con María Mella y Ledo.
Durante la crisis de Nutka con Inglaterra, estuvo embarcado en 1790, en la escuadra del marqués del Socorro, mandando un batallón. Al disolverse su regimiento, fue destinado de capitán de granaderos al Regimiento de Infantería de Ultonia, con el que sirvió en el Ejército de los Pirineos Occidentales, durante la guerra contra Francia en 1793.
Se distinguió en la acción de San Juan de Luz, el 5 de febrero de 1794, así como en la Croix des Bouquets, el 23 de junio siguiente. Cubrió en Irún la retirada del ejército, el 1 de agosto, combatiendo luego en Tolosa y en las avanzadas de Lecumberri.
El 13 de diciembre de 1794, fue nombrado sargento mayor de su Regimiento, continuando combatiendo contra los franceses, hasta la firma de la paz en 1795, recibiendo el grado de coronel en la promoción del 4 de septiembre de 1795.
Destinado su Regimiento de guarnición a Galicia en 1795, fue ascendido a comandante del tercer batallón, el 17 de febrero de 1797. Formó parte de la expedición que zarpó en 1799 de Ferrol con destino a la guarnición de las Islas Canarias.
Fue ascendido a teniente coronel del Regimiento de Hibernia, el 26 de agosto de 1799, regresando a la Península en 1800, tomando parte en ese año en la defensa de Cádiz, contra los ingleses, dándosele el mando del castillo de San Sebastián y de la puerta de la Caleta.
Asistió a la campaña de Portugal en 1801, como ayudante general de la división de Galicia, a las órdenes del marqués de Saint-Simon.
Finalizada la guerra, fue nombrado coronel del Regimiento de Infantería de Navarra, el 16 de octubre de 1802, siendo ascendido a brigadier, el 5 de mayo de 1803.
Se hallaba de guarnición en Galicia, cuando estalló la Guerra de la Independencia, siendo ascendido a mariscal de campo, por la Junta de Galicia, el 25 de junio de 1808, siendo dos días más tarde nombrado comandante de la 2.ª división del ejército de la Izquierda, sirviendo a las órdenes de Joaquín Blake, en las acciones de Orduña, Sodupe y Balmaseda, así como en la batalla de Espinosa de los Monteros, el 10 y 11 de noviembre, retirándose con el ejército a León, Astorga y de allí a Orense.
Fue comisionado por el marqués de la Romana, para organizar en Lugo una división volante, siendo derrotado por el general Maurice Mathieu en Puerto Marín, el 19 de abril de 1809. El 27 de junio siguiente, fue destinado a Vigo y Tuy. Como comandante de ese distrito, gobierno que ocupó durante veintiséis meses, hasta el 28 de agosto de 1811, en que el general en jefe, Francisco Javier Abadía, le destinó de vocal al consejo permanente del 6.º Ejército. Poco después se le encomendó que pasase a Ribadeo, para ocuparse de la organización y distribución del armamento y vestuario suministrado por los ingleses. El 6 de septiembre de 1814, fue vocal de la Comisión Militar.
Al finalizar la guerra, quedó de cuartel en Galicia, recibiendo en 1815 la Gran Cruz de San Hermenegildo, y solicitando al año siguiente el ascenso a teniente general, que no le fue concedido.
El 3 de octubre de 1817, pasó a León en situación de cuartel, siendo luego comandante de armas de Toro, en donde vivió hasta 1820, en que pasó a Ponferrada, en donde las autoridades municipales pidieron que fuera trasladado debido a sus opiniones en contra de la Constitución, enviándole a Valladolid.
Restituido Fernando VII, regresó a Ponferrada, en donde permaneció hasta que, tras el fallecimiento de su esposa, se le concedió licencia de seis meses para trasladarse a Madrid, el 23 de junio de 1825, pidiendo que se le destinase de cuartel en la Corte, a consecuencia de su mal estado de salud, petición que le fue concedida el 9 de diciembre siguiente.
Finalmente obtuvo su purificación, por su conducta durante el período constitucional, el 5 de junio de 1826.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), exp. M-1278, Hoja de Servicios a fin de diciembre de 1820; exp. matrimonial.
Alberto Martín-Lanuza
