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Ramón Maciá de Lleopart

Biografía

Macia de Lleopart, Ramón. Vilanova de Meyá (Lérida), 24.XII.1774 – Madrid, 22.XI.1855. Oidor del Consejo de Navarra, fiscal del Consejo de Hacienda, ministro del Supremo Tribunal de España e Indias, ministro del Tribunal Supremo de Justicia, diputado, senador.

Desde su natal Vilanova de Meyá en el Principado de Cataluña pasó a las Escuelas Pías de la ciudad de Balaguer y allí estudió tres años de Latinidad y Retórica.

Acudió después a la Universidad de Cervera, graduándose en ella de bachiller en Artes y luego de bachiller en Leyes (8 de febrero de 1795) y de inmediato el cancelario de la universidad le nombró conferenciante de los pasantes de Leyes para el curso siguiente y tras aprobar los cuatros cursos de Cánones se graduó de bachiller en esta Facultad, dedicándose a la carrera de las cátedras, oponiéndose a una de Filosofía (17 de enero de 1796) y a la de Decretales (30 de junio de 1798). Fue recibido como abogado por la Real Audiencia de Cataluña (19 de abril de 1798) y tres años después se incorporó a los Reales Consejos (16 de noviembre de 1801). Dos años antes había sido admitido como socio en la Real Academia de Jurisprudencia teórico —práctica de Bacelona (28 de mayo de 1799)— y al cabo de unos años fue admitido en la Real Sociedad Económica de Valladolid (18 de octubre de 1805).

Inició sus servicios en la magistratura durante los últimos años del reinado de Carlos IV ingresando a la carrera de varas como alcalde mayor de la ciudad de Valladolid (10 de octubre de 1805) y continuó como alcalde mayor de Écija (10 de octubre de 1806) en lugar de José Joaquín de Santa María, ciudad en la que hubo de recibir al desterrado duque del Infantado como consecuencia de “la causa del Escorial”, quien nunca olvidaría “la conducta que conmigo usó este magistrado quando yo fui desterrado por Godoy” y de quien siempre se reconocería “muy agradecido” y a cuya protección y amparo debió buena parte de su mantenimiento en la judicatura tras la vuelta de Fernando VII al trono, a pesar de haber servido puestos judiciales bajo el “régimen constitucional”. Desde Écija pasó a la alcaldía mayor de Valencia (1 de marzo de 1808) y en el año siguiente la Junta Central le promovió al corregimiento de letras de la ciudad y partido de Cuenca (25 de enero de 1809) con honores de ministro de la Audiencia y Chancillería Real de Granada (25 de enero de 1809) y semanas más tarde fue nombrado vocal y vicepresidente de la Junta Superior de Gobierno de la provincia de Cuenca (1 de marzo de 1809) y fue elegido ministro del Tribunal de Seguridad Pública de dicha provincia, comisiones que desempeñó hasta 1810. En el año siguiente fue nombrado por la Regencia como vocal letrado de la comisión ejecutiva de confiscos de la provincia de Cuenca (27 de noviembre de 1811).

Una vez promulgada la Constitución de Cádiz, la Regencia le concedió la sexta plaza de magistrado de la Audiencia territorial de Castilla la Nueva que se había erigido en Madrid (16 de septiembre de 1812), destino en el que se mantuvo hasta la supresión del régimen constitucional y, como se ha dicho, a pesar de haber servido una magistratura durante aquella época, sobre consulta de Cámara (25 de agosto de 1814) fue nombrado en la primera plaza de oidor no nacional del Consejo de Navarra, despachado su título al cabo de unas semanas (19 de octubre de 1814), comenzó a servirla antes de acabado aquel año (22 de diciembre de 1814), si bien casi de inmediato se despidió del acuerdo para ir a servir el corregimiento de Guipúzcoa, que se le había confiado en el mes anterior (16 de noviembre de 1814).

Sirvió escaso tiempo en el Consejo de Navarra, pues una vez acabado su corregimiento en Vizcaya fue llamado a la Corte como individuo de la junta que se había mandado formar para reprimir el comercio ilícito de las provincias exentas (27 de diciembre de 1815), pero manteniendo su plaza en Navarra. Después de una serie de reiteradas representaciones, en las que solicitaba un ascenso, fue nombrado oidor de la Real Audiencia de Valencia (9 de mayo de 1818), oficio del que prestó juramento al cabo de unos meses (3 de agosto de 1818), sin embargo no permanecería mucho tiempo en este destino, porque fue trasladado a la regencia de la Real Audiencia de Canarias (10 de agosto de 1818), si bien instó para no pasar a las islas y, aunque inicialmente se le ordenó que lo hiciera sin dilación (1 de septiembre de 1818), no llegó a tomar posesión de tal plaza, porque fue nombrado como uno de los dos asesores de la Superintendencia General de la Real Hacienda (16 de septiembre de 1818) y en el año siguiente se le concedieron honores de ministro del Consejo Supremo de Hacienda (15 de diciembre de 1819), manteniéndose en el despacho de la asesoría hasta el restablecimiento del régimen constitucional.

Durante el gobierno constitucional fue destinado a una plaza de la restablecida Audiencia Territorial de Castilla la Nueva (15 de marzo de 1820) y en el año siguiente, sobre consulta del Consejo de Estado (18 de junio de 1821), en la que ocupaba el primer lugar de la terna, fue confirmado como magistrado en plaza interina de la Audiencia Territorial de Castilla la Nueva, empleo que sirvió hasta la abolición de la Constitución de Cádiz, época en la que quedó en calidad de cesante.

En esta ocasión ya no contaba con suficientes apoyos para continuar su carrera judicial y sólo después de cinco años fue purificado (30 de octubre de 1828), si bien tardaría casi otro quinquenio en reincorporarse al servicio de la judicatura cuando se dispuso que se ocupara en auxiliar los trabajos de las asesorías de la Superintendencia General de Real Hacienda (16 de febrero de 1832). Ya en el año siguiente fue nombrado fiscal del Consejo Supremo de Hacienda (28 de febrero de 1833), oficio del que prestó juramento en el mes siguiente (21 de marzo de 1833) y en el que continuó hasta la extinción del Consejo, época en la que gozaba de antigüedad de ministro del mismo tribunal (28 de julio de 1833). Posteriormente fue destinado como ministro del Tribunal Supremo de Hacienda (20 de abril de 1834) y en el año siguiente fue nombrado ministro del Supremo Tribunal de España e Indias (13 de septiembre de 1835), plaza de la que tomó posesión a los pocos días (19 de septiembre de 1835) y un lustro después se declaró su plaza de magistrado en propiedad en el Supremo Tribunal de Justicia (1 de noviembre de 1840), de la que fue jubilado tres años después (29 de diciembre de 1843), cuando se hallaba en calidad de ministro decano del tribunal desde el mes de julio anterior.

En estos últimos años había compartido su carrera judicial con la actividad política y así había sido elegido diputado a las Cortes por Lérida (1841), cargo al que renunció (29 de marzo de 1841) cuando fue elegido senador por la provincia de Barcelona (24 de marzo de 1841) y dos años más tarde fue elegido senador por Lérida (octubre de 1843), pero a pesar de estas actuaciones políticas suyas no le satisfizo su jubilación de la carrera judicial, por lo que solicitó que se le mantuviera en el Tribunal Supremo (2 de enero de 1844), aunque no lo consiguió. Años más tarde, cuando se acordó la vuelta al servicio activo de los empleados cesantes y jubilados del servicio judicial (7 de marzo de 1851), se apresuró a solicitar su reincorporación (17 de marzo de 1851), sin embargo, no la obtuvo y sólo consiguió que se le mantuviera como jubilado y suplente del Tribunal Supremo.

Había contraído matrimonio con Catalina de Foxá y Macía.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Consejo Supremo de Hacienda, leg. 87-2; Consejo Supremo de Hacienda, leg. 101-2; Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 13377, exp. 25; Hacienda, leg. 3030, exp. 1151; Justicia, Magistrados y Jueces, leg. 4576, exp. 4938; Archivo del Reino y General de Navarra, Comptos Reales, libro 43-1, fols. 189v.-191r.

Lista alfabética de los individuos del Ateneo Científico Literario y Artístico de Madrid existentes en 1 de mayo de 1837, Madrid, Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-Mudos, 1837, pág. 9; P. Gorosábel, Noticias de las cosas memorables de Guipúzcoa, vol. V, Tolosa, E. López, 1900, pág. 282; M. A. Valle de Juan y Pérez Samperio, Próceres y senadores, 1834-1923, Madrid, Senado, Secretaría General, Dirección de Estudios y Documentación, Departamento de Archivo, 1993, págs. 443-444.

 

Javier Barrientos Grandon

 

 

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