Isaac, San. Córdoba, 824 – 3.VI.851. Mártir, santo.
Pertenecía a una noble y rica familia cordobesa que le procuró una exquisita educación, llegando a dominar perfectamente el árabe y a ejercer el oficio de katib (funcionario). Sin embargo, joven aún abandonó la ciudad de Córdoba para ingresar en el monasterio de Tábanos, fundado por su tío Jeremías, que se había retirado a él con toda su familia. Allí vivió tres años bajo la dirección del abad Martín, hasta que un día bajó a Córdoba y pidió al cadí que le explicara la doctrina de Mahoma a fin de abrazarla con pleno convencimiento.
Interrumpiendo la exposición del juez, Isaac lo acusó de mentiroso e insultó al Profeta, por lo que el cadí, irritado, lo denunció al emir, quien ordenó inmediatamente su muerte. Se le colgó de un palo cabeza abajo, al otro lado del Guadalquivir, junto con otros monjes compañeros suyos, y sus cuerpos fueron quemados días después y arrojadas las cenizas al río.
Bibl.: A. S. Ruiz, Obras completas de San Eulogio. Edición bilingüe, Córdoba, Real Academia de Córdoba, 1959, págs. 59- 63 y 153; J. Vives, “Isaac”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 1208; K. B. Wolf, Christian martyrs in muslim Spain, Cambridge, University Press, 1988, págs. 23-24.
Miguel C. Vivanco s Gómez, OSB